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La alta velocidad en Madrid corre riesgo de colapsar. Y por eso Adif quiere mandarla a Parla

Parla tiene 134.833 habitantes, 24,43 km² de extensión y un cometido: convertirse en el centro neurálgico de la alta velocidad en el sur de Madrid. La idea fue presentada ayer por Óscar Puente, ministro de Transportes, y forma parte de la profunda renovación que el Gobierno quiere llevar a cabo en la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona. 

Los planes. Anunciados ayer por Puente: un Madrid-Barcelona en menos de dos horas. Ese es el objetivo y el gran titular. De momento lo que sabemos es que se han solicitado dos estudios de viabilidad. En ellos se estudiará la posibilidad de introducir mejoras en la infraestructura para que los trenes puedan alcanzar 350 km/h de velocidad punta y ambas ciudades puedan unirse en menos de 120 minutos. 

La inversión debería repercutirse en «más servicios, menos tiempo, más usuarios, más vertebración territorial y flexibilidad de la explotación, según las palabras del propio Puente. Para ello será clave la construcción de dos nuevas estaciones que serán la clave para, también, introducir dos nuevas variantes en la entrada a ambas ciudades. 

Parla. Se convertiría en la referencia para los municipios del sur de Madrid. Y es que la construcción de una estación de gran calibre en la zona sur no sólo impactaría en los más de 130.000 vecinos del municipio. La clave está en todo lo que tienen cerca: Getafe, Leganés, Fuenlabrada o Pinto. Alcorcón y Móstoles están más alejadas pero existen conexiones con Cercanías. 

Desde Transportes hablan de que Parla tiene «un área de influencia de más de 1,26 millones de habitantes y en el que, en un rango de 15 minutos, tendrían acceso 4,7 millones de personas y en menos de 1 hora, unos 6 millones de potenciales usuarios». 

En estos momentos, y si no se producen retrasos o averías, la conexión entre las estaciones de Cercanías de Parla y Atocha se cubren en 29 minutos. Y se emplean 33 minutos para llegar hasta la estación de Sol, en pleno corazón de Madrid. 

Descongestionar. Es el último objetivo de la nueva estación. De construirse, la idea es ofrecer una alternativa a los servicios pasantes. Es decir, esos que viajan de Barcelona a Sevilla de forma directa. Esos trenes necesitarían menos tiempo para recorrer la distancia ya que harían menos kilómetros y podrían circular más deprisa al no tener que lidiar con las reducciones de velocidad en la entrada a la ciudad y su paso por Atocha. 

Además, Puente señaló en su intervención que con esta nueva estación se podrá utilizar la estación como parada intermedia en los servicios Madrid-Sevilla y Madrid-Levante (sus vecinos no tendrían que acudir al centro de la capital para volver hacia atrás ya subido en el tren de alta velocidad) y puede servir para como estación alternativa en caso de producirse incidencias. 

Ahora mismo, aseguran desde Transportes, circulan por Madrid o sus inmediaciones 250 trenes. Con esta variante se crearía una alternativa al paso de la alta velocidad ya existente entre Madrid y Andalucía o Levante. Además, mejoraría el servicio para el incremento del tráfico esperado con las mejoras en el corredor extremeño

Parla, no estás sola. La actuación de Parla, como decíamos, no es la única que prevé Transportes para poder reducir los tiempos entre Madrid y Barcelona. Con los mismos argumentos, la idea es crear una nueva estación en las cercanías de Barcelona, concretamente en El Prat de Llobregat. 

La idea es que esta nueva estación permitiría enlazar enlazar la alta velocidad Madrid–Barcelona–Frontera francesa con el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Los trenes regionales también harían parada en esta estación mediante la adaptación correspondientes de las líneas. 

La otra actuación en Cataluña pasa por unir la estación de Lleida-Pirineus con Barcelona con una nueva línea que entraría a la ciudad por La Sagrera, al norte de la Ciudad Condal. De esta manera, los trenes no tendrían que pasar obligatoriamente por Camp de Tarragona, liberando parte del tráfico que ya circula por allí y ofreciendo, por tanto, una nueva variante a Barcelona muy similar al de Parla en Madrid. 

Muchos trenes, poca inversión. Aunque el estudio de estas actuaciones ha levantado cierta polémica al entender que otras vías españolas siguen necesitando una importante mejoría para aligerar los tiempos de viaje, lo cierto es que la inversión en la infraestructura de Adif hace tiempo que se venía reclamando. 

Hay que tener en cuenta que ambas alternativas en las grandes ciudades, y en especial al sur de Madrid, suponen una buena vía de escape para descentralizar la red. La llegada de Ouigo e Iryo ha aumentado exponencialmente el número de trenes que hay en las vías pero se enfrentan al problema de que Adif no ha invertido el dinero suficiente para absorber el tráfico. 

El propio Puente aseguraba el pasado mes de agosto que «por la linea Madrid-Sevilla circulaban 6 trenes al día, por sentido. Hoy por el punto Torrejón de Velasco de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla circulaban 289 trenes (…) Cuando hay una incidencia tienes 25 trenes en ambos sentidos en un radio de una hora». 

Foto | Smiley.toerist y Google Maps

En Xataka | Una España literalmente a dos velocidades: mientras el AVE Madrid-Barcelona va a 350 km/h, el resto de la red languidece

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