POR: EL HUSMEADOR, COLUMNISTA SIN FUERO NI PIEDAD

¡ACOSO EN EL ZÓCALO¡: LA PRESIDENTA MANOSEADA Y LA 4T PROTEGE A SUS VIOLADORES!
¡Extra, Extra, atención, lector escandalizado! ¡Aquí viene el escándalo que hace temblar los pasillos del Palacio Nacional y las bancadas guindas! Ayer, 4 de noviembre de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum, esa mujer que prometió «llegamos todas» para romper techos de cristal y cadenas machistas, salió a dar su clásico baño de pueblo por el Centro Histórico de la CDMX. ¿El resultado? Un tipo supuestamente ebrio y desquiciado, Uriel Rivera Martínez –apodado ya en las redes como «el loquito del Zócalo»–, se le coló por la espalda, la abrazó como si fuera su conquista de fin de semana, le plantó un beso en el cuello, le metió mano sin pudor. ¡Todo grabado en video, viral en medios y redes sociales, compartido por millones que gritaron de asco y furia! Sheinbaum, con esa estoicidad que la caracteriza, se zafó sin un grito, pero el daño estaba hecho: un recordatorio brutal de que ni siquiera la jefa de la nación escapa al acoso callejero que azota a México como plaga bíblica. Hoy, 6 de noviembre, el tipo ya está tras las rejas, detenido por la SSPC y la SSC capitalina, y la Fiscalía de Delitos Sexuales lo tiene en la mira por abuso sexual flagrante. ¡Bien por la ley, que al fin mordió! Pero el coro de indignación no se hizo esperar. Clara Brugada, jefa de Gobierno y flamante alcaldesa electa, soltó en redes: «Si nos tocan a una, nos tocan a todas. ¡Presidenta, no estás sola!». Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres ¡ironía del destino, ella ha visto de todo en Morena! , encabezó un pronunciamiento colectivo con las instancias estatales de género: «A la presidenta la cuida el pueblo, pero el respeto debe ser la primera forma de cuidado». Otras morenistas como Martha Lucía Micher y Anaís Burgos se sumaron al repudio, exigiendo «todo el peso de la ley» contra acosadores y violadores. ¡Bravo, señoras! En un país donde el 70% de las mujeres han sufrido violencia –según el Inegi–, estas voces suenan como un himno feminista. Sheinbaum misma, en su mañanera de ayer, denunció el hecho ante la FGJ-CDMX y lo catalogó como «algo que vivimos todas las mujeres en México», pidiendo una revisión nacional para tipificar el acoso en todos los estados y lanzar una campaña antiagresiones. ¡Suena prometedor, ¿verdad? ¡Como si la 4T estuviera al fin despertando del letargo machista!
Pero, ¡alto ahí, lector! ¡No se trague el cuento entero! Porque mientras Brugada y Hernández claman justicia para la presidenta, ¿dónde rayos estaba esa misma furia cuando los violadores de su propio partido –esos intocables guindas– pisoteaban a víctimas anónimas sin que nadie moviera un dedo? ¡Hipocresía pura, de la que apesta a Palacio! Tomemos el caso del diputado Cuauhtémoc Blanco, el exfutbolista convertido en morenista de hueso colorado. Su hermanastra, Nidia Fabiola Blanco, lo denunció en 2024 por intento de violación en Morelos. ¡Pruebas, testigos, todo! La Fiscalía morelense pidió su desafuero en marzo de 2025, pero ¿qué hizo la mayoría de la 4T en San Lázaro? ¡Lo blindaron con 291 votos! Morena, PT, PVEM y hasta el PRI se aliaron para desechar el procedimiento. Mujeres marcharon en la Glorieta de las Mujeres que Luchan gritando «¡A juicio Cuauhtémoc!», pero nada. ¡Impunidad total! Blanco sigue en su curul, cobrando su dieta si asiste a trabajar y burlándose de la ley, mientras su nombre ya figura en el Registro Nacional de Violentadores por Género por acosar a la exdiputada Juanita Guerra. ¿Dónde estaban Brugada y Hernández exigiendo «todo el peso de la ley» para él?¡Y no para ahí la galería de horrores guindas! Félix Salgado Macedonio, el «Toro» de Guerrero, senador morenista con dos denuncias por violación que datan de los 80 y 90 –¡una de Basilia Castañeda, que lo acusó de abuso en 2016! –. ¿Resultado? Impunidad al 99%, como dicta la estadística nacional de delitos sexuales. Morena lo postuló a gobernador en 2021 pese al escándalo, y AMLO lo defendió como «calumnias de la derecha». Hoy, en 2025, Salgado sigue en el Senado, nepotista empedernido –¡hasta logró meter a su hija en la jugada! –, y las víctimas esperan justicia en vano. ¿Y los otros? ¡Una plaga! En las elecciones judiciales de 2025, candidatos morenistas como Francisco Martín Hernández Zaragoza, aspirante a magistrado en Jalisco, arrastran denuncias por acoso sexual y corrupción. O Erick Javier Martín Salas, propuesto para magistrado penal en CDMX, acusado de hostigamiento laboral y sexual contra abogadas en Segob. ¡Y ni hablemos de los 20+ morenistas en boletas pasadas con sombras de abuso: ¡Alfonso Vázquez por violación, Guillermo Villaseñor por acoso en Guanajuato! Morena los registra, los avala, y la impunidad reina porque «no hay sentencia firme». ¡Ja! En México, del 99% de impunidad en feminicidios y violaciones, ¿cuántas sentencias firman para los suyos? ¡Cero!¡Ahora sí, con la mano manoseada de su presidenta, se armó el grito de guerra! Brugada tuitea solidaridad, Hernández convoca IMEFs, y Sheinbaum promete campañas. ¿Pero será en serio, o puro teatro para la foto? ¿Desaforarán por fin a Blanco, a Salgado y a la legión de acosadores guindas para que enfrenten a la justicia como criminales comunes? ¿O seguirán protegiendo a los suyos con el manto de la «presunción de inocencia» que tanto critican en la oposición? La 4T, que llegó con promesas de «no más impunidad», ha blindado más violadores que el PRI en sus peores días.
¡Es hora de que los diputados de la mayoría –esos 291 traidores al feminismo– se avergüencen y voten desafueros! De lo contrario, señoras Brugada y Hernández, su «si nos tocan a una» sonará a eco vacío, y el machismo seguirá reinando en Palacio. ¡Que caiga todo el peso de la ley, pero de verdad! ¿O solo para los de afuera?¡Atentos, México!
Si no limpian su casa, el escándalo los alcanzará. ¡Y que tiemble la 4T!












