Beber agua ya no es suficiente: ahora tiene que ser "funcional", "consciente" y, por supuesto, instagrameable
Hace dos años, las redes sociales se llenaron de vasos gigantes de agua de todos los colores y polvos saborizantes. Aquella moda efervescente se llamó WaterTok: una comunidad digital que transformaba la hidratación en likes. Ahora, el fenómeno ha regresado con otro nombre y un aire más sofisticado: loaded water, o agua cargada con ingredientes que prometen energía, equilibrio y salud digestiva. La diferencia no es tanto estética como de discurso: menos purpurina, más «funcionalidad».
¿La era funcional del agua? Entre la generación Z y el público amante del bienestar ha surgido el loaded water, que a diferencia del WaterTok, se presenta como una evolución «consciente». Para muchos, es una forma de dejar los refrescos y beber más agua: «Me ayuda a consumir mucha más agua de la que normalmente consumo al día», decía una creadora en TikTok. El loaded water reaparece este año como una versión “funcional”: agua a la que se añaden electrolitos, frutas o prebióticos para mejorar el sabor y favorecer la adherencia a la hidratación. No obsante, como los expertos recuerdan el agua sola sigue siendo suficiente para la mayoría de las personas, salvo en casos de ejercicio prolongado o exposición a calor extremo.
Entonces, esta nueva tendencia sería una evolución del agua infusionada tradicional, con un discurso que mezcla nutrición y estética del bienestar. “Si el agua con sabor desplaza bebidas azucaradas, es más saludable”, resume la dietista Fiorella DiCarlo, aunque con un matiz importante: “La deshidratación puede causar fatiga, ralentizar el metabolismo y aumentar los antojos de azúcar, lo que puede llevar al aumento de peso”. Desde esa lógica, el loaded water se convierte en una herramienta para quienes buscan hidratarse mejor sin añadir azúcar.
¿Tanto cuesta beber agua? No hay una viralización sin una verdad incómoda detrás: muchas personas no alcanzan las recomendaciones de hidratación diaria. Según Mayo Clinic, recomienda 15,5 tazas de líquidos al día para hombres y 11,5 para mujeres, recordando que no solo cuenta el agua, sino también frutas y otros alimentos con alto contenido hídrico. Además, el portal médico Cleveland Clinic relaciona la falta de agua con los antojos de dulce, algo que el loaded water promete combatir ofreciendo sabor sin azúcar.
¿Con sabor o sin él? No es una receta fija, ya que puede incluir electrolitos, prebióticos, agua con gas, frutas, hierbas o vitaminas, según las necesidades o el gusto de cada persona. En definitiva, como explica un portal de Fitness, es una forma creativa y funcional de hidratarse, que permite personalizar la bebida según tus objetivos: energía, digestión o simplemente sabor.
El agua normal sigue siendo suficiente para la mayoría de las personas, salvo quienes realizan actividad física intensa o están expuestos a calor extremo. El resto, recuerda la nutricionista Helen Tieu, puede obtener los mismos minerales a través de una dieta equilibrada con frutas, verduras, frutos secos y lácteos.
¿Moda saludable o negocio rentable? La frontera entre bienestar y negocio se difumina con facilidad. En un reportaje para New York times documentaron como el fenómeno #WaterTok disparó las ventas de jarabes y mezclas saborizantes: marcas como Jordan’s Skinny Mixes agotaron sus existencias y duplicaron sus ingresos. Muchas de las creadoras que popularizaron el movimiento incluían enlaces de afiliado a los productos que usaban.
Bajo el misma prisma, loaded water entra dentro de la “estética líquida del bienestar”, donde triunfan las bebidas translúcidas, coloridas y fotogénicas —como la proteína clara—. Lo visual se vende como sinónimo de salud, aunque detrás haya productos ultraprocesados. Y ahí reside la mínima diferencia con un tono más sobrio y «científico», pero en el fondo responde a la misma lógica comercial: convertir el agua en un producto que se pueda etiquetar, promocionar y vender.
Volver a lo esencial. No todos los expertos se suman a la ola de los polvos funcionales. La nutricionista Ángela Quintas defiende el regreso a lo natural y comparte recetas sencillas de aguas saborizadas con pepino, menta, limón o frutos rojos. «Hidratarse no es solo beber agua, es cuidar tu metabolismo, tu piel, tu energía y tu salud desde dentro”, recuerda en declaraciones a La Vanguardia.
Para evitar confusiones, los nutricionistas coinciden en algunos principios básicos: priorizar frutas frescas, hierbas o agua de coco antes que polvos industriales, limitar el sodio y los saborizantes artificiales si se consumen varias veces al día, y ajustar la hidratación a las necesidades individuales. En situaciones de esfuerzo prolongado o calor extremo, los electrolitos pueden tener sentido, pero siempre conviene consultar con un profesional si existen problemas renales o cardiovasculares.
El agua deja de ser invisible. Bajo la apariencia de salud, el loaded water es también una muestra de hasta dónde puede llegar el marketing del bienestar. Si en 2023 el WaterTok convirtió la hidratación en espectáculo, en 2025 el loaded water la ha transformado en negocio. Lo que empezó como un recordatorio para beber más agua, hoy es una industria de colorantes, polvos y promesas. La tendencia pasa, la sed permanece.
Imagen | FreePik
Xataka | No sudas tanto, pero bebes como si corrieras un maratón: la nueva obsesión con los electrolitos