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He probado el iPad Pro M5: un poder brutal que iPadOS 26 por fin aprovecha (casi)

Llevo unas semanas usando el iPad Pro M5 y la sensación es agridulce:

  • Por un lado, tengo entre manos la tablet más potente que existe.
  • Por otro, sigo preguntándome para qué necesito tanta potencia en un dispositivo que, hasta hace poco, apenas sabía qué hacer con ella.

Ahora al menos sabe un par de cosas más.

Por cierto, esta no es una review al uso: el hardware ya lo conocemos, el objetivo es comprobar qué cambia de verdad con el salto en IA local del M5 y las nuevas ventanas de iPadOS 26.

El chip M5 es una bestia (pero solo si sabes despertarla)

Apple promete mejoras de hasta 3,5x en rendimiento de IA con el M5, y sobre el papel es cierto. El chip incorpora aceleradores neuronales en cada uno de sus 10 núcleos de GPU, lo que debería traducirse en renders y generación local de contenido IA a alta velocidad.

En la práctica, la historia es más matizada. Probé Draw Things, una app de generación de imágenes por IA en local, descargando para ello uno de los modelos de Qwen, el Image Edit 2509 (BF16, 6-bit), que pesa 16 GB y está disponible en Hugging Face. Por cierto, en su descarga viví en mis carnes otro de los límites de iPadOS: cuando llevaba un 80%, cambié de app y olvidé volver pronto a ella. La consecuencia es que perdí el progreso y tuve que empezar de cero. Argh.

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Proceso de instalación de Qwen Image Edit en Draw Things para poder generar imágenes con un LLM local, sin depender de la conectividad ni tener que pasar nuestra información por servidores ajenos. Imagen: Xataka.

Un ejemplo de una creación con Draw Things. Usé, con Qwen Image, el siguiente prompt:

The image captures a grassland scene from an eye-level perspective, with a flock of sheep grazing leisurely on the lush green grass, their wool glowing with warm golden luster under the faint morning sunlight, creating beautiful light and shadow effects.

Aquí una muestra del progreso cuando ya estaba muy avanzada:

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Imagen del proceso cuando ya estaba bastante avanzado. Imagen: Xataka.

Y tras 22 minutos, consiguió este resultado:

The Image Captures A Grassland Scene From An Eye Level Perspective With A Flock Of Sheep Grazing Leisurely On The Lush Green Grass Their Wool Glowing With Warm Golden Luster Under The 2369056370

Imagen creada con IA local: Draw Things usando un modelo de Qwen. Tardó 22 minutos. Imagen: Xataka.

22 minutos para crear esta imagen, prácticamente exigiendo estar conectado a la corriente (la generación de imágenes en local se bebe la batería, un 1% por minuto de renderizado aproximadamente) hace que la generación local con el M5 sea posible y mucho mejor que con un chip de tablet promedio, incluso mejor que hace un año con el M4, pero no es ninguna fantasía de la productividad. Esto es lo que hay y cada uno decidirá si le sirve o no.

Dicho eso, el  modelo usado era enorme (16 GB en BF16/6-bit), no es un equivalente a un Stable Diffusion 1.5 de 2 GB. Quise poner a prueba este modelo concreto, que además usa pipelines de difusión (varias decenas de pasos) y que no usa MLX (luego hablaremos de él) sino una mezcla de Metal y la CPU.

El aumento en CPU es más modesto —entre 10% y 15%— pero la GPU sí que da un salto notable: hasta 36% más rápida en algunos benchmarks. Si editas vídeo en DaVinci Resolve o trabajas con modelos 3D pesados, lo notarás. Para ver Netflix o editar documentos, no había mucho que acelerar.

Lo que sí me ha gustado, y mucho: los modelos base ahora tienen 12 GB de RAM en lugar de 8 GB. Parece poco, pero se nota al tener varias ventanas abiertas sin que se recarguen constantemente, uno de los pecados originales del iPad.

La IA: un Ferrari sin carretera

Aquí es donde escuece. Apple vende el M5 como la revolución de la IA local, pero cuando intentas usar esa IA en el iPad te encuentras con un páramo. Descargué varias apps de LLMs locales del App Store —PocketPal AI, entre otras— y en el mejor de los casos vi mejoras respecto al M4, pero nada que me hiciera pensar en el 3,5x prometido por Apple.

¿Por qué? Porque las apps disponibles usan llama.cpp en lugar del framework MLX optimizado de Apple. Y resulta que Apple testeó sus números con una versión previa al lanzamiento de MLX que todavía no está disponible públicamente. Es decir: las cifras de marketing se basan en software que tú no puedes usar aún. Resultado: algunos prompts ni siquiera arrojan una respuesta porque se topan con el límite de llama.cpp.

Con apps de IA local como la mencionada PocketPal AI puedes importar tú mismo un modelo que tengas almacenado, o descargarlo directamente de Hugging Face. Es decir: tienes un enorme listado de modelos abiertos que importar. Los de Qwen, Llama, los gpt-oss de OpenAI

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Parte del listado de modelos abiertos de Hugging Face disponibles para descargar en una app de LLMs locales como PocketPal AI. Imagen: Xataka.

Eso sí: que estén en Hugging Face no significa que puedan ser ejecutados con el hardware de un iPad. Por ejemplo, la versión 20B de gpt-oss no llega ni a arrancar, como varios modelos de Qwen. Uno concreto que sí funciona es Qwen3 8B, que además integra razonamiento, pero recomiendo hurgar en los ajustes de la app de LLMs que uses para evitar topes artificiales de CPU, GPU o tokens.

Un ejemplo de Qwen 3 8B sintetizando las ideas principales de un texto:

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Qwen3 8B sintetizando las ideas principales de un artículo. Imagen: Xataka.

No lo hace mal, el problema es que no puede ir muchísimo más allá antes de que se congele la respuesta, el comportamiento típico de llama.cpp cuando llega a un límite de contexto, VRAM, CPU o GPU. 

 Pero hay un problema mayor: el ecosistema.

  • En iPad no hay Terminal.
  • No puedes instalar herramientas de código abierto.
  • De hecho, no existe una app oficial de MLX.
  • Las apps de IA local son escasas y las que hay están fragmentadas, cada una usando modelos diferentes y backends distintos.

En Mac todo esto funciona porque tienes acceso completo al sistema, pero en iPad estás en un jardín vallado.

Lo irónico es que el hardware está ahí. Los aceleradores neuronales funcionan, Draw Things lo demuestra con ese 50% de mejora en generación de imágenes. Pero Apple ha metido un motor de Fórmula 1 en un coche al que no dejan salir del garaje. Y hasta que no abran ese garaje con una versión pública de MLX optimizado (de momento solo está para algunos testers) y un ecosistema de apps que lo aprovechen, toda esa potencia de IA seguirá siendo teórica.

Por cierto, durante los días en los que probábamos el iPad Pro M5, Apple publicó un extenso informe en su web de investigación de Machine Learning detallando cómo el nuevo chip aprovechaba MLX y los aceleradores neurales integrados en la GPU. En sus pruebas, realizadas sobre macOS con MLX LM y modelos de hasta 30.000 millones de parámetros, el M5 mostraba mejoras claras respecto al M4: hasta 4x en el tiempo hasta el primer token, y entre un 19% y un 27% en la velocidad de generación posterior.

También hablaban de aceleraciones de 3,8x en generación de imágenes con modelos de 12.000 millones de parámetros. Todo ello es real… pero exclusivo del Mac: de nuevo, en iPadOS no tenemos aún MLX, ni Terminal, ni forma de replicar esos escenarios a día de hoy y siendo público general, y no tester previo. Mientras Apple enseñaba lo que el M5 puede hacer en un MacBook Pro, nuestras pruebas en el iPad Pro confirmaban justo lo contrario: el hardware está listo, pero el software todavía no le permite alcanzar ese rendimiento en el entorno móvil.

Dicho desde otra perspectiva: la IA local sigue siendo un nicho muy concreto y el iPad Pro M5 da un paso hacia adelante con ella, pero vivimos en un mundo en el que los chips domésticos no pueden ni acercarse a los resultados o el rendimiento que dan los servicios en la nube. Esta no es una excepción y conviene decidir teniendo en cuenta esto.

iPadOS 26: por fin ventanas de verdad

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Durante años me he quejado de que el iPad Pro era un Ferrari en un camino de tierra. iPadOS 26 por fin ha asfaltado ese camino, o al menos una parte de él.

  • Las nuevas ventanas flotantes funcionan. Puedes redimensionarlas, moverlas y apilarlas.
  • Hay un Exposé para ver todas tus apps abiertas.
  • Incluso están los semáforos de macOS para minimizar y cerrar ventanas.
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En los ajustes podemos escoger qué tipo de vista queremos para las ventanas: la monoventana clásica, el Organizador Visual que llegó en 2022, o las nuevas ventanas flotantes de iPadOS 26. Imagen: Xataka.

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Un ejemplo de las ventanas de iPadOS 26. Flotantes, de tamaño y proporción configurable, compatibles con otras capas como los vídeos PiP. La profecía de los ancianos se ha cumplido. Imagen: Xataka.

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Aquí, la transición de la vista de multitarea anterior (izquierda) hacia las nuevas ventanas (derecha). Imagen: Xataka.

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Ventanas en capas que se superponen en todo su esplendor. Imagen: Xataka.

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El icónico semáforo de macOS, por fin en iPadOS. Aquí aparece ampliado, algo que ocurre cuando lo pulsamos en su miniatura para poder desplegarlo. Imagen: Xataka

Estuve trabajando varios días durante un viaje haciendo un uso forzoso de esta opción y el resultado fue bastante digno y satisfactorio, desde luego mucho más que con iPadOS 18 hace unos meses. Conectado a un monitor externo, con mucho más espacio disponible, la experiencia es aún mejor.

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macOS, ¿eres tú? No, es iPadOS 26 conectado a un monitor externo. Imagen: Xataka.

Y por fin: ventanas + monitor externo.

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La imagen que pensé que jamás vería. Imagen: Xataka.

Pero no nos engañemos: sigue sin ser un Mac. Las apps de iPad suelen ser versiones limitadas de sus contrapartes de escritorio. Chrome o Safari aún no se comportan como en un ordenador de verdad. Y aunque Archivos ha mejorado, sigo echando de menos un Finder completo.

Eso sí, ahora el horizonte se ve de otra manera.

El límite invisible de las 12 ventanas

Pero no todo es perfecto. Descubrí que solo puedes tener 12 ventanas abiertas simultáneamente antes de que el sistema empiece a cerrar apps en segundo plano. Y cuando llegas a esas 12 ventanas, las animaciones comienzan a tartamudear. El framerate baja. Liquid Glass, ese sistema de animaciones tan bonito anunciado este año, empieza a entrar en problemas.

Esto me desconcierta. Un Mac de hace cinco años con 16 GB de RAM puede manejar decenas de ventanas sin inmutarse. ¿Por qué el iPad Pro M5, con toda su potencia, se atasca con 12? No puede ser un problema de hardware. Es una limitación de software que Apple necesita resolver para que el iPad Pro siga dando pasos hacia adelante.

Aún así, la mejora respecto a lo que teníamos es abismal. iPadOS 26 no convierte el iPad en un Mac, pero lo acerca más que nunca.

Gaming: el talento desperdiciado

Apple promete mejoras de hasta 6,7x en ray-tracing con el M5. En los benchmarks, el chip renderiza frames 3,5 veces más rápido que el M4 en juegos como Resident Evil 4. Impresionante sobre el papel.

En la práctica, no es muy relevante. Probé RE4 y Assassin’s Creed Mirage, y ambos corrían a 30 fps en el M5, igual que en el M4. Mismo rendimiento. ¿Por qué? Porque los desarrolladores han bloqueado el framerate. No es culpa de Apple, pero ocurre. La GPU del M5 está ociosa el 70% del tiempo, esperando, pero el juego no le deja trabajar más.

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Assassin’s Creed Mirage. Está y funciona, pero no es un equivalente real a las versiones de consola o de PC. Imagen: Xataka.

No encontré ni un solo juego para iPad que combine ray-tracing, MetalFX upscaling y 120 fps. Los juegos AAA que sí aprovechan estas tecnologías (como Cyberpunk 2077 o Control) solo están disponibles en macOS. Es algo frustrante. Apple ha creado hardware capaz de gaming de consola en un dispositivo de 5 mm de grosor, pero no hay software que lo demuestre. Al menos de momento.

Las otras mejoras que sí importan

  • Carga rápida: Por fin. Con un cargador de 60 W alcanza el 50% de carga en 30 minutos. Debería haber llegado antes, pero bienvenida sea.
  • Wi-Fi 7 y el chip N1: Las transferencias con AirDrop son muy rápidas. Un archivo de 2 GB ahora se completa en unos 30 segundos, la mitad que antes.
  • Pantallas externas a 120 Hz: Si trabajas con un monitor externo, ahora puedes disfrutar de la misma fluidez ProMotion que en la pantalla del iPad. Algo importante en un producto ‘Pro’.
  • 5G con el módem C1X: Velocidades mejores, aunque depende mucho de tu zona y operadora.

¿Para quién es este iPad?

Si tienes un iPad Pro M4, quédate con él. Es muy difícil que la diferencia con el M5 justifique el desembolso.

Si vienes de un M1 o de un chip A, las mejoras acumuladas sí son sustanciales: un 87% más de potencia CPU, una pantalla OLED tándem espectacular, y un sistema operativo que por fin permite trabajar con varias ventanas.

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Sigue siendo ridículamente fino. Su presencia física es imponente. Imagen: Xataka.

Siendo honesto: la mayoría de la gente será igual de feliz con un iPad Air. Por el 50% del precio consigues el 80% de la experiencia.

¿Para quién es realmente el Pro? Para quien necesite ese pedazo de OLED de 120 Hz o para quien vaya a hacer tareas exigentes de verdad, como procesar vídeo 4K ProRes.

La paradoja del iPad Pro

El iPad Pro M5 es uno de los dispositivos más impresionantes que Apple tiene a la venta ahora mismo: es más fino que un lápiz, tiene una pantalla de las que duele desprenderse, y su potencia es superior a la de muchos portátiles. Pero sigue siendo una tablet con sistema operativo de tablet, aunque Apple se empeñe en venderlo como ordenador.

iPadOS 26 ha cerrado muchas de esas brechas. Aún quedan algunas por cerrar –un navegador realmente completo, más aplicaciones profesionales nativas, menos restricciones–, pero por primera vez en años siento que el software está empezando a estar a la altura del hardware.

¿Merece la pena gastarse más de 1.000 euros en esto? Quizás solo si realmente lo vas a usar como ordenador principal. O si tu forma de usarlo es realmente profesional, como quizás un ilustrador. Y solo si ese poder bruto del M5 va a trabajar para ti en aplicaciones de creatividad, edición de vídeo o renders complejos. Para todo lo demás, hay opciones más sensatas.

Pero qué demonios, si puedes permitírtelo y quieres lo mejor de lo mejor en tablets, este es tu dispositivo. Un Porsche 911 no es práctico, pero sí divertido y potente. El iPad Pro M5 es algo así. Solo que quizá deberías esperar a iPadOS 27 para exprimir todo ese potencial.

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Este dispositivo ha sido cedido para prueba por parte de Apple. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con empresas.

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