Renfe está encantada con tener competencia en el Madrid-Galicia. Sobre todo, desde que sabe que no tendrá competencia
El corredor gallego está siendo la gran revelación de la alta velocidad en lo que llevamos de año. Aunque a finales de 2024 ya se dejó entrever su potencial, el abrazo a la alta velocidad está siendo tan alto que, incluso, ha tenido sus consecuencias en una menor demanda de los billetes de avión.
Ahora, el Gobierno ya allana el camino para que otras empresas empiecen a explotar ese mercado. Mercado que no podrán explotar.
«Elevado potencial» Son las palabras con las que el Gobierno resume la posibilidad de que el monopolio de Renfe en el Madrid-Galicia. Hasta ahora, solo esta compañía está operando en uno de los corredores con más éxito de nuestro país.
Explican en La Voz de Galicia que Adif está ultimando los requisitos que serán necesarios para cumplir con el visto bueno operativo. Es decir, con la bandera verde para operar en el corredor gallego que se llevará a cabo mediante «acuerdos marco plurianuales», el mismo proceso que ha permitido a Iryo y Ouigo operar en los corredores españoles que ya tienen habilitada la competencia a Renfe.
Segunda fase. La presentación de este marco normativo entra dentro de la nueva fase que se abre en la liberalización de las vías de alta velocidad españolas. Junto al corredor gallego, también se dejará la puerta abierta a que Renfe encuentre competencia en el corredor Asturias/Cantabria (que conectan con Madrid y comparten espacio con el gallego) y el Huelva/Cádiz.
El proceso, esperan en el Gobierno, concluirá a finales de 2026 y creen que es de mucho interés para otras empresas ya que entre 2019 y 2024, el tren ya le ha robado un 24% de los pasajeros al avión. A partir de entonces, la competencia debería llegar muy pronto.
Debería.
Sí, pero. El problema para los competidores de Renfe es que el corredor gallego necesita de trenes que puedan saltar de ancho de vía. Esto es obligatorio porque entre Madrid y Orense, los trenes utilizan el ancho de vía internacional. Pero entre Orense y Santiago, así como el resto de conexiones, como Vigo, se utiliza el ancho ibérico que tiene medidas distintas.
Esta particularidad obliga a utilizar los Talgo S106, esos mismos que se agrietaban camino a Barcelona. Dichos trenes se han vendido como la solución perfecta ya que pueden hacer el cambio de un ancho a otro pero Talgo y CAF tienen toda su producción vendida para los próximos años. Y empresas como Ouigo no encuentran quién les puede entregar estos trenes tan particulares.
Solución 1. Es la planteada por el Partido Popular que, según La Voz de Galicia, están presionando al Gobierno para que Adif modernice la vía y lleve, al menos hasta Santiago, el ancho internacional más allá de Ourense. Esto debería ayudar a hacer del corredor un lugar más atractivo para nuevos competidores. Adif, de momento, descarta esta posibilidad.
Solución 2. Que a falta de trenes, los nuevos competidores alquilen el material rodante a Renfe. Es algo que se ha dejado caer desde Ouigo y que ha sido totalmente rechazado desde Renfe. Ahora mismo, esta última compañía tiene un negocio perfecto en el Madrid-Galicia porque la vía quedará liberalizada pero ellos tienen todos los trenes presentes y a corto plazo que pueden funcionar en dicho tramo.
¿Qué pasará? Queda por ver si Ouigo o cualquier otro competidor opta por operar, al menos, hasta Ourense. Sin embargo, el atractivo de este trayecto es mucho menor porque se queda a las puertas de Galicia y no entra hasta el corazón del mismo. Tampoco es una opción atractiva para todo el turismo atraído por el Camino de Santiago que podía ver en el tren una alternativa muy válida al avión para volver hasta la capital.
Sobre todo ahora que el aeropuerto de Santiago ha reducido drásticamente sus operaciones con la salida de Ryanair.
Foto | Xataka y Pablo Bretón