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Un electricista autónomo ha trabajado igual que uno asalariado: su pensión cuenta una historia muy diferente

En España, quienes han trabajado como autónomos se encuentran que, al llegar a la jubilación, la cuantía de su pensión es significativamente menor que la de sus iguales asalariados. Una situación, a priori del todo injusta, pero que tiene su explicación. Por poner un ejemplo, un electricista autónomo que trabaje solo y un electricista asalariado cobrarán por su trabajo un salario similar cada mes, y ambos pagan una cotización a la Seguridad Social que luego servirá para calcular su pensión de jubilación.

Sin embargo, la principal diferencia entre ambos es que, en el caso del asalariado, una parte de esa cotización la asume la empresa que lo contrata, mientras que el autónomo debe asumirla al 100%. Esa la diferencia que provoca que los autónomos lleguen a la jubilación con una pensión mucho más reducida que los asalariados.

Diferencia de pensiones entre asalariados y autónomos. La diferencia entre las pensiones de jubilación de los trabajadores asalariados y los autónomos sigue siendo considerable en 2025. Según los datos oficiales del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la pensión media de los autónomos es de 1.008,8 euros mensuales, mientras que los asalariados del Régimen General perciben 1.665,5 euros mensuales de media.

Un aspecto relevante es que esta diferencia es todavía mayor según el género. Los hombres autónomos reciben una pensión media de 1.150,10 euros tras jubilarse, mientras que las mujeres perciben 863,97 euros. Esta desigualdad se debe también a los años cotizados y los tramos elegidos durante la vida laboral.

De media, esto supone una diferencia mensual de 657,72 euros entre la pensión de jubilación un asalariado y la de un autónomo. Son más de 9.200 euros al año.

Asalariado obtiene su sueldo de la base de cotización. Tal y como se puede ver en el cuadro inferior, en el caso de los asalariados, tanto empresa como trabajador asumen un determinado porcentaje de la cotización a la Seguridad Social que se hace por el asalariado. Esa cuantía se fija partiendo de una base de cotización a la que se van descontando una serie de conceptos. La empresa asume la mayor parte de ese coste y lo ingresa en la Seguridad Social a cuenta de su empleado.

El importe después de restarle todos los porcentajes a la base de cotización es el salario neto que se entrega al empleado cada mes. Porcentualmente, aportará siempre lo mismo independientemente de su salario, pero cuanto mayor sea la base de cotización, mejor pensión de jubilación.

TIPO

Empresa

Trabajador

Total

Contingencias comunes

23,60%

4,70%

28,30%

Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)

0,67%

0,13%

0,80%

Desempleo (Contrato indefinido)

5,50%

1,55%

7,05%

Desempleo (Contrato temporal)

6,70%

1,60%

8,30%

FOGASA

0,20%

0%

0,20%

Formación Profesional

0,60%

0,10%

0,70%

El autónomo cotiza en base a sus ingresos. El cálculo de la base de cotización de los autónomos no se basa en el salario que recibe como en los asalariados, sino en base a su beneficio neto. Dependiendo de ese importe, se acoge al tramo de cuota adecuado. Ese tramo define su base de cotización mínima, aunque el autónomo puede optar a cotizar por un una base mayor.

A grandes rasgos, para que a un asalariado le quede un salario neto de 1.600 euros, su base de cotización debe ser de unos 2.000 euros. En cambio, para obtener la base de cotización de nuestro electricista autónomo, debe obtener un beneficio neto (facturación menos gastos) de 1.600 euros que será su salario.

Tabla bases de cotización

Tramos de cotización y sus bases mínimas y máximas.

Dado ese importe de beneficio, debe ajustarse al tramo de cuota adecuada que, tal y como se indica en la tabla de cotizaciones, le corresponde una base de cotización mínima de 960,78 euros y por la que tendrá que abonar una cuota a la Seguridad Social de unos 300 euros al mes. Es decir, ambos cobran el mismo salario, pero el autónomo cotiza por una base de cotización muy inferior.

El problema: la mayoría cotiza por la base mínima. Según las estadísticas del Ministerio, de los 3.436.929 autónomos que existen en España, 2.858.865 autónomos (el 83,18%) cotizan por la base mínima para sus ingresos netos o por el 1,5 de la base mínima. Solo el 2,1% del total de autónomos en España estarían cotizando por una base similar a la de un trabajador asalariado, que sería algo cercano al triple de la base mínima.

Volviendo al ejemplo de nuestro electricista autónomo, con un beneficio neto de 1.600 euros, estaría limitado a una base de cotización máxima de 1.700 euros, lo que supondría un incremento de su cuota mensual a unos 534 euros, dejándolo cerca de los 2.000 euros de base que tenía el electricista asalariado.

Los autónomos no pagan más cotización. En un primer vistazo puede parecer que un autónomo tiene una mayor presión económica que un asalariado. Sin embargo, ambas cotizaciones están cercanas al 30% de la base de cotización (es un porcentaje aproximado ya que varía en función del tipo de contrato, sector, etc.).

La principal diferencia es que, como se aprecia en el cuadro de cotizaciones de más arriba, en el caso del asalariado la empresa asume un mayor porcentaje que el asalariado (aunque todo parte del salario bruto del empleado), mientras que el autónomo es empresa y empleado a su vez, con lo cual se percibe un mayor impacto en la relación entre beneficio neto y base de cotización.

Apretarse el cinturón al final de la vida laboral. Dado que el 100% de la cuota de la cotización recae sobre el autónomo, subir la base de cotización (y por tanto la cuota de autónomo) para cobrar una pensión de jubilación similar a la de un asalariado, supone un esfuerzo económico considerable.

Por ello, lo más recomendable es ir incrementando esa base de cotización progresivamente a medida que se va acercando la edad de jubilación, para cotizar por la mayor base posible en los últimos años vida laboral, y así hacer que suba el importe de la pensión de jubilación.

El cálculo de la pensión. El importe final de la pensión de jubilación se calcula sobre la base de cotización de los últimos 25 años cotizados (300 meses). Si la base de cotización media de ese periodo ha sido baja, la pensión resultante será más baja que un asalariado que haya cotizado con una base más alta, ya que cotizan según su salario real.

Por ello, en más del 60% de las provincias españolas, la pensión de jubilación media de los autónomos apenas supera los 1.008 euros al mes y en ninguna comunidad la pensión de jubilación de los autónomos se iguala al salario mínimo interprofesional en 2025.

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Imagen | Unsplash (Matt Bennett)

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