Por: EL Husmeador, el Intruso, columnista de los cables cortados y las facturas eternas

¡MOVISTAR SE LARGA DE MÉXICO: ¡23 MILLONES DE CLIENTES A LA DERIVA EN EL IMPERIO DE SLIM Y LA RUINA TELECOM!
¡Atención, lector enchufado y descontento! ¡El telón cae sobre una de las sagas más sangrientas de la guerra de las ondas en México: Telefónica, la española dueña de Movistar, anuncia su adiós definitivo al país tras 24 años de batallas épicas, inversiones millonarias y una derrota humillante que deja a 23 millones de clientes –el 15% del mercado móvil– flotando en el limbo de la incertidumbre!
El martes 4 de noviembre de 2025, en el pomposo Telefónica Capital Markets Day, el presidente Marc Murtra soltó la bomba sin anestesia: «Vamos a salir de Hispanoamérica», confirmando que México, Chile y Venezuela son los próximos en la guillotina corporativa. ¡Adiós a la filial que alguna vez soñó con destronar al coloso Telcel de Carlos Slim, y hola a un mercado que se encoge como globo pinchado, donde el duopolio de América Móvil y AT&T se relame los labios por el festín!¡
¡Pero retrocedamos a las causas de este naufragio, lector, porque no es un capricho de ejecutivos con acento madrileño, sino un vendaval de errores regulatorios, competencia salvaje y un pozo negro financiero que se tragó miles de millones de euros! Telefónica aterrizó en México en 2001 con Pegaso, comprada por 900 millones de dólares, y en 2002 renombró todo a Movistar, invirtiendo fortunas en espectro y torres para escalar al segundo lugar. ¡Llegaron a 26 millones de clientes! Pero el sueño se desinfló como llanta en bache: su cuota de mercado se desplomó de 18.1% en 2021 a 14.1% en 2025, superada no solo por el invencible Telcel (65%) y AT&T (22%), sino ¡hasta por los operadores móviles virtuales (OMV) como BAIT de Walmart, que saltó del 4.4% al 16.9%! ¿El verdugo? Una regulación torpe del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) –esa «pésima actuación» que grita Paco Gil en X–, multas absurdas a los grandes por monopolios (¡hola, Telcel sancionado en junio!), y un despliegue de 5G patético que apenas cubre el 12% del territorio en 2025. Sumemos pérdidas: en los primeros nueve meses del año, Hispanoamérica –con México a la cabeza– vio ingresos caer 11.3% a 3,152 millones de euros, y Telefónica sangró 1,080 millones en rojo. ¡Y para rematar, febrero 2025 trajo a JPMorgan a la mesa para vender la filial a precio de remate, con un valor contable de apenas 1,500 millones de dólares! Estrategia global, dirán los CEOs: concentrarse en Europa (España, Alemania, UK) y Brasil, donde rentan sin dramas. Pero en México, fue un «no podemos ganar», como confesó Murtra: competencia feroz, prepago al 90% (¡pobre rentabilidad!) y un IFT que, en vez de equilibrar, ahuyentó a los valientes. ¡Y ahora, las repercusiones, lector, que son un terremoto para el bolsillo mexicano y un regalo envenenado para la 4T de Sheinbaum! Primero, los clientes: 21 millones de líneas móviles (tercer operador, detrás de Telcel y AT&T) y miles de contratos empresariales en vilo. ¿Qué pasará con tu plan de renta, tu fibra óptica y tu 5G fantasma? Telefónica jura «continuidad sin interrupciones» hasta la venta –rumores apuntan a Beyond One (dueños de Virgin Mobile) como comprador–, pero ¿y después? Tarifas que podrían dispararse si el nuevo dueño no invierte, o migraciones forzadas a los gigantes, donde Slim te cobra por respirar. ¡Imagina: precios estancados o al alza, cobertura 5G rezagada (México ya es el rezago latinoamericano), y un servicio que, sin competencia, se pudre como cable viejo!
Para los trabajadores, el pánico: ¿despidos masivos en las 1,200 torres y centros de datos? La empresa calla, pero el SAT ya afila los dientes por el 30% de ISR sobre ganancias de capital –un mordisco fiscal que duele en Palacio, donde la CRT (nueva reguladora) y la CNA (antimonopolio) enfrentan su primera prueba de fuego para evitar un duopolio asfixiante. ¡Pero el golpe maestro, lector, es para la competitividad mexicana! Telefónica deja un hueco que podría llenar Millicom (Tigo) o fondos privados, pero sin su músculo, el despliegue de fibra y 5G se atrasa, y México se hunde más en el foso digital: mientras EE.UU. invierte 11,300 millones de euros en telecom, Europa apenas 700, ¡y nosotros? Un circo regulatorio que espanta la inversión extranjera. Sheinbaum, con su «plan por la paz económica», ve cómo este éxodo –parte de una ola que ya se llevó operaciones de Argentina, Perú, Uruguay y Ecuador– erosiona la soberanía digital. ¿Oportunidad para OMV locales? ¡Jaja! Más bien, un festín para Slim, que consolida su imperio mientras el IFT mira de lado. Y en la bolsa: Telefónica cayó como plomo en el Ibex 35, borrando ganancias 2025, y aquí el IPC tiembla ante la incertidumbre. ¡En fin, México pierde un jugador que, pese a sus tropiezos, inyectó competencia y modernidad! ¿Revivirá el sector con un comprador audaz, o se convertirá en feudo de los eternos?
La 4T debe actuar; regula con mano firme, o este adiós será el epitafio de un mercado que soñó con ser global. ¡Que no nos dejen colgados del teléfono, porque la factura la pagamos todos!
¿Y tú, lector, ya buscas portabilidad? ¡El cable se corta, pero la rabia queda enchufada












