Estado de México

Preocupa aumento del consumo de drogas entre jóvenes en el Estado de México

Los municipios con más casos de atención y tratamiento son Nezahualcóyotl, Ecatepec, Toluca, Ixtapaluca, Naucalpan, Chimalhuacán, Tlalnepantla y La Paz, que concentran el 65 % de los tratamientos aplicados en el estado.

Valeria Vargas

Toluca, Méx. — El consumo de drogas entre adolescentes y jóvenes del Estado de México se mantiene como un problema de salud pública en expansión. Pese a las campañas de prevención y los programas comunitarios, el número de menores atendidos por adicciones sigue en aumento, y algunos municipios registran niveles de riesgo alarmantes.

De acuerdo con datos de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), más de 153 mil personas fueron atendidas recientemente por problemas de consumo de sustancias en la entidad, siendo los jóvenes de 12 a 29 años el grupo más afectado. Las principales drogas consumidas son alcohol, marihuana, metanfetaminas, cocaína, inhalantes y tranquilizantes sin receta.

Los municipios con más casos de atención y tratamiento son Nezahualcóyotl, Ecatepec, Toluca, Ixtapaluca, Naucalpan, Chimalhuacán, Tlalnepantla y La Paz, que concentran el 65 % de los tratamientos aplicados en el estado.

Entre ellos, Nezahualcóyotl encabeza la lista con 283 casos registrados en un solo trimestre, seguido de Ecatepec, con 233, y Toluca, con 167. Estas cifras reflejan una alta concentración de población juvenil en contextos de vulnerabilidad social.

Un estudio del Instituto Mexiquense contra las Adicciones señala que en municipios como Nezahualcóyotl y Toluca, el 80 % o más de las colonias presentan condiciones de alto riesgo para el consumo de drogas, debido a la desintegración familiar, la violencia y la falta de espacios recreativos.

De acuerdo con reportes de salud mental, muchos jóvenes inician el consumo entre los 10 y los 14 años, lo que agrava las consecuencias a largo plazo. En una encuesta aplicada en secundarias de Naucalpan, 4 de cada 10 adolescentes dijeron haber probado alcohol antes de los 13 años; 9 % reconoció haber consumido marihuana y 7 % admitió el uso de inhalantes o pastillas sin prescripción médica.

Especialistas en salud pública atribuyen el fenómeno a la falta de supervisión familiar, presión social, problemas emocionales y acceso fácil a sustancias. Además, alertan que las drogas sintéticas, como las metanfetaminas, han ganado terreno entre los jóvenes por su bajo costo y disponibilidad.

Las autoridades sanitarias advierten que el consumo de drogas a edades tempranas tiene efectos severos en el desarrollo neurológico, emocional y social. Entre los riesgos más comunes están el abandono escolar, la violencia, los trastornos mentales y, en casos extremos, el ingreso a redes delictivas.

Asimismo, se ha registrado un aumento de más del 300 % en el consumo entre mujeres adolescentes en los últimos años, un fenómeno que preocupa a los especialistas por la falta de centros de atención diferenciada y programas de género.

El gobierno estatal, a través del Instituto Mexiquense contra las Adicciones (IMCA) y los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA), impulsa estrategias para prevenir, detectar y tratar el consumo de drogas. Sin embargo, reconocen que la cobertura sigue siendo limitada frente a la magnitud del problema.

En los municipios con mayor incidencia se han formado Comités Municipales de Salud Mental y Adicciones, que realizan jornadas informativas, talleres escolares y orientación familiar. Aun así, organizaciones civiles sostienen que las acciones son insuficientes y piden fortalecer los programas escolares y comunitarios, así como aumentar los recursos para el tratamiento y la rehabilitación.

La drogadicción juvenil en el Estado de México continúa siendo un reflejo de problemas sociales más amplios: la desigualdad, la violencia y la falta de oportunidades. Expertos coinciden en que atender este fenómeno requiere una política pública integral, que combine educación, salud mental, deporte y cultura como ejes de prevención.

Aunque las autoridades estatales y municipales han reforzado los programas contra las adicciones, el consumo de drogas entre jóvenes mexiquenses sigue creciendo, especialmente en zonas urbanas. La lucha contra la drogadicción juvenil no se gana solo con campañas: exige atención temprana, apoyo psicológico y una red de oportunidades reales que ofrezca alternativas al consumo.

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