Estado de México

 Hasta ahora se dan cuenta los Diputados  del Edomex

Una iniciativa tardía contra el matrimonio infantil, empujada por la presión pública más que por convicción política

Fernanda Ruíz

En el Estado de México, donde los discursos de avanzada conviven con realidades profundamente conservadoras, el matrimonio infantil ha sido una práctica ignorada, minimizada o tolerada por las propias autoridades durante décadas. Hoy, de pronto, se convierte en causa legislativa.

La bancada del PAN, con respaldo de diputadas y diputados de Morena y el PVEM, impulsa una reforma que propone penas de hasta 22.5 años de prisión para quienes obliguen o consientan relaciones de hecho entre menores de edad. La iniciativa, tan necesaria como tardía, llega luego de que 984 carpetas de investigación por abuso sexual vinculadas a uniones forzadas se abrieran en el estado solo en 2024.

¿Hasta ahora se dieron cuenta?

¿Dónde estuvieron todos estos años los legisladores que hoy se indignan en las comisiones?

En el Hospital de Las Américas, en Ecatepec, 840 de cada 1,200 nacimientos mensuales son de madres menores de edad. El matrimonio infantil, lejos de ser una costumbre rural aislada, es una práctica vigente y peligrosa en zonas urbanas como Neza, Toluca y Naucalpan.

Y aunque ha sido visible por años, el Congreso local se mantuvo en silencio, sin endurecer penas ni prevenir desde la raíz.

No es exagerado decir que buena parte de la clase política mexiquense fue cómplice por omisión. La legislación actual apenas contempla de dos a cuatro años de cárcel por estos delitos. La reforma del PAN –ahora respaldada por todas las bancadas progresistas– propone aumentar la pena hasta 22.5 años en casos agravados. El cambio es urgente, pero la urgencia no justifica el olvido anterior.

Resulta revelador que partidos como Morena o el PVEM, que han gobernado municipios clave y presumen compromiso con los derechos humanos, hayan esperado a que el problema colapse en cifras para actuar.

Peor aún, que sean los mismos legisladores que guardaron silencio en el pasado, quienes ahora se sumen con entusiasmo a una propuesta que les evita quedar como ajenos al tema.

Legislar bajo presión social y mediática es una forma de lavado político que ya no engaña a nadie.

El problema del matrimonio infantil no se resuelve con cárcel únicamente. Exige:

  • Investigación a funcionarios del Registro Civil que avalaron uniones ilegales.

  • Castigo a padres, tutores o líderes religiosos que entregaron menores a adultos.

  • Atención médica, psicológica y educativa a las víctimas.

  • Políticas públicas transversales que impidan que esto vuelva a repetirse.

Sin eso, esta reforma será solo una medida reactiva, no un cambio estructural.

Bienvenidas las iniciativas que protejan a niñas, niños y adolescentes. Pero es justo decirlo:

el matrimonio infantil se combatió desde las calles mucho antes que desde el Congreso.

Ahora que los diputados se dicen indignados, toca recordarles que la justicia no puede construirse sobre el olvido institucional ni sobre aplausos legislativos tardíos.

El Edomex no necesita más discursos con rostro humano. Necesita leyes con memoria, aplicación y vergüenza.

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