Qualcomm compra Arduino: es una llamativa apuesta por el futuro del hardware Open Source

En un evento especial celebrado hoy, Qualcomm ha anunciado la adquisición de Arduino. Aunque no se han desvelado los términos financieros del acuerdo, los responsables de ambas empresas han dejado claro que Arduino seguirá operando de forma independiente.
Estamos ante una apuesta singular de Qualcomm por la filosofía Open Source que desde siempre han defendido en Arduino, tanto en el desarrollo de sus soluciones de hardware como el de su software. Cuidado: no es el único movimiento que Qualcomm ha hecho en este sentido en los últimos años.

No solo eso: aunque con dicho acuerdo Qualcomm se convierte en opción lógica para ofrecer algunos de sus chips en el futuro catálogo de soluciones de Arduino, los responsables de esta firma han aclarado en un encuentro online con periodistas que eso no cambiará su forma de diseñar sus soluciones. Así, seguirán pudiendo optar por chips de otros fabricantes como siempre lo han hecho para plantear así las soluciones hardware que más se ajustan a sus objetivos.
Para Arduino esto supone un voto de confianza absoluto en su proyecto y filosofía. A Qualcomm le aporta diversificación y una puerta de entrada a la comunidad de desarrolladores, entusiastas de este segmento y ese mercado de la electrónica industrial que puede ayudar a diversificar su negocio.
Arduino, cada vez más «pro»
Este acuerdo refuerza además una orientación cada vez más profesional e industrial de las soluciones de Arduino, una transición que lleva ya algunos años en marcha y que desde el punto de vista de negocio parecía inevitable.

Arduino nació como un proyecto académico y muy orientado a entusiastas de la electrónica. Pronto se convirtió en referente del movimiento maker: se usaban microcontroladores de 8 bits limitados pero fáciles de usar y de muy bajo coste, lo que permitió que muy pronto una nutrida comunidad de desarrolladores adoptara su enfoque abierto para popularizar e impulsar el desarrollo de la electrónica Open Source.
Poco a poco el proyecto fue creciendo y planteando su salto a aplicaciones industrales. De su aplicación para creación rápida de prototipos se pasó al desarrollo de placas con chips de 32 bits con mayor capacidad de procesamiento y memoria que daban margen de maniobra para usos más ambiciosos.
Ahí empezaron a popularizarse modelos para IoT y conectividad y a partir de 2016 se comenzó a fortalecer el desarrollo de modelos con aplicaciones industriales. La propia Arduino lanzó la familia Arduino Portenta como parte de esa nueva división «Arduino Pro» dirigida a soluciones de automatización industrial.
Esas nuevas soluciones no han hecho no obstante que desaparezca el espíritu original: las soluciones para las comunidades de aficionados a la electrónica siguen renovándose, y de hecho tenemos con nosotros un primer fruto de esa adquisición de Arduino por parte de Qualcomm.
Arduino UNO Q: un miniPC en toda regla
El anuncio de esta operación ha coincido con el lanzamiento de una nueva placa que han llamado Arduino Uno Q. Estamos ante un producto singular que representa un salto cualitativo importante en la familia Arduino.

Y lo hace sobre todo porque la nueva placa Arduino está basada en un combo llamativo. Por un lado, el microcontrolador (MCU) STM32U585. Por el otro, el microprocesador (MPU) Qualcomm Dragonwing QRV2210.
Este microprocesador que cuenta con una CPU quad-core con núcleos Cortex-A53 hasta 2,0 GHz, 2/4 GB de RAM, 512 KB de caché L2, pero además una GPU Adreno 702 a 845 MHz. Las opciones de conectividad y almacenamiento (eMMC 5.1 integrado, USB 3.1 tipo C, Wi-Fi 5, Bluetooth 5.1) se suman a las ranuras y conectores habituales en las placas de Arduino con las que entre otras cosas ahora podemos conectar cámaras, monitores y dispositivos de audio.
Esta placa permite por ejemplo desarrollar y trabajar con aplicaciones de IA, haciendo que por ejemplo una cámara conectada a esta placa pueda usarse para reconocimiento de imágenes y personas.
Para desarrollar todo este tipo de soluciones Aduino cuenta con su App Lab, un entorno de desarrollo específicamente orientado para poder crear aplicaciones de forma sencilla para estas placas.

Este pequeño miniPC es de hecho justamente eso: un equipo que puede operar de forma totalmente autónoma. Aunque podemos usar el Arduino UNO Q conectado a un portátil o PC de sobremesa para trabajar cn esta placa, también podemos usarla como si fuera un PC en sí mismo.
Basta conectarla a un monitor, teclado y ratón para interactuar con su sistema operativo Debian y con App Lab para desarrollar aplicaciones directamente en este miniPC.

Estamos pues ante un producto que da un salto notable en prestaciones y que además mantiene los mismos principios originales: tanto el hardware —esquemas y diseño— como el software —App Lab, CLI, Bricks tienen licencia GPL3 y MPL— siguen estando publicados con licencias Open Source.
Puede que Qualcomm haya comprado Arduino, pero la esencia de este proyecto que democratizó la electrónica junto a Raspberry y otros parece mantenerse intacta.