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Lo que está sucediendo en EEUU es un aviso para España: los centros de datos disparando la factura de la luz en las casas

España está apostando muy fuerte por el desarrollo y creación de nuevos centros de datos. El auge de la IA ha contagiado a nuestro país, y aunque eso atrae inversión y capital económico, también puede acarrear problemas serios para los consumidores. En especial uno muy claro: que paquemos más por la luz.

España, cuidado con los centros de datos. En los últimos meses hemos visto cómo crecen los proyectos de construcción de centros de datos en nuestro país. Se estima que en la Comunidad de Madrid habrá una potencia de 1,7 GW en 2030, lo que resulta paradójico, porque es la región con mayor déficit energético de España y la que se está quedando con buena parte de estos proyectos.

Aragón, en otra liga. Aragón tiene tantos proyectos de centros de datos que mostró su decepción cuando supo que el refuerzo de la red eléctrica para esas instalaciones en toda España será de 3,8 GW. Los responsables del gobierno aragonés calificaron la cifra de «escasa», sobre todo teniendo en cuenta que esa región tiene en cartera proyectos que agotarían por sí solos esa capacidad.

EEUU nos enseña el (preocupante) futuro. Una investigación de Bloomberg revela cómo en los últimos cinco años la creación de nuevos centros de datos está haciendo que la factura de la luz suba de forma notable. Esos centros, antes dedicados a expandir la infraestructura en la nube y ahora totalmente enfocados al auge de la IA, están detrás de ese aumento de la factura de la luz. El consumo energético se dispara en estas instalaciones, y acaba afectando los precios de la electricidad en las regiones circundantes.

Precios que casi se cuadruplican. En 2020 los residentes de Baltimore pagaban de media 17 dólares por MW/h. En 2025 ese precio es de 38 dólares por MW/h. En Buffalo la cosa es aún peor, y los precios se han triplicado en cinco años: han pasado de 11 a 33 dólares por MW/h. En las zonas de Estados Unidos cercanas a grandes concentraciones de centros de datos, el precio mayorista de la electricidad ha subido hasta un 267% en los últimos cinco años.

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Los LMP son nodos de la red eléctrica que determinan el precio mayorista de la electricidad. Casi tres de cada cuatro han visto incrementos de precios cuando están cerca de centros de datos. Aquellos que están en zonas más lejanas han llegado a ver sus precios reducidos. Fuente: Bloomberg.

Subida desigual. El estudio revela cómo los precios mayoristas de la electricidad en EEUU han aumentado significativamente en estos últimos años, aunque es cierto que esas subidas se han aplicado de forma desigual a nivel geográfico: ciertas zonas han visto subidas modestas, pero otras han visto cómo la factura de la luz se disparaba y crecía hasta ese citado 267%, cerca de cuadruplicarse.

La condena de los centros de datos. El 70% de los puntos en los que se registraron aumentos de precios se encuentran a menos de 80 kilómetros de centros de datos con actividad significativa. Es un dato que deja claro que el impacto de esos centros de datos sobre la factura de la luz de los residentes es claro. 

Y esto va a más. Las estimaciones actuales, indica BNEF, preven que la demanda de energía de los centros de datos en EEUU se duplicará para 2035 y será la mayor subida de la demanda energética desde los años 60. Así, en diez años esa demanda representará el 9% del total. A nivel global se espera que los centros de datos consuman más del 4% de la electricidad que se consuma en 2035. Si esas instalaciones fueran un país, serían el cuarto en consumo energético, solo por detrás de China, EEUU e India.

Tormenta perfecta. La demanda también está ligada al auge de las criptodivisas, al impulso de la fabricación en EEUU y a la «electrificación de la economía», que incluye áreas como la de los vehículos eléctricos o los sistemas de calefacción doméstica. La retirada de instalaciones mineras tradicionales en zonas como Baltimore no ha hecho sino agravar el problema económico: hay menos suministro energético y más demanda, lo que hace que de nuevo los precios se incrementen. 

El mundo ya sabe lo que se le viene encima y está reaccionando. Lo que está ocurriendo en EEUU ya está provocando reacciones en otros países. 

  • Holanda: las necesidades de agua y energía hicieron que en 2019 el ayuntamiento de Amsterdam impusiera una moratoria para la construcción de nuevos centros de datos. 
  • Singapur: también estableció una pausa para la creación de este tipo de instalaciones entre 2019 y 2022, aunque el gobierno dejó claro que sería más selectivo en futuros proyectos.
  • Irlanda: en 2024 el país alcanzó un hito preocupante. Los centros de datos ya consumían más que los hogares. Pasaron del 5% del consumo total del país en 2015 al 18% en 2022 y al 21% en 2023. El consumo de los hogares representó ese año el 18%. 

La solución: que las Big Tech paguen esa factura. Empresas de servicios públicos en EEUU como Dominion Power tienen claro que «los centros de datos deberían pagar el coste completo de su consumo energético». Las grandes tecnológicas saben muy bien que esas instalaciones plantean una demanda energética extraordinaria, y están investigando soluciones como el uso de reactores SMR para sus centros de datos de IA. La idea es interesante, pero compleja.

Oferta y demanda. España se enfrenta a un futuro en el que la oferta y la demanda energética podrían desequilibrarse como ya está ocurriendo en Estados Unidos. Si los centros de datos comienzan a imponer más y más carga en la red, es razonable pensar que el coste de la electricidad se incremente y provoque el efecto menos deseable para los usuarios: la subida de la factura de la luz. Las renovables podrían ayudar a mitigar el problema, pero solo si la red es capaz de absorber tanto la nueva generación como la nueva demanda masiva de los centros de datos.

Imagen | Microsoft

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