Estado de México

Toluca, Ecatepec y Nezahualcóyotl concentran la mayor violencia infantil y juvenil que provoca deserción escolar en Edomex

Por Redacción / Estado de México

Toluca, Méx. — Los municipios de Toluca, Ecatepec de Morelos y Nezahualcóyotl encabezan la lista de localidades del Estado de México con mayor incidencia de violencia infantil y juvenil, una situación que, de acuerdo con autoridades educativas y especialistas, se ha convertido en una de las principales causas de abandono escolar en la entidad.

Según datos del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de México (SIPINNA) y de la Secretaría de Educación estatal, entre los ciclos 2022 y 2024 se registraron más de 3 mil 400 casos de violencia escolar, de los cuales el 88.5 por ciento ocurrieron en educación básica. La mayoría de ellos se concentran en estos tres municipios del Valle de México.

Toluca: acoso y abuso en planteles educativos

Toluca se mantiene a la cabeza en denuncias por acoso escolar, abuso sexual y maltrato docente, especialmente en secundarias y bachilleratos.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) informó que la capital mexiquense es el municipio con mayor número de quejas por violencia sexual dentro de escuelas públicas.

“Hay alumnos que viven con miedo constante. Algunos incluso prefieren dejar de asistir antes que enfrentar la humillación o el acoso diario”, señaló una orientadora de la zona norte de Toluca.

El impacto, advierte, se traduce en desinterés, ansiedad y deserción definitiva.

Ecatepec: la violencia en casa también expulsa

En Ecatepec, la violencia familiar y comunitaria es un factor directo del abandono escolar.

El municipio tiene una de las percepciones de inseguridad más altas del país y concentra también un número elevado de casos de violencia de género y maltrato infantil.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública, uno de cada cinco adolescentes ecatepenses entre 14 y 17 años trabaja o ha dejado los estudios para apoyar económicamente a su familia.

“La escuela deja de ser prioridad cuando en casa hay miedo o hambre. Muchos jóvenes prefieren buscar empleo o simplemente no regresar”, expresó un profesor de nivel medio superior en San Cristóbal.

Nezahualcóyotl: pobreza, inseguridad y abandono

En Nezahualcóyotl, la violencia entre pares y la inseguridad en las calles agravan la deserción escolar.

Aunque existen programas municipales de prevención, los docentes denuncian un incremento en agresiones verbales, peleas y acoso dentro de los planteles.

“Muchos llegan con problemas desde casa, sin comer o sin apoyo emocional. La violencia se repite en el aula y los alumnos terminan abandonando”, explicó un trabajador social del municipio.

Una herida social que se extiende

El impacto educativo es evidente.

A pesar de que el Estado de México redujo su tasa de abandono escolar en 1.5 por ciento durante el ciclo 2024-2025, los municipios del Valle de México —principalmente Toluca, Ecatepec y Nezahualcóyotl— siguen registrando los niveles más altos de deserción y violencia escolar, según datos del Observatorio Educativo Estatal.

Las consecuencias se reflejan en problemas emocionales, bajo rendimiento académico y pérdida de oportunidades laborales, lo que perpetúa los ciclos de pobreza y exclusión social.

Autoridades llaman a la acción

La Secretaría de Educación estatal reconoció que la violencia infantil y juvenil es un problema estructural que no puede resolverse solo desde las escuelas.

“El reto es reconstruir el tejido social desde la base familiar y comunitaria. Sin apoyo emocional ni entornos seguros, ningún programa educativo será suficiente”, afirmó un representante del SIPINNA.

Entre las medidas propuestas se encuentran:

  • Fortalecer los protocolos de atención y denuncia en escuelas públicas.

  • Ampliar la presencia de orientadores y psicólogos educativos.

  • Promover campañas contra la violencia familiar y el embarazo adolescente.

  • Impulsar becas municipales y programas de permanencia escolar.

Conclusión

La violencia que enfrentan niñas, niños y adolescentes en Toluca, Ecatepec y Nezahualcóyotl es más que un problema escolar: es un reflejo de la crisis social que atraviesa el Estado de México.

Sin una acción integral que involucre a los ayuntamientos, autoridades educativas y familias, la deserción seguirá marcando el futuro de miles de jóvenes mexiquenses

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