Un coche eléctrico es un 54% más barato de mantener que uno de combustión. Y puede no compensar porque el dato tiene truco

El coste de un coche no es lo que pagas por él, es la suma de muchos otros factores. Es lo que te cuesta llenar el depósito, lo que te cuesta repararlo y, por qué no, lo que recuperas una vez has decidido deshacerte de él. ¿Hay motivos para pasarse al eléctrico? Sí, muchos.
También para quedarse en la combustión.
Depende de lo que valores.
El dato. Un coche eléctrico ahorra hasta un 54% en mantenimiento en comparación a un gasolina equivalente. Esas son las cuentas de Autobild que están corriendo en los últimos días entre los medios de comunicación. Su comparación apuntaba a un Volkswagen ID.3 con un Volkswagen Golf VII 1.6 TDI de 2016 y un Volkswagen e-Golf, igualmente, de 2016.
¿Por qué un coche eléctrico tiene menos autonomía que la que anuncian
El resultado es que mantener el coche eléctrico era entre un 40 y un 54% más barato que las versiones con motores de combustión. Según sus cálculos, las revisiones de la versión diésel iban desde los 393 euros hasta los 547 euros. El híbrido enchufable tenía un precio en sus revisiones de entre 161 euros y 275 euros.
El libro de mantenimiento del eléctrico obligaba a mantenimientos de entre 200 y 300 euros. Eso sí, las paradas eran menos habituales y, según sus cálculos, con el paso de los kilómetros el eléctrico puro era entre un 40 y un 54% más barato que sus «hermanos» de combustión.
¿Por qué? Dan varios motivos. En primer lugar, como hemos visto, porque las revisiones son menos costosas y menos habituales. En ellas hay que sustituir menos componentes por lo que es necesario invertir menos dinero.
Entre sus cuentas están los cambios de aceite (casi inexistentes entre los coches eléctricos), la ausencia total de posibles averías de un motor de combustión y también la sustitución de elementos de desgaste: correas de distribución, bujías, filtro de partículas…
Además, señalaban que algunos elementos sufren menos desgaste con el paso de los años y los kilómetros. Por ejemplo, pronostican una vida útil más larga a los frenos de disco porque, sobre todo en ciudad, la mayoría de las frenadas las absorbe la frenada regenerativa.
Y el día a día. Hay otro hecho invariable: en el día a día, el coche eléctrico es más barato que un gasolina casi siempre. En ciudad, el coche eléctrico consume menos que un gasolina o diésel. Este, además, se expone a un mayor número de averías con los encendidos y apagados cada pocos kilómetros.
Pero si quieres echar cuentas. Un eléctrico en ciudad puede moverse fácilmente en 10-15 kWh/100 kilómetros. Eso supone que, con una carga doméstica a 10 céntimos/kWh, estamos hablando de entre un euro y euro y medio por cada 100 kilómetros. En ciudad, comparado con un híbrido que consuma 4 litros/100 km hablamos de más de cinco euros de diferencia diarios. Si es un gasolina que en el entorno urbano se mueve en unos 7 l/100 km, la diferencia se va hasta los nueve euros.
Es en las escapadas de larga distancia donde las circunstancias se igualan. Si un coche eléctrico consume 18-20 kWh/100 km y reposta a 0,50 euros/kWh hablamos de entre 9 y 10 euros para hacer 100 kilómetros, cifras muy parecidas a la gasolina. Cargado en un enchufe ultrarápido a unos 0,80 euros, hablamos de que la gasolina o el diésel ganan por mucho.
Sí, pero. Es decir, el coche eléctrico es más barato. Casi siempre, pero no siempre. Primero porque esa priemra comparación que se ha viralizado tiene algo de truco: los datos son de 2021. Las cifras de la electricidad puestas arriba, por ejemplo, son actuales y menos favorables al coche eléctrico. Con todo, como hemos visto, quien utiliza el coche en el entorno urbano es muy probable que le merezca la pena optar por esta tecnología.
Eso sí, los últimos datos que se recogen de ADAC (el RACE alemán) no son tan optimistas. En ese caso hablan de un ahorro de entre el 20 y el 30% a favor del coche eléctrico. Es decir, siguen ganando pero el margen se estrecha.
¿Y sí…? Calcular lo que uno se ahorra con un coche eléctrico no es del todo sencillo. Por ejemplo, ahora mismo puedes echar cuentas de cuánto dinero te ahorrarías en las zonas de estacionamiento regulado en aquellas ciudades donde hay rebajas al estacionamiento. Y puedes echar cuentas pensando que te llegará el Plan MOVES III pero, en algunas comunidades autónomas, esto no es del todo seguro.
Pero no solo eso, a la hora de calcular lo que cuesta un coche podemos tener en la cabeza su precio de venta, si existe un sobreprecio para la versión eléctrica, el ahorro esperado con nuestro tipo de uso y los kilómetros a recorrer… pero, ¿qué pasa si queremos vender el coche?
En ese caso, el coche eléctrico parece que sale perdiendo. En estos momentos, es una tecnología que se devalúa rápidamente porque las baterías se degradan con el paso del tiempo (la autonomía se reduce) y las innovaciones están dejando obsoletos a coches en muy poco tiempo al tiempo que los nuevos modelos reducen sus precios. Es decir, el mercado de segunda mano lo tiene todo para seguir perdiendo dinero con el coche eléctrico.
Entonces, ¿qué hago? Lo primero que te recomendamos en Xataka es que tengas muy claro qué tipo de uso vas a hacer del vehículo. Ser lo más racional posible o, al menos, tener muy claro lo que valoras por encima de todo. Si quieres un coche pasional y el dinero no te importa, hazte con el vehículo que más te guste.
Aquí, sin embargo, estamos para hablar de dinero. Si quieres un coche ajustado, calcula los kilómetros diarios a recorrer, los tipos de salida que haces y haz cálculos del tamaño de batería que necesitas. Eso sí, si un coche pequeño con 50-60 kWh de capacidad son suficientes, ten muy en cuenta que tendrás que hacer concesiones cuando viajes. En ese caso, el precio a tu tiempo lo pones solo tu.
Con todo esto en mente, echa las siguientes cuentas:
- Coste del vehículo de gasolina y el eléctrico: para calcular el sobreprecio
- Infórmate del gasto esperado en mantenimiento: puedes pedir la información en el concesionario
- Infórmate de cuánto te puede costar poner un enchufe en tu vivienda: y busca la mejor tarifa
- Suma el coste del combustible o electricidad y los kilómetros que haces al año: teniendo en cuenta el posible sobreprecio de la energía cuando vas de viaje
- Analiza si quieres mantener el coche muchos años o cambiarlo a corto y medio plazo y comprueba cuánto se pagan los coches que quieres comprar
Foto | Volkswagen