UAEMéx y su Presupuesto 2026: Entre la transparencia anunciada y los retos estructurales

Este anteproyecto se presenta en un entorno donde muchas universidades públicas enfrentan ajustes presupuestarios, presiones por transparencia y exigencias de mayor impacto social. La UAEMéx busca posicionarse como ejemplo de innovación administrativa, pero aún debe demostrar que puede sostener estos compromisos sin sacrificar calidad académica o estabilidad laboral.
Fernanda Ruíz
Toluca, Méx., 14 de octubre de 2025
El anteproyecto de presupuesto 2026 presentado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) ha sido calificado por sus autoridades como un “ejercicio sin precedentes de transparencia institucional”. Sin embargo, más allá del discurso oficial, este documento también deja ver los profundos retos estructurales que la institución enfrenta para lograr una distribución justa, eficiente y sostenible de los recursos públicos.
Durante la sesión extraordinaria del H. Consejo Universitario, la rectora Martha Patricia Zarza Delgado destacó la intención de fortalecer áreas clave como los 55 espacios académicos, la ciencia, el deporte universitario y la cultura. También se anunció la gratuidad de materiales como antologías para estudiantes de nivel medio superior, mejoras al Potrobús, campañas veterinarias y proyectos en igualdad y cuidados.
No obstante, el planteamiento deja algunas preguntas relevantes:
Aunque se habla de un ejercicio “sin precedentes” en transparencia, el comunicado institucional no detalla los montos específicos, porcentajes asignados ni criterios técnicos que fundamenten la llamada “reingeniería presupuestal”. La falta de acceso a la versión íntegra del anteproyecto limita el análisis ciudadano y universitario. Sin rendición de cuentas cuantitativa, es difícil distinguir entre transparencia y narrativa política.
Si bien el aumento de recursos a los espacios académicos parece positivo, el hecho de que se pretenda cubrir múltiples frentes –desde ciencia hasta deporte, cultura, movilidad, antologías y campañas de salud animal– podría traducirse en una dispersión del presupuesto más que en una apuesta estratégica. ¿Será suficiente el aumento anunciado para impactar realmente en cada área?
Uno de los anuncios más llamativos es la entrega gratuita de antologías al alumnado de nivel medio superior. Aunque responde al principio constitucional de gratuidad educativa, también plantea un desafío logístico, financiero y de continuidad. ¿Está garantizado ese apoyo por parte de los gobiernos estatal y federal? ¿Cuál será el costo estimado y de dónde provendrán los recursos?
Este anteproyecto se presenta en un entorno donde muchas universidades públicas enfrentan ajustes presupuestarios, presiones por transparencia y exigencias de mayor impacto social. La UAEMéx busca posicionarse como ejemplo de innovación administrativa, pero aún debe demostrar que puede sostener estos compromisos sin sacrificar calidad académica o estabilidad laboral.
Una preocupación constante en la comunidad universitaria ha sido la forma en que se construyen y aprueban los presupuestos. ¿Participaron los sectores estudiantil, académico y administrativo en la definición de prioridades? ¿O se trata, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, de una validación formal en Consejo Universitario?
El anteproyecto de presupuesto 2026 de la UAEMéx marca un intento por renovar el discurso institucional en torno a la transparencia y la eficiencia financiera. Sin embargo, para que este esfuerzo no se diluya en anuncios, será indispensable conocer el documento completo, abrirlo al escrutinio de la comunidad y asegurar que las decisiones presupuestales respondan a criterios técnicos y necesidades reales, no solo a compromisos políticos.
La universidad pública debe ser ejemplo de gestión democrática, no sólo de comunicación estratégica.
