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Los centros de datos más bestiales del planeta, reunidos en este gráfico

El desarrollo de la IA ha impulsado una nueva carrera ‘armamentística’ a nivel global. No se busca dominar a otro territorio, sino conseguir cuanto más poder de cómputo, mejor. Las principales empresas tecnológicas están desplegando centros de datos por todo el mundo con un objetivo en mente: entrenar a la inteligencia artificial. Hay centros de datos que son auténticas burradas, y en este gráfico podemos ver los clústeres de datos más poderosos del mundo con un protagonista destacado:

Elon Musk.

Cluster centro de datos

Clúster. Antes de entrar en números, un matiz. Cuando hablamos de potencia de cálculo, podemos hablar de un clúster de computación o de una supercomputadora. Esta última es un sistema extremadamente potente que puede estar construido con procesadores especialmente diseñados para alcanzar potencias de cálculo extremas o, lo más común actualmente, a partir de miles de servidores de alto rendimiento. Se utilizan para simulaciones científicas y tareas que requieren un enorme proceso de cálculo, y su coste es brutal.

Por otro lado, tenemos la versión “asequible” de una supercomputadora: el clúster de computación. Se trata de una serie de estaciones de trabajo interconectadas que trabajan de forma paralela resolviendo problemas. Es similar a un supercomputador, pero la ventaja es que es un sistema más flexible porque, a medida que vayas necesitando más equipos, puedes ir ampliando el clúster. Además, los componentes son más estándar, lo que también permite que el coste sea menor. Pero bueno, es un concepto que se ha difuminado estos últimos años.

El club de los 100.000. Dicho esto, volvamos al gráfico elaborado por Visual Capitalist con los datos de Epoch AI. En él, podemos ver los clústeres más potentes actualmente, pero con algo de trampa: son tanto planeados como operativos. X, la empresa de Elon Musk, encendió en verano del año pasado el xAI Colossus Memphis Phase 1, un enorme centro de datos con 100.000 GPU H100 de Nvidia con el objetivo de entrenar ‘Grok’, su modelo de IA. Fue algo que sorprendió incluso a Jensen Huang, CEO de Nvidia.

Se trata de un monstruo de la computación con un enorme poder de cálculo, pero se espera que la cifra aumente hasta las 200.000 GPU. Ya veremos más adelante las consecuencias energéticas de esto. Siguiendo a la empresa de Musk, tenemos a Meta afirmando que tienen un clúster “mayor que 100.000 GPU H100” para su modelo ‘Llama 4’. Luego hay quien mantiene algo más el misterio. Por ejemplo, Microsoft con su clúster para Azure, Copilot y la IA de OpenAI que se estima tienen 100.000 GPU entre H100 y H200,

Dos mundos. Fuera de ese club de los 100.000 tenemos a Oracle con sus 65.536 Nvidia H200, otra empresa de Musk -Tesla con el Cortex Phase 1 y sus 50.000 GPU,  y al Departamento de Energía de Estados Unidos con El Capitan, el superordenador más potente del mundo. Oficiales o estimados, lo que queda claro con este gráfico es que hay un país que se ha tomado en serio el cálculo de la IA: Estados Unidos.

Son los que parecen empujar más fuerte con sus centros de datos en Estados Unidos (de los 10 clústeres, los primeros nueve están en EEUU y el último en China) y no sólo están construyendo dentro de sus fronteras: también fuera. Un ejemplo es el plan de Meta para construir centros de datos en España o el que tiene prácticamente el tamaño de Manhattan.

Expansión europea. En el gráfico, podemos ver dos clústeres europeos. Por un lado, el Jupiter del Centro de Supercomputación de Jülich en Alemania con sus 23.536 GPU confirmadas. Por otro lado, el de NexGen en Noruega, con unas 16.300 GPU estimadas. Europa ha emprendido varias iniciativas de financiación con el objetivo de impulsar su competitividad gracias a programas como GenAI4EU y su presupuesto de 700 millones de euros entre 2024 y 2026.

El objetivo es construir grandes centros de datos y, para la convocatoria de 2025, se presentaron 76 propuestas en 16 países diferentes. Ahora bien, ese desarrollo de la IA europea deberá estar alineada con AI Act, el acuerdo en vigor desde febrero de este 2025 que asegura transparencia y una IA ética.

Número vs eficiencia en China. Quien sí se ha puesto las pilas en materia de IA, más allá de las empresas estadounidenses, es China. Siguiendo una hoja de ruta muy diferente a la occidental, China se está centrando en tener (supuestamente) menos GPU funcionando, operando con una mayor eficiencia, costes mucho menores que los de las empresas estadounidenses y con resultados equivalentes. Deepseek o la más reciente Kimi son dos muestras de ello.

Nvidia se frota las manos. Y de toda esta batalla por la IA, hay una ganadora clara: Nvidia. De la manera que sea, y más allá de quién tenga más o menos GPU para hacer el trabajo, es Nvidia la clara vencedora. En China no está tan claro debido al veto comercial, pero los principales centros de datos a nivel mundial emplean la arquitectura de Nvidia con sus gráficas H100 y H200. Y eso si hablamos de tarjetas “normalitas” para la IA, ya que tienen las B200 con cuatro veces el rendimiento de las H100.

De hecho, la empresa parece tan centrada en esa carrera de la IA que habría descuidado aquello por lo que durante años lideró sobre AMD: sus tarjetas para jugadores.

Servidor Lenovo

Esos son servidores de centros de datos de Lenovo. Las empresas buscan reducir la huella reutilizando el agua caliente tras la disipación para, por ejemplo, llenar piscinas o duchas. Imagen | Xataka

El planeta, no tanto. Y la consecuencia de esa expansión de la IA es que los centros de datos no sólo necesitan ingentes cantidades de energía para funcionar, también agua para disipar el calor de los equipos. Hay un ausente importante en el gráfico, Google, que también opera sus centros de datos para la IA y que, junto a otros como Meta o Microsoft, necesita centrales nucleares para alimentar sus instalaciones.

El consumo es tan exagerado que las renovables son insuficientes durante los picos de demanda, recurriendo a combustibles fósiles como el carbón o el gas (se estima que, las 200.000 GPU de Colossus consumen 300 MW, suficiente para alimentar 300.000 hogares) y, como decíamos, el uso del agua se ha convertido en material de discusión en los territorios candidatos a albergar nuevos centros de datos. Tanta disipación necesita que China ya los está construyendo en el fondo del océano.

En Xataka | China quiere convertirse en motor mundial de la IA. Y su plan es depender solo de ella misma

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