Ecatepec

 Violencia y desconfianza empañan la gestión municipal en Ecatepec


 A pesar de los discursos oficiales, la percepción ciudadana muestra un fuerte deterioro en la confianza hacia la presidenta municipal Azucena Cisneros; nueve de cada diez habitantes consideran que vivir en Ecatepec es inseguro.

Valeria Vargas

Ecatepec, Méx. — En el municipio más poblado del Estado de México, la inseguridad y la desconfianza ciudadana se han convertido en las principales marcas del gobierno local. A pesar de los esfuerzos mediáticos y los programas de acercamiento impulsados por la presidenta municipal Azucena Cisneros, la población mantiene una percepción negativa sobre la eficacia de su administración.

Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), más del 90 % de los habitantes considera que vivir en Ecatepec es inseguro. Los delitos más frecuentes son los robos, las extorsiones y los asaltos en transporte público, lo que ha provocado que gran parte de la ciudadanía perciba una ausencia de autoridad efectiva.

La confianza en el ayuntamiento se encuentra en niveles críticos: solo uno de cada diez habitantes cree que el gobierno local es capaz de resolver los problemas comunes. De igual forma, apenas el 30 % de los encuestados manifiesta algún grado de confianza en la policía municipal, reflejo del desgaste institucional que enfrenta el municipio.

En colonias como Jardines de Morelos, Ciudad Azteca, San Cristóbal y San Agustín, los vecinos denuncian la falta de patrullajes, calles en mal estado, luminarias apagadas y un lento tiempo de respuesta ante emergencias. La sensación generalizada, expresan, es de abandono y desprotección.

Aunque el gobierno municipal ha organizado jornadas de atención ciudadana, ferias de servicios y programas de apoyo social, estos esfuerzos no han sido suficientes para contrarrestar el impacto de la violencia ni mejorar la percepción pública.

Analistas en temas de seguridad señalan que la desconfianza institucional agrava el problema: al no creer en las autoridades, la gente evita denunciar, lo que permite que los delitos queden impunes y la violencia se perpetúe.

Así, Ecatepec continúa apareciendo entre los municipios con mayor percepción de inseguridad del país. El reto para la actual administración no solo es reducir los índices delictivos, sino recuperar la credibilidad de una población que se siente cada vez más lejana de sus autoridades.

En este contexto, la presidenta municipal enfrenta una tarea compleja: demostrar con resultados que su gobierno puede responder a las demandas ciudadanas y recuperar la confianza de una sociedad que, por ahora, ve en el ayuntamiento más promesas que soluciones.

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