La gran mentira de los coches conectados: el producto no es el vehículo, eres tú

En 2022 a Kenn Dahl el seguro del coche le subió de golpe un 21%. No había tenido ningún incidente con su Chevrolet Bolt, así que preguntó a su agente de seguros y este le dio un consejo: mira tu informe de LexisNexis.
Esta empresa con sede en Nueva York es un gigantesco broker de datos que tiene una división que se encarga de recolectar información sobre conductores para luego suministrársela a las compañías de seguros. Y ahí es donde el Sr. Dahl decidió pedirle su informe a la empresa, que estaba obligado a dársela debido a la Fair Credit Reporting Act.
Tu coche se chiva de todo
Cuando lo recibió, el Sr. Dahl se quedó asombrado. Ese informe de 258 páginas tenía más de 130 páginas dedicadas a cada momento en el que él o su mujer habían conducido el coche en los seis meses previos. Incluía detalles de 640 trayectos con sus horas de inicio y fin, la distancia conducida o incluso los acelerones y frenazos. Lo único que no revelaba era los sitios específicos desde y hasta donde había ido.
Kia Connect es un servicio que informa al conductor de su «puntuación del conductor» para (teóricamente) ofrecer seguros de automóvil personalizados. El sistema no para de recolectar datos sobre tu conducción.
Como explicaban en The New York Times, cada vez más fabricantes hacen uso de todo tipo de sensores y sistemas que recolectan información sobre los conductores, y lo hacen sin su conocimiento expreso y, desde luego, sin su consentimiento. Y los coches modernos pueden tener hasta sistemas que «califican» la conducción de quien los lleva, algo que permite a los fabricantes recolectar esos datos… y venderlos.
Hay más usuarios que han notado este tipo de recolección masiva de datos en sus coches. En los de General Motors se usa el sistema OnStar Smart Driver que los usuarios pueden desactivar, como hicieron varios conductores que comentaban la situación hace años en Reddit o en un foro dedicado al «Chevy «Bolt.
Otros fabricantes hacen uso de este tipo de sistemas y los activan por defecto, como el sistema Kia Connect de los Kia dirigido a que obtengas una «puntuación» que ayuda a que tu seguro de automóvil se ajuste a tu forma de conducir y premie a los conductores más fiables según los datos recolectados.
En los foros de soporte de Peugeot incluso se habla del «Modo Privado» de conducción que al estar activado «impide que se compartan datos y/o la posición del vehículo». Pero como también señalan en esa información, si uno lo desactiva deja de poder acceder a funciones como la navegación conectada, el control remoto o la función Mirror Screen.
Según un estudio de 2023 de la Fundación Mozilla, el 88% de las marcas analizadas por ellos inferían datos adicionales a partir de la informació que recogían. Y entre esos datos inferidos, algo inquietante: podían confrmar un perfil de creencias personales e incluso de la actividad sexual. No solo eso: en dicho estudio 19 de las empresas analizadas (el 76%) vendían esos datos personales a otras empresas.
Lo bueno de los Tesla es que tienen cámaras. Lo malo, también
Las suspicacias que pueden aflorar en este tipo de recolección de datos pueden ir aún más allá, sobre todo si recordamos lo que pasó con los Tesla. Entre 2019 y 2022 grupos de empleados de Tesla compartieron de forma privada vídeos e imágenes tomadas con las cámaras de los coches de los clientes.
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En algunos de esos vídeos se había capturado a los clientes de Tesla en situaciones embarazosas. Por ejemplo, un exempleado de la empresa pudo ver el vídeo de un hombre completamente desnudo acercándose a uno de esos coches. En otros se compartieron incluso accidentes como el de un Tesla que atropelló a un niño en bici que salió despedido. Ese vídeo, comentó uno de los ex-empleados en el informe de Reuters, se propagó por esas redes internas «como la pólvora».
Los Tesla son solo un ejemplo más de esa recolección masiva de datos. Según The Guardian, los sensores y cámaras del coche obtienen datos de localización —aunque Tesla no los almacena salvo que sean de un accidente—, hábitos y tipo de conducción (velocidades, frenazos, acelerones), y otros datos.
Por ejemplo, información de diagnóstico y del uso del coche y datos relativos a los sistemas infotainment como el historial de navegación o los comandos de voz utilizados. Es posible no obstante deshabilitar la función que transfiere parte de esa información a los servidores de Tesla, pero al hacerlo también podemos perder algunas funciones del vehículo.
El Comité Europeo de Protección de Datos publicó en 2021 sus directrices sobre el tratamiento de datos personales en este entorno, y según dicha normativa los fabricantes deben minimizar la recolección de datos y priorizar su tratamiento local. Además se insta a la transparencia y a herramientas de control que permitan ejercer derechos de acceso, rectificación y supresión.
Los requisitos están ahí, pero por el momento su cumplimiento parece como poco errático. En la Electronic Frontier Foundation (EFF) proporcionaban recientemente consejos a la hora de consultar qué datos tiene tu coche y cómo evitar que sean compartidos, pero desde luego la situación podría agravarse, sobre todo teniendo en cuenta que la renovación del parque móvil provoca que lógicamente cada vez más usuarios cuenten con coches con todas estas opciones… y voracidad a la hora de recolectar datos.
Imagen | Jonas Leupe
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La noticia
La gran mentira de los coches conectados: el producto no es el vehículo, eres tú
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Pastor
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