Valencia ya tiene su plan para futuras DANAS: dos gigantescos parques que harán de "esponjas"

La Generalitat Valenciana ha presentado su estrategia para hacer frente a futuras inundaciones tras el desastre de la DANA: la creación de dos enormes corredores verdes que ocuparán 1.500 hectáreas y funcionarán como zonas de absorción de agua. El proyecto, bautizado como «Parque de la Esperanza», requerirá una inversión de más de 150 millones de euros y pretende convertirse en uno de los parques metropolitanos más grandes de Europa.
Qué incluye el plan. El proyecto contempla dos grandes ejes verdes de 35 kilómetros de extensión total. El primero ampliará el actual cauce del Turia en 10,5 kilómetros adicionales, conectando el parque de Cabecera con el Monte de la Vallesa. El segundo se desarrollará en la zona más afectada por la DANA del pasado 29 de octubre, con un tramo principal de 18,5 kilómetros desde la Albufera hasta Picanya y otro secundario de 5,5 kilómetros entre La Torre, Massanassa y Catarroja, siguiendo el recorrido del barranco del Poyo.
Buscando replicar el trabajo de la Albufera. El desastre de la DANA, que se cobró la vida de 228 personas, demostró la vulnerabilidad de la zona ante tal catástrofe meteorológica. Por aquel entonces, la Albufera actuó como laminador natural, absorbiendo parte del agua y evitando daños mayores. Ahora la idea con este proyecto es replicar esa capacidad de forma planificada en zonas que puedan servir para amortiguar los daños para futuros desbordamientos.
Cómo funcionará. Estos espacios actuarán como «esponjas» gigantes, absorbiendo el exceso de agua en momentos de lluvias torrenciales y permitiendo una liberación controlada del agua. El proyecto incluye la plantación de 100.000 árboles y la creación de láminas de agua integradas en el paisaje. Eduardo Rojas, profesor de la UPV, comentó que los sedimentos arrastrados por la DANA serán reutilizados para ajustar las cotas del terreno y proteger las zonas habitadas de futuros desbordamientos.
Entre líneas. Más allá de su función defensiva, la iniciativa busca además transformar los terrenos agrícolas devastados en refugios climáticos y espacios de ocio público conectados por vías ciclopeatonales. El presidente Carlos Mazón ha aprovechado la presentación para criticar la falta de apoyo económico del Gobierno central, insistiendo en que se trata de «una cuestión de Estado» que la Generalitat está afrontando «prácticamente en solitario».
Próximos pasos. Los presupuestos autonómicos de 2026 incluirán una partida inicial de dos millones de euros para el desarrollo del proyecto. La Generalitat también explorará financiación europea y colaboración público-privada a través de mecanismos de compensación de emisiones de CO2. El plan cuenta con el respaldo técnico de la Universidad Politécnica de Valencia y el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, aunque todavía no hay fecha concretada para la ejecución del proyecto.
Lecciones aprendidas. La DANA puso de manifiesto problemas que venían de largo. Décadas de construcción en zonas con riesgo de inundación, barrancos descuidados y falta de infraestructuras fueron algunos de los ingredientes que acabaron magnificando la tragedia. Las críticas también apuntaron a la gestión de la alerta, con Mazón en el principal foco. Este nuevo plan busca dar la vuelta a la situación creando espacios donde el agua pueda correr de forma segura.
Imagen de portada | GVA y Levante-EMV