Fracasa Morena en combatir la inseguridad en Ixtapaluca y Texcoco

Los gobiernos municipal y estatal permanecen ausentes mientras crecen los delitos; ciudadanos viven entre el miedo y la indiferencia oficial
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Zona Oriente del Estado de México.– La inseguridad en los municipios de Ixtapaluca y Texcoco se ha convertido en una muestra del abandono institucional y del fracaso de las políticas públicas de Morena. Pese a que el partido gobierna en los tres niveles —federal, estatal y municipal—, la violencia en la zona oriente del Estado de México se ha desbordado sin control.
En Ixtapaluca, los habitantes viven entre asaltos al transporte público, extorsiones a comerciantes y homicidios que ya forman parte de la vida cotidiana. Las patrullas brillan por su ausencia y los operativos sólo aparecen cuando hay cámaras o giras políticas. Vecinos aseguran que el ayuntamiento morenista se ha convertido en un espectador de la delincuencia, sin capacidad de respuesta ni compromiso real.
“Ya ni sabemos a quién acudir. Si llamas a la policía, llegan cuando todo terminó o simplemente no llegan. Vivimos con miedo todos los días”, comentó María López, vecina de la colonia Citlalmina, en Ixtapaluca.
En Texcoco, bastión histórico del morenismo, la inseguridad también va en aumento. Los robos a casa habitación, asaltos y secuestros exprés afectan cada vez más a la población, mientras la policía municipal opera con recursos limitados y sin estrategias claras. A esto se suma la falta de coordinación con las autoridades estatales, que parecen más preocupadas por el discurso político que por la seguridad ciudadana.
“En mi negocio ya me han asaltado dos veces este año. La policía sólo levanta el reporte, pero nadie investiga. Aquí estamos a la buena de Dios”, lamentó Jorge Hernández, comerciante del centro de Texcoco.
El gobierno estatal, encabezado también por Morena, ha mantenido una postura de indiferencia. Los anuncios de operativos conjuntos y programas de vigilancia se han quedado en promesas. En la práctica, la zona oriente del Estado de México se encuentra abandonada y bajo control de la delincuencia común y organizada.
La omisión del gobierno estatal y municipal revela una realidad que el discurso oficial intenta ocultar: la inseguridad se ha convertido en el mayor fracaso del proyecto morenista en el Estado de México. Mientras los ciudadanos viven entre la incertidumbre y la violencia, las autoridades optan por la propaganda y el silencio.












