La justicia da la razón a los empleados de Holaluz: no había motivos para eliminar el teletrabajo
Holaluz, la comercializadora de energía con sede en Barcelona, ha sido condenada por el Juzgado de lo Social nº 21 tras su decisión de suprimir el teletrabajo para toda su plantilla.
Esta medida, comunicada a finales de 2024 y efectiva desde enero de 2025, que puso en pie de guerra a su plantilla derivando en la renuncia de más del 30% de los empleados. La empresa justificó la medida por causas organizativas y económicas, alegando una mala situación financiera. La justicia ha dado la razón a sus empleados.
Fue una decisión unilateral. Según desprende de un comunicado publicado por el sindicato CGT, la sentencia judicial llega después de meses de tensión interna y tras la demanda interpuesta de forma conjunta por el sindicato y el comité de empresa de Holaluz.
La justicia ha concluido que Holaluz no aportó evidencia objetiva y medible que respalde la eliminación total del trabajo remoto, y que la decisión vulneró derechos adquiridos de la plantilla, que llevaba cinco años disfrutando de un modelo flexible y tres con el salario congelado.
Teletrabajo reversible, pero negociado. La sala de los Social reconoce que el teletrabajo formaba parte de los contratos de los empleados de Holaluz. Es decir, que esta modalidad no se dio como una medida transitoria o excepcional a raíz de la pandemia.
En esos contratos existía una cláusula de reversibilidad que se reserva el derecho a revisar y evaluar el modelo de teletrabajo bajo circunstancias objetivas vinculadas a la idoneidad del puesto de cada caso individual. Sin embargo, la empresa aplicó la eliminación del trabajo remoto de forma generalizada alegando causas económicas y la necesidad de reorganizar su forma de trabajar.
Además, la sentencia recoge que la empresa actuó con escasa buena fe en la negociación, manteniendo una postura rígida y sin aceptar alternativas como un modelo híbrido consensuado. Esta falta de apertura quedó reflejada en que Holaluz comunicó la decisión a la plantilla antes de cerrar el proceso de diálogo, consolidando así la imposición unilateral del cambio
No fue solo el teletrabajo. En diciembre de 2024, la dirección de Holaluz comunicó a su plantilla que revertiría de forma total el teletrabajo a partir de enero de 2025. Esta decisión no llegó sola ya que se acompañó de la supresión de beneficios para la plantilla como cursos de idiomas y seguro médico.
El conjunto de los cambios producidos en las condiciones laborales de los empleados fue presentado como una Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo (MSCT) para el total de su plantilla. Las negociaciones duraron dos semanas y terminaron sin acuerdo, lo que derivó en la primera huelga en España convocada por la eliminación del teletrabajo.
Obligados a ir a una oficina lejana. La medida afectó especialmente a aquellos empleados que, o habían sido contratados bajo la premisa de teletrabajar o que se habían mudado lejos de la oficina.
La obligación de volver a la presencialidad supuso para muchos nuevos gastos de transporte y desplazamientos largos. Los trabajadores denunciaron públicamente que el cambio buscaba presionar a empleados para que abandonaran la compañía a modo de «ERE encubierto».
Renuncia con indemnización. La resolución judicial no solo declara improcedente la eliminación del teletrabajo, sino que declara como justificadas las extinciones de los contratos de aquellos trabajadores que se dieron de baja por cambios sustanciales en las condiciones de trabajo.
De acuerdo con el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, cualquier empleado que extinga su contrato por este motivo tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de nueve mensualidades. Esto implica que decenas de ex empleados de Holaluz que renunciaron tras la supresión del teletrabajo podrán reclamar ese pago
En su comunicado, el sindicato CGT lo califica como «una victoria importante» para el reconocimiento de los derechos laborales, y asegura que este caso puede marcar un precedente sobre la unilateralidad al suprimir las opciones de teletrabajo en España.
Imagen | Holaluz, Unsplash (myHQ Workspaces)
