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La tendencia de echar proteína al café nació en TikTok. Y el capitalismo ha tomado nota de este "café funcional"

Beber café es algo muy personal. Puedes hacerlo porque te guste su sabor, porque quieras aprovecharte de sus beneficios para la salud o hasta porque quieras ese ‘chute’ de cafeína. También es una bebida social con ese clásico “nos echamos un café”, pero de unos años a esta parte, el café también se ha convertido en una bebida funcional. ¿Motivo? La necesidad de añadir proteínas a todo.

Y las cadenas de café no han tardado en surfear la tendencia.

El ‘profee’. Las proteínas son uno de los pilares de una dieta equilibrada, pero si hacemos deporte intenso y de forma regular, su ingesta se convierte en algo esencial. Lo ideal es conseguirla de los alimentos, pero la proteína en polvo (sea vegetal o de suero de leche) es una manera rápida y sencilla de aumentar los gramos diarios. Lo “normal” es hacerse un batido, pero en 2021 apareció una tendencia en TikTok: la del ‘profee’.

Básicamente, es la combinación entre ‘protein’ y ‘coffee’ y es lo que te estás imaginando: enriquecer un café con proteína en polvo.

Hackeando el café. Denominados como ‘broistas’, un término que puede ser algo despectivo y que combina ‘gymbro’ con ‘barista’, había quien acudía directamente a una cafetería, pedía un café largo y lo mezclaba con su batido de proteínas. 

Aquí la búsqueda es convertir el café en una bebida estrictamente funcional que aporte la cafeína que permita rendir más durante la sesión de entrenamiento, quemar más grasa si ese entrenamiento va a ser de cardio y añadir unos gramos más de proteínas al conteo diario.

café de proteínas

Carta del Dutch Bros

Dutch Bros. Evidentemente, las cafeterías han tomado nota. Toda la industria alimentaria, de hecho, lleva años subida al carro de la alimentación proteica, con un etiquetado muy particular y precios más altos en alimentos que tienen uno o dos gramos más de proteínas por cada 100 gramos que la versión sin potenciar (siendo una cantidad ridícula). Y, como decimos, las cafeterías no han querido perder ese tren del culto al cuerpo.

Si la gente viene, pide un café y lo añade a sus proteínas, ¿por qué no ofrecer ya el combinado directamente? Así, a comienzos de 2024, la cadena cafetera Dutch Bros -competencia muy directa de Starbucks, al menos en suelo estadounidense- lanzó una serie de bebidas proteicas. Cafés como el Salted Caramel Protein Latte o el Salted Caramel Protein Mocha cuentan con 20 gramos de proteínas y no tienen azúcares añadidos.

La clave es su leche de proteínas reducida en grasa a la que han añadido proteínas -caseína-, y poco a poco han ido abriendo el abanico de versiones proteicas de sus cafés más populares.

Starbucks. También en el oeste estadounidense, pero algo más al norte, resonó esto del café de proteínas. Starbucks no se iba a quedar de brazos cruzados mientras los clientes demandaban algo que la competencia ya estaba ofreciendo, y hace apenas una semanas, lanzaron una línea de bebidas proteicas dentro de su menú.

Depende de lo que se elija, pero hay opciones de espuma de leche que aporta unos 15 gramos de proteínas por bebida en tamaño grande, hasta otras que usan leche con proteína de suero de leche -whey- que aporta entre 30 y 35 gramos de proteína por bebida. Como es lógico en Starbucks, hay un montón de bebidas disponibles para elegir y no parece que vaya a ser una moda: ha llegado para quedarse.

Tressie Lieberman es la directora de marca de la compañía y comentó que se trata de algo que “responde a la creciente demanda de proteína por parte de los consumidores”. Y otras compañías están preparando sus estrategias, como Peet’s Coffee con su ‘Vitality Menu’ con lattes proteicos.

¿Necesario? Ya se estima que el mercado de este café funcional está valorado en los 4.000 millones de dólares y que alcanzará los más de 14.700 millones de cara a 2034. Es la consecuencia de ese mencionado culto al cuerpo, sobre todo en consumidores más jóvenes, debido a que es una ayuda para llegar a los gramos de proteínas necesarios de forma más sencilla.

Sin embargo, hay quien se muestra escéptico. Ingerir proteínas, sobre todo si se realiza una práctica deportiva, está bien, pero nutricionistas ya advierten que, si bien es un nutriente esencial, la proteína “no debería tratarse como polvo de hadas que espolvoreemos sobre todo”. 

Al final, todo depende de las necesidades nutricionales de cada uno y de lo cómodo que resulte un batido… o el placer de obtener esas proteínas de la comida.

Imágenes | Xataka, 

En Xataka | En el siglo XVI se creía que el café era una bebida satánica. Así que el Papa Clemente VIII decidió «bautizarlo»

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