El científico de IA estrella de Meta planea salir de la empresa, según FT. La Meta nueva se está comiendo a la Meta vieja

El máximo responsable de inteligencia artificial de Meta, Yann LeCun, estaría preparando su salida de la compañía para fundar su propia startup, según informa Financial Times. La marcha del prestigioso investigador, ganador del Premio Turing y considerado uno de los padres de la IA moderna, simboliza el giro radical que Mark Zuckerberg está dando a la estrategia de Meta en torno a la IA.
El cambio de guardia. LeCun, que lideraba el laboratorio de investigación fundamental de IA (FAIR) desde 2013, se encuentra ahora en una posición incómoda dentro de Meta. Este verano, Zuckerberg contrató a Alexandr Wang, de 28 años, para dirigir un nuevo equipo de «superinteligencia», pagando 14.300 millones de dólares por hacerse con el 49% de Scale AI, la startup de etiquetado de datos que Wang había fundado. Como resultado de esta reestructuración, LeCun pasó de reportar al director de producto, Chris Cox, a hacerlo bajo Wang, según cuenta Financial Times.
Un divorcio filosófico. La tensión no es solo organizativa, sino conceptual. LeCun lleva tiempo defendiendo públicamente que los modelos de lenguaje en los que Zuckerberg ha centrado su estrategia son «útiles» pero nunca podrán razonar ni planificar como los humanos. Su apuesta desde FAIR ha sido otra: los llamados «modelos de mundo», sistemas de IA que aprenden del entorno físico a través de vídeos y datos espaciales, no solo de lenguaje. Un camino que, según el propio LeCun, podría tardar una década en dar frutos.
Los problemas de Meta con la IA. La reorganización de Zuckerberg llega después de varios tropiezos. El lanzamiento de Llama 4 no ha ido tal y como a la compañía le hubiera gustado, quedando por debajo de las propuestas más avanzadas de OpenAI, Google y Anthropic. Además, Meta AI, el chatbot de la compañía, tampoco ha conseguido tracción entre los usuarios.
Mientras tanto, Zuckerberg ha fichado a decenas de ingenieros e investigadores de la competencia con paquetes salariales de hasta 100 millones de dólares, creando un equipo exclusivo llamado TBD Lab para acelerar el desarrollo de nuevas versiones de sus modelos de lenguaje.
El coste de pivotar. El giro hacia la IA práctica parece haber generado caos interno. Fuentes citadas por TechCrunch en agosto revelaban la frustración de los nuevos fichajes al enfrentarse a la burocracia de una gran empresa, mientras que el equipo previo de IA generativa veía reducido su alcance.
En octubre, Meta despidió a 600 personas de su unidad de investigación en IA para recortar costes y acelerar el lanzamiento de productos. También en mayo dejó la compañía Joelle Pineau, vicepresidenta de investigación en IA, que se unió a la startup canadiense Cohere.
Qué viene ahora. Según dos fuentes citadas por Financial Times, el nuevo proyecto de LeCun se centrará en continuar su trabajo en modelos de mundo, y ya ha iniciado conversaciones para captar financiación. Su marcha, prevista para los próximos meses, representa más que la salida de un científico brillante: es la confirmación de que el viejo enfoque que Meta tenía a largo plazo ha sido relegado por la urgencia de competir en el corto plazo con soluciones más prácticas.
Mientras Wall Street presiona a Zuckerberg para que justifique una inversión en IA que podría superar los 100.000 millones de dólares en 2025, la compañía estaría perdiendo a uno de sus cerebros más reconocidos en el camino.
Imagen de portada | Meta y AFP









