Congreso del Edomex presume inclusión, pero olvida la Pobreza Rural

Mientras los diputados celebran reformas para garantizar el acceso de migrantes a programas sociales, en las comunidades rurales del Estado de México miles de familias viven sin empleo, bajo la amenaza de la extorsión y sin apoyos reales del gobierno estatal.
Fernanda Ruíz
TOLUCA, Méx.En comisiones, el Congreso mexiquense avaló una reforma a la Ley de Apoyo a Migrantes que permitirá a este sector acceder a programas sociales y de salud. Los legisladores de Morena y sus aliados calificaron la medida como un “acto de justicia y equidad”, aunque en buena parte del territorio mexiquense las necesidades más urgentes siguen sin resolverse.
Durante la reunión de las comisiones de Apoyo y Atención a las Personas Migrantes, y de Desarrollo y Bienestar Social, el diputado Edmundo Luis Valdeña Bastida (Morena), autor de la iniciativa, sostuvo que la medida busca reconocer la aportación de las y los migrantes a la economía y cultura del estado. “Se trata de fortalecer el tejido familiar y comunitario”, afirmó.
En respaldo, los legisladores Esteban Juárez Hernández y Yareli Anai Esparza Acevedo calificaron la reforma como un avance histórico hacia la inclusión, en sintonía con la política federal México te abraza, promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
A pesar del tono triunfalista en el Congreso, la situación en los pueblos y comunidades rurales del Estado de México refleja una realidad muy distinta. En municipios del sur y norte de la entidad como Zacualpan, Sultepec, Villa Victoria o San José del Rincón, los habitantes enfrentan falta de empleo, bajos ingresos y violencia generada por grupos delictivos que extorsionan a productores, transportistas y comerciantes.
La migración, lejos de ser una elección, es muchas veces la única salida ante el abandono institucional. Jóvenes y adultos dejan sus comunidades para buscar trabajo fuera del país o en otros estados, mientras las autoridades locales y estatales se limitan a replicar los lineamientos federales sin atender las causas de fondo del rezago rural.
“Es necesario garantizar que los apoyos lleguen realmente a quienes los necesitan”, admitió la diputada Honoria Arellano Ocampo (PVEM), al reconocer que muchos programas sociales “todavía no se han resuelto en su totalidad”.
Mientras en Toluca los legisladores se felicitan por aprobar reformas “humanitarias”, las familias rurales siguen esperando soluciones concretas: caminos, seguridad, empleos y precios justos para sus cosechas.
Los programas sociales llegan tarde o nunca, y las políticas de bienestar se concentran en discursos y anuncios legislativos. En contraste, los habitantes de las comunidades más apartadas viven la desigualdad en carne propia.
Los diputados mexiquenses parecen más interesados en alinearse con la agenda federal que en atender las urgencias locales. En los hechos, la justicia social que pregonan no alcanza a quienes más la necesitan.












