Microsoft tenía el negocio del siglo en sus manos. Una pausa de un año y medio se lo dio en bandeja a uno de sus rivales
Con su acuerdo temprano con OpenAI, Microsoft lideraba la carrera de la IA en 2023. Un año después congeló su expansión. Ahora Oracle sirve los modelos de OpenAI y los competidores se reparten lo que la empresa de Nadella rechazó.
Por qué es importante. Esto no solo va sobre centros de datos perdidos. Microsoft ha cedido contratos con OpenAI valorados en 420.000 millones de dólares a Oracle, equivalentes a 150.000 millones en beneficio bruto durante cinco años. Eso habría incrementado su rentabilidad anual un 18%.
Esto significa que además de perder crecimiento, Microsoft también financió la entrada de un rival en el negocio más rentable de la década, según el análisis de Semianalysis.
Los hechos. En 2023, Microsoft multiplicó por diez su inversión en OpenAI hasta los 10.000 millones de dólares y arrancó la construcción de los centros de datos más grandes jamás construidos. Representaba más del 60% de todos los contratos de arrendamiento de infraestructura cloud entre los grandes.
En 2024 lo frenó todo en seco. Canceló 3,5 gigavatios de capacidad planificada —suficiente para alimentar 2,5 millones de hogares— y proyectos en una docena de países. Su cuota de contratos cayó por debajo del 25%.
Entre líneas. La empresa ha usado el argumento de la prudencia financiera: no quería que OpenAI representase el 50% de los ingresos de Azure con márgenes inferiores al negocio tradicional. Pero la realidad es más simple: no pudo seguir el ritmo:
OpenAI exigía una velocidad que Microsoft no podía corresponder.
Sí, pero. La empresa ha vuelto al mercado con cierta urgencia. El problema es que las opciones se han ido agotando. Ahora alquila capacidad a neoclouds —empresas especializadas que construyen infraestructura— para revenderla a terceros. Es un negocio con peores márgenes.
La empresa que rechazó construir ahora paga comisiones por haber calculado mal.
El rastro del dinero. Oracle no es la única ganadora. CoreWeave, Google, Amazon, Nscale y SB Energy han firmado grandes contratos con OpenAI. En 2025, la historia de OpenAI ha sido la historia de su diversificación lejos de Microsoft, si bien es cierto que lo que parecía un divorcio de los chungos acabó en una separación de bienes con sonrisas forzadas.
El laboratorio de IA más valioso del mundo tuvo que fragmentar su infraestructura entre varios proveedores porque su socio original no pudo —o no quiso— escalar.
- En aplicaciones, el dominio histórico de Microsoft con GitHub Copilot también se erosiona.
- Hay startups que han construido editores de código más integrados y han escalado más allá de Copilot.
- Microsoft se ha visto obligada a añadir los modelos de su rival Anthropic en GitHub Copilot, con un coste brutal para sus márgenes.
La empresa que tenía acceso exclusivo a OpenAI ahora depende de su competidor para mantener relevante su editor de código.
Y ahora qué. Microsoft tiene hasta 2032 antes de que expire su acuerdo con OpenAI.
- Tiene Copilot con 100 millones de usuarios.
- Tiene Office 365, Azure y un ecosistema empresarial que nadie iguala.
- Pero la «gran pausa» de 2024 tardará años en sanar.
La empresa ha apostado por que el futuro de la IA será empresarial —con requisitos de seguridad y localización— y no centralizado en megacentros remotos. Puede que tenga razón. Pero 18 meses de ventaja en tecnología valen miles de millones. Y Microsoft acaba de regalárselos a sus rivales.





