Opinión

POR: EL HUSMEADOR

«Sheinbaum Marca Distancia: No Cubrimos a Nadie, Pero Evita Condenar a López»

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) enfrenta una de sus peores crisis de legitimidad desde su fundación, con el escándalo que vincula al senador y coordinador de la bancada en el Senado, Adán Augusto López, con su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, acusado de liderar el grupo criminal «La Barredora». Las recientes declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, el respaldo condicionado de senadores morenistas, y las evasivas respuestas de López han intensificado las tensiones internas y externas, poniendo en riesgo la cohesión del partido y su narrativa de transformación. Esta columna, actualizada con las últimas declaraciones hasta el 21 de julio de 2025, analiza el impacto del caso, las posturas de los actores clave y las posibles consecuencias para Morena y el gobierno de Sheinbaum.

El Escándalo de Bermúdez y las Acusaciones Contra Adán Augusto

Hernán Bermúdez Requena, conocido como «El Comandante H», fue secretario de Seguridad Pública de Tabasco durante la gubernatura de Adán Augusto López (2019-2021). En febrero de 2025, se emitió una orden de aprehensión en su contra por presuntos vínculos con «La Barredora», un grupo ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Bermúdez, quien huyó a Brasil tras pasar por Panamá y España, es buscado por Interpol con una ficha roja por cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero. 

La controversia ha colocado a López bajo un escrutinio intenso, ya que él nombró a Bermúdez pese a reportes militares que, desde 2019, alertaban sobre sus presuntos nexos criminales. La oposición, encabezada por el PAN y el PRI, ha comparado el caso con el de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad condenado en EE.UU. por nexos con el narcotráfico, acusando a López de negligencia o complicidad. Además, se reveló que Bermúdez estaba afiliado a Morena desde 2022, lo que llevó a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido a iniciar un proceso para su expulsión el 17 de julio de 2025.

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Declaraciones de Adán Augusto: Entre el Silencio y la Defensa

Tras varios días de ausencia pública, Adán Augusto López reapareció el 20 de julio de 2025 en la octava sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena, donde fue recibido con gritos de “¡No estás solo!” por parte de algunos militantes, incluyendo gobernadores como Mara Lezama (Quintana Roo) y Alfredo Ramírez Bedolla (Michoacán). Sin embargo, su respuesta fue breve y evasiva: “Es politiquería”, afirmó, insistiendo en que ya había dado su postura en redes sociales y que estaba “a la orden” de las autoridades. 

En una entrevista con Radio Fórmula el 21 de julio, López afirmó que “nunca sospechó” de Bermúdez y defendió su gestión como gobernador, destacando una supuesta reducción en los índices delictivos en Tabasco. Esta declaración ha sido cuestionada, ya que reportes indican que Bermúdez era vinculado al narcotráfico desde 1999, y el Ejército alertó sobre sus actividades desde 2019. Críticos como el periodista Manuel López San Martín han calificado su defensa como poco creíble, argumentando que López debió estar al tanto de los antecedentes de su colaborador. Además, una supuesta carta de renuncia como coordinador de la bancada en el Senado fue desmentida por Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, quien la calificó de “falsa”.

Postura de Claudia Sheinbaum: Equilibrio Entre Lealtad y Distancia

La presidenta Claudia Sheinbaum ha manejado el caso con cautela, buscando equilibrar la lealtad hacia López, un aliado cercano de Andrés Manuel López Obrador, con la necesidad de proyectar una imagen de transparencia. En su conferencia mañanera del 21 de julio de 2025, Sheinbaum enfatizó que “aquí no se cubre a nadie” y que, si la Fiscalía General de la República (FGR) encuentra evidencias contra cualquier persona, militante de Morena o no, la investigación debe seguir adelante. Sin embargo, aclaró que no existe una investigación formal contra López y rechazó comparaciones con el caso García Luna, argumentando que en el caso de Bermúdez hay una investigación activa en la FGR. 

Sheinbaum ha insistido en que López debe dar su versión de los hechos, calificándolo como “pertinente” para aclarar la situación. También ha prometido un informe detallado del Gabinete de Seguridad sobre la investigación contra Bermúdez, programado para el 22 de julio, para transparentar el caso y contrarrestar lo que califica como “linchamiento mediático”. A pesar de su postura firme, Sheinbaum ha evitado condenar directamente a López, lo que algunos analistas interpretan como un intento de no alienar al ala obradorista del partido, donde López tiene un peso significativo.

Respaldo y Tensiones en el Senado

Los senadores de Morena han cerrado filas en torno a López, afirmando que no hay investigaciones judiciales en su contra y denunciando una “campaña de desinformación” para debilitar al partido. Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, ha sido uno de sus principales defensores, negando similitudes con el caso García Luna y calificando las acusaciones como “golpeteo político”. Otros senadores, como Emmanuel Reyes Carmona, han sugerido que López debe responder personalmente por su gestión, mientras que Enrique Inzunza evadió preguntas, diciendo: “Pregúntenle a él, yo no soy su vocero”. 

Sin embargo, la ausencia de López en sesiones recientes del Senado y su silencio inicial generaron especulaciones sobre su paradero, con bromas entre legisladores sobre una “alerta Amber” para localizarlo. Esta percepción de evasión ha alimentado críticas, incluso dentro de Morena, donde figuras como la senadora Andrea Chávez han pedido que la investigación “tope hasta donde tope”. La periodista Sabina Berman fue más allá, instando a López a renunciar al Senado para no dañar a Sheinbaum ni a Morena, argumentando que sería “lo generoso” para el partido y el país.

Divisiones Internas y Presiones Externas

El Consejo Nacional de Morena del 20 de julio evidenció las fracturas internas del partido. La ausencia de figuras clave como Andrés Manuel López Beltrán y Ricardo Monreal, junto con los rumores de una relación sentimental entre Luisa María Alcalde y el diputado Arturo Ávila, añadieron más tensión al evento. Alcalde, presidenta nacional de Morena, reiteró que “no se protegerá a nadie” que traicione los principios del partido, pero evitó mencionar directamente a López, lo que algunos interpretaron como una señal de ambigüedad. 

El gobernador de Tabasco, Javier May, ha intensificado las críticas al señalar a Bermúdez como responsable del aumento de la violencia en el estado y, de manera implícita, cuestionar la gestión de López. Esta ruptura dentro del “Grupo Tabasco”, fundado por AMLO, subraya las divisiones entre facciones morenistas. Además, las presiones del gobierno de Donald Trump, quien el 16 de julio reiteró acusaciones sobre el “fuerte control” de los cárteles en México, han complicado el panorama, exigiendo acciones contundentes contra políticos vinculados al narcotráfico.

Análisis y Opinión

El escándalo de Bermúdez representa un punto de inflexión para Morena, que se vende como un partido incorruptible pero ahora enfrenta acusaciones que contradicen su narrativa. La postura de Adán Augusto López, limitándose a calificar las acusaciones como “politiquería” y afirmando no haber sospechado de Bermúdez, resulta poco convincente dado los reportes previos sobre su exsecretario. Su renuencia a ofrecer explicaciones detalladas y su breve aparición en el Consejo Nacional sugieren una estrategia de contención de daños que podría no ser suficiente para frenar el desgaste de su imagen y la del partido.

Claudia Sheinbaum está en una posición delicada. Su insistencia en que “no se cubre a nadie” es un intento de proyectar autoridad y transparencia, pero su negativa a condenar directamente a López refleja las tensiones entre su liderazgo y la lealtad al obradorismo, donde López es una figura central. La presidenta enfrenta el riesgo de alienar a las bases si actúa contra López, pero también de perder credibilidad si parece protegerlo. La expulsión de Bermúdez de Morena es un paso simbólico, pero insuficiente si no se investiga cómo un presunto criminal se afilió al partido y ocupó un cargo clave durante años.

En mi opinión, Morena está en un momento crítico. La defensa de López por parte de los senadores y algunos militantes muestra la fuerza del ala obradorista, pero también expone la fragilidad de un partido que depende de lealtades personales más que de instituciones sólidas. Sheinbaum debe actuar con decisión para evitar que el escándalo contamine su gobierno, pero su margen de maniobra está limitado por la influencia de AMLO y las divisiones internas. Si López no es investigado y el caso se diluye sin consecuencias, Morena podría pagar un costo político en las elecciones de 2027, especialmente ante una oposición que ha encontrado en este caso una oportunidad para atacar. Por otro lado, si Sheinbaum presiona por una investigación exhaustiva, podría consolidar su liderazgo, pero a costa de fracturar aún más al partido.

Conclusión

El escándalo de Adán Augusto López y Hernán Bermúdez Requena ha expuesto las vulnerabilidades de Morena en un momento en que el partido busca consolidar su proyecto rumbo a 2027. Las declaraciones de Sheinbaum reflejan un intento de equilibrar transparencia y lealtad, mientras que el respaldo condicionado de los senadores y las evasivas de López no logran disipar las dudas sobre su responsabilidad. La crisis no solo pone en entredicho la integridad de Morena, sino también la capacidad de Sheinbaum para liderar un partido fracturado en un contexto de presiones internas y externas. Sin una acción clara y transparente, el caso Bermúdez podría convertirse en un lastre que amenace el legado de la “Cuarta Transformación” y la estabilidad política de México

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