Estado de México

Cáncer de Mama en el Edomex: De la Sensibilización de Delfina Gómez  al Abismo de la Federación  que Traiciona a las Mujeres.

Delfina intenta responder con foros y reconstrucción mamaria gratuita, pero sin medicamentos federales, sus esfuerzos por nobles que sean, como el de «Trenzatón» son insuficientes. 

STAFF

Toluca, Estado de México, 23 de octubre de 2025 – En pleno Mes Internacional del Cáncer de Mama, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez se ha erigido como un faro de empatía y acción, multiplicando esfuerzos para sensibilizar y apoyar a las mujeres mexiquenses en su lucha contra esta enfermedad. Hoy mismo, en un evento en vivo transmitido por redes sociales bajo el nombre «Trenzatón» un símbolo poderoso de tejer lazos de solidaridad entre mujeres, Delfina, como maestra y mujer que conoce de cerca las batallas femeninas, compartió testimonios de sobrevivientes, promovió la autoexploración y reiteró su compromiso con campañas preventivas. Es un gesto digno de aplauso: en un estado donde el cáncer de mama azota con 941 defunciones anuales en mujeres, su liderazgo no solo informa, sino que une, recordándonos que la prevención es un acto de sororidad colectiva. Pero, ¿basta con trenzas simbólicas cuando el sistema federal deja cabos sueltos? Mientras Delfina teje redes de apoyo, el legado de AMLO deshilacha la atención real, con recortes que condenaron a miles como Laura una costurera de Nezahualcóyotl  y que ve su cáncer avanzar por un desabasto que clama venganza. 

Los datos no mienten; en México, el cáncer de mama mata a 23 mujeres al día, un 70% más que hace diez años, con 8,034 defunciones en 2023 –7,992 femeninas–, según INEGI y la Secretaría de Salud. En el Edomex, con 17 millones de habitantes, la incidencia es alarmante.

La Jornada Preventiva “Ámate, Tócate y Cuídate” de Delfina detectó 1,238 casos nuevos en 2025 con 10,748 mastografías y 82,941 exploraciones clínicas. El ISEM ofrece unidades como la de Toluca, con horarios extendidos hasta las 20:00 los fines de semana, y el ISSEMyM reportó 423 casos atendidos en 2025, con 44,187 exploraciones.

 La Fundación CLAUM, apoyada por la Junta de Asistencia Privada del Edomex (JAPEM), brinda terapia y nutrición a mujeres de bajos recursos, pero depende de donativos limitados. El plan de Delfina, integrado al IMSS-Bienestar, busca universalizar la atención, pero el desabasto federal lo sabotea todo, en 2023, se dejaron de surtir 2 millones de recetas oncológicas, y para 2025-2026, licitaciones canceladas amenazan con agravar la escasez de fármacos claves como tamoxifeno y trastuzumab. El abandono de AMLO es el epicentro de esta tragedia. Sus recortes al Fonsabi –157 mil millones redirigidos a la Tesorería sin rastro– desmantelaron la infraestructura oncológica. El gasto en cáncer en el IMSS cayó 29.1% de 8,452 millones en 2022 a 5,990 millones en 2023, dejando al país con solo 42 aceleradores lineales para radioterapia. 

En el Edomex, 80 mil mujeres en edad de riesgo, como Laura, enfrentan esperas interminables, con el 97% de atenciones oncológicas suspendidas en algunos centros por falta de insumos. Mientras el gobierno prioriza el Tren Maya (138 mil millones en 2023) sobre la salud, la ONU y México Evalúa exigen inversión en detección y tratamiento. Delfina intenta responder con foros y reconstrucción mamaria gratuita, pero sin medicamentos federales, sus esfuerzos –por nobles que sean, como el de «Trenzatón»– son insuficientes. 

Una luz en la oscuridad en el Edomex es el Centro Oncológico Estatal del ISSEMyM (COE), inaugurado en 2005 en Toluca como el único hospital especializado en oncología en el Edomex, atendiendo a más de 37,500 pacientes en 20 años, con 900 mil consultas y 85 mil cirugías acumuladas. Equipado con vanguardia tecnológica –dos aceleradores lineales para radioterapia (inversión de 100 millones de pesos cada uno), un tomógrafo PET-CT (uno de solo 12 en México), búnkeres nucleares, sala de imagen con 64 cortes, Unidad de Trasplantes de Médula Ósea (35 millones de pesos) y la primera Unidad de Mezclas para antineoplásicos en el estado–, el COE atiende 400 pacientes diarios, incluyendo 1,500 quimioterapias, 250 cirugías y 700 radioterapias mensuales. Reconocido como el noveno hospital mejor equipado en México por Hospirank y avalado por el INCAN para cuidados paliativos, ofrece atención multidisciplinaria en más de 100 tipos de cáncer, con 18 residentes en formación. Durante la vigencia del Seguro Popular (2003-2019), el COE abrió sus puertas a la población no derechohabiente: el 15% de sus pacientes provenían de este programa, canalizando unos 4,050 casos anuales (de 27 mil totales hasta 2018), además de 40 niños complejos del IMIEM, en un modelo mixto que cubría tratamientos gratuitos por convenio federal-estatal, con costos asumidos por el Seguro Popular estimados en 50-100 millones de pesos anuales por oncología en el Edomex. Hoy, con el fin del Seguro Popular, esta apertura se ha restringido, exacerbando la crisis federal y dejando que iniciativas como «Trenzaron» brillen en lo simbólico, pero choquen contra la pared de la realidad.

Otros estados muestran caminos más efectivos. Nuevo León, con una mortalidad de 28.1 por 100 mil mujeres (2021), ofrece mastografías gratuitas en 50 unidades y agendamiento 24/7, detectando 15 mil casos anuales. Jalisco, con 17+ defunciones por 100 mil, invierte en su Centro Oncológico Estatal y el programa Joven & Fuerte con el Tecnológico de Monterrey, atendiendo 300 casos de cáncer hereditario al año con 17 aceleradores. En CDMX, Clara Brugada aumentó el gasto oncológico 15% en 2025, con 1,000 mastografías móviles y clínicas que detectan el 20% de casos en estadio I, contra el 5-10% nacional. Estos estados, con tasas altas, avanzan mediante alianzas público-privadas, mientras el Edomex se ahoga en la burocracia federal. En San Antonio, Texas, el programa Wings es un faro. Desde 1999, fundado por Terri Jones y Kathryn Stafford, cubre tratamiento integral gratuito –cirugía, quimio, radiación, prótesis, terapia psicológica– para 200 mujeres al año, todas de escasos recursos, sin importar el país de donde vengan y sin seguro, con donaciones de 500 mil dólares de empresas como H-E-B, USAA y Ford más el  apoyo de políticos como Ted Cruz y Ron Nirenberg, que gestionan 10 millones estatales para oncología. 

En el Edomex, CLAUM sobrevive con 200 mil pesos de donativos locales, sin el músculo corporativo de Wings. El “Modelo Universal contra el Cáncer de Mama” de Claudia Sheinbaum, con 8 mil millones para 32 centros y 1,000 mastógrafos, suena esperanzador, pero no borra el daño de AMLO ni salva a Laura y las 1,238 mexiquenses diagnosticadas en 2025. 

Delfina Gómez, con eventos como «Trenzaron», teje esperanza; ahora debe presionar al centro para desatar el nudo federal: revertir recortes, transparentar licitaciones y forjar alianzas como las de Wings. Porque las mujeres del Edomex no necesitan solo palabras; necesitan vidas salvadas.

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