El Reino Unido ha activado el control de edad para el porno. Resultado: récord de británicos buscando VPN
El Reino Unido puso en marcha este viernes su Online Safety Act, una nueva regulación que obliga a diversas plataformas a establecer sistemas de verificación de edad. La excusa es la de proteger a los menores del acceso a contenidos nocivos para ellos —especialmente, los pornográficos—, pero la activación de estos requisitos ha provocado una consecuencia singular: un auge absoluto de los servicios VPN.
Quien tiene una VPN, tiene un tesoro. Y cada vez más. Estos servicios de VPN (Redes Privadas Virtuales) se acaban de convertir en los grandes aliados de quienes consumen contenidos pornográficos en el Reino Unido, sean menores de edad o no. Lo demostraron los ránkings de aplicaciones más descargadas en la App Store este fin de semana: de las 10 apps más descargadas, cinco eran apps de VPNs (Virtual Private Networks).
El uso de VPN se multiplica por 19. Tal ha sido el impacto de estas medidas que ChatGPT, que era la app más descargada en el Reino Unido según las clasificaciones de la App Store, ha sido ahora superada por Proton VPN, uno de los servicios de este tipo más populares. Como indican en Financial Times, la empresa suiza Proton, responsable de ese servicio, afirmó que el incremento en registros en su app VPN por parte de usuarios británicos fue del 1.800%.
Grandes ganadoras. Otras apps de VPNs como las que desarrollan las empresas Super Unlimited o Nord Security también crecieron en popularidad tras la activación de la Online Safety Act. En el caso de NordVPN, sus desarrolladores indicaron a FT que el crecimiento en el Reino Unido había sido del 1.000%.
Por qué. Estos servicios permiten a los usuarios simular que están visitando sitios web desde otro país distinto al enrutar el tráfico usando IPs de cualquier país que el usuario elija. Un usuario británico menor de edad que quiera visitar contenidos pornográficos lo tiene fácil: basta con usar una de estas apps, configurarla para simular que está navegando desde otro país sin controles de verificación de edad, y seguir navegando como si tal cosa.
Cómo ha cambiado el cuento. El propósito original de los servicios VPN es el de proteger una comunicación para evitar que alguien se infiltre en ella y pueda extraerla. Aunque inicialmente estaba orientada a entornos profesionales en los que se maneja información sensible, hoy en día su uso se ha popularizado para evitar que las autoridades puedan hacer un seguimiento de nuestro uso de internet. Así, es habitual que los usuarios de VPN las usen para descargas de contenidos protegidos por derechos de autor o contenidos pornográficos.
Cinco minutos para saltarse los controles. Usar estos servicios era algo más complicado en el pasado, pero hoy en día ponerlas en marcha cuesta menos de cinco minutos: basta descargárselas, pagar la suscripción mensual y elegir el país desde el que queremos simular que estamos conectados. Todo queda teóricamente escondido de los ojos de los reguladores, pero hay ciertos riesgos.
Las VPNs pueden aprisionar nuestros datos. Hace años ya avisábamos de que muchas VPNs gratuitas recolectaban los propios datos de sus usuarios —a los que ellos sí tienen acceso, ya que son los intermediarios— en su propio beneficio, pero es que incluso en las VPNs de pago hay suspicacias al respecto. Aunque muchos servicios presumen de políticas «no log» que no crean registros de nuestra actividad, algunos pueden hacerlo. Si no directamente, sí mediante datos cruzados, por ejemplo de analíicas de uso. Además estos «almacenes de tráfico de internet» se convierten en peligrosos repositorios si acaban siendo hackeados: puede que los creadores de un servicio VPN sean perfectamente correctos con el uso de esos datos, pero si alguien se infiltra en sus plataformas, esos datos quedarían expuestos.
Un preludio de lo que puede ocurrir en España y la UE. Los sistemas de verificación de edad que ahora han entrado en vigor en el Reino Unido están comenzando a implantarse también en España y en la Unión Europea. En nuestro país el polémico «pajaporte» —oficialmente, Cartera Digital beta— se ha convertido en uno de los proyectos de referencia. La Comisión Europea está trabajando en una Identidad Digital Europea que debería estar lista a finales de 2026 y que teóricamente también podrá usarse como parte de un sistema de verificación de edad en sitios web.
Retos y VPN a la vista. Como señalan nuestros compañeros de XatakaMóvil, la app Open Source para Android que se está desarrollando en la UE para verificar la edad en servicios online depende demasiado de Google: no funcionaría en móviles con el sistema operativo de Google sin licencia —como en móviles Huawei—. Las críticas ya han comenzado a aparecer, y demuestran que una vez más esa obsesión por ponerle puertas al campo es muy delicada. No solo eso: no servirá de mucho porque de nuevo las VPNs probablemente permitan eludir este tipo de controles.
VPNs frotándose las manos. Con los gobiernos cada vez más empeñados en tratar de controlar todo lo que decimos y hacemos en internet, los servicios VPN se convierten en los grandes beneficiados indirectos de dichas políticas. Si las cosas siguen este curso, parece evidente que cada vez más usuarios acabarán contratando este tipo de servicios para tratar de evitar esos controles.
Hola, China. La situación es tal que recuerda a la que se vive en China desde hace años. Allí la vigilancia y censura impuesta por el gobierno es absolutamente brutal a la hora de navegar por internet, y solo es posible escapar de ella mediante servicios VPN, que también están altamente restringidos y perseguidos. El riesgo para los países occidentales, que hasta no hace mucho presumían de no tener esas políticas tan restrictivas, acaben adaptándolas. Llevan haciéndolo desde hace años, de hecho: antes la excusa era el terrorismo, y ahora lo es la protección de los menores.
Imagen | Petter Lagson
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