YouTube está listo para poner en marcha el mayor proyecto de reconstrucción de vídeo la historia. Y sí, utilizará IA

YouTube nació en 2005 y, desde entonces, se ha convertido en el archivo audiovisual más grande de la historia reciente. Durante años, millones de usuarios subimos vídeos en 240p o 480p porque era lo que permitían las cámaras, las conexiones y los dispositivos del momento. Ese material no pierde valor por tener baja resolución: hay piezas extraordinarias que siguen siendo referencia. Pero hoy las pantallas son mejores, el sonido importa más y esa diferencia se nota. Así que ahora llega un intento de actualizar esa experiencia sin borrar el pasado.
Un océano de vídeos. El catálogo de YouTube no es grande: es descomunal. Las cifras publicadas por electroiq sitúan el total en torno a 4.300 millones de vídeos en 2025, tras una etapa en la que el formato Shorts empujó las subidas hasta niveles nunca vistos. Solo en 2023 se añadieron unos 800 millones. Ese impulso se ha templado, en parte por controles sobre contenido repetitivo y una menor fiebre por los clips cortos, pero la tendencia se mantiene. Si el ritmo actual continúa, el servicio podría superar los 10.000 millones de vídeos antes de 2030.
YouTube empieza a “reconstruir” sus vídeos. YouTube ha anunciado que empezará a mejorar automáticamente los vídeos subidos en resoluciones entre 240p y 720p, elevándolos a calidad HD mediante inteligencia artificial. El proceso no elimina los archivos originales ni modifica el vídeo base: se trata de una versión alternativa visible bajo la etiqueta “super resolution”. Los creadores podrán decidir si quieren que se aplique y los espectadores conservarán la opción de ver el contenido en su resolución original. Es una medida que busca modernizar el archivo sin alterar su autenticidad.
Objetivo: 4K. La hoja de ruta es clara. Tras comenzar con vídeos por debajo de 1080p, YouTube quiere que la mejora automática también alcance resoluciones 4K “en el corto plazo”, de acuerdo con su anuncio. Para respaldar ese salto, ya se están probando subidas más pesadas con algunos creadores y las miniaturas podrán llegar también a 4K, gracias a la ampliación del límite de archivo de 2 MB a 50 MB. Todo apunta a un intento de la plataforma para que tanto el contenido como su presentación estén a la altura de los paneles actuales.

El audio también sube de nivel. La modernización del catálogo no se queda en lo visual. YouTube también ha introducido mejoras de audio automáticas que ajustan la mezcla y mantienen un volumen más uniforme entre distintas escenas. Estas mejoras automáticas se agrupan bajo la función “Stable volume”, que el espectador puede activar o desactivar según su preferencia. Con ello, la compañía busca evitar que los saltos de sonido rompan la experiencia, algo habitual en vídeos antiguos o grabaciones con equipos básicos.
No será para todos los vídeos. YouTube aclara que estas mejoras no se aplicarán de forma indiscriminada. Solo afectarán a los vídeos subidos en baja resolución que no hayan sido previamente remasterizados a 1080p o superior. Además, como ya mencionamos, los creadores pueden decidir desde YouTube Studio si desean que la plataforma aplique mejoras visuales o de audio a sus futuras subidas. Es una medida que busca evitar distorsiones no deseadas y dar margen a quienes prefieren mantener su contenido exactamente como fue publicado. Si se desactivan estas mejoras para el canal, es posible que los espectadores no puedan usar funciones como “Stable volume” o “Super resolution” en esos contenidos.
El reescalado ya no vive en tu televisor. Muchos televisores incluyen sistemas propios para mejorar la imagen, pero el planteamiento de YouTube es distinto. En vez de aplicar el reescalado en el dispositivo, la plataforma lo hace en la nube, lo que le permite procesar millones de vídeos de forma consistente sin depender del hardware del usuario. Además, el espectador puede elegir entre la reproducción original o la versión mejorada desde el menú de calidad, con una opción visible y explícita en la interfaz.
Catálogo, descubrimiento, legado. Para los creadores, esta actualización tiene una ventaja inmediata: no necesitan volver a subir vídeos antiguos para que se vean mejor en pantallas actuales. El archivo permanece intacto y la mejora se aplica como una capa adicional, respetando el original. Esto puede ayudar a que piezas valiosas de hace años ganen presencia, sin alterar su esencia. El espectador, por su parte, recibe una experiencia más homogénea y la posibilidad de elegir cómo ver cada contenido.
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