Alguien atropelló a un perro en Brasil. Los análisis revelaron que la criatura ni era un perro ni debería haber existido
La historia tuvo lugar en 2021 y podría ser el comienzo de una película. Ese año se produce un atropello en un área del sur de Brasil. No se trata de un humano, se trata de un perro al que trasladan a un centro de rehabilitación para tratarlo con urgencia. Los primeros análisis al animal llaman la atención de los veterinarios. Las pruebas posteriores no dejaron lugar a dudas: ladraba y tenía la apariencia de un canino, pero en realidad nunca han visto algo ni remotamente parecido.
Dogxim, el híbrido. Sí, aquel perro extraño mostraba comportamientos inusuales: se negaba a comer croquetas, prefería cazar ratas y trepaba arbustos como un zorro de las Pampas. Lo que al principio parecía una rareza individual resultó ser una primicia científica: tras meses de análisis genéticos, un equipo de investigadores brasileños confirmó que se trataba del primer híbrido documentado entre un perro doméstico (Canis lupus familiaris) y un zorro de las Pampas (Lycalopex gymnocercus), dos especies separadas por unos 6,7 millones de años de evolución.
El animal, una hembra bautizada como «Dogxim» (combinando “dog” y “graxaim do campo”, nombre local del zorro), sorprendió a la comunidad científica por su mera viabilidad genética, un fenómeno extremadamente raro entre géneros distintos dentro de la familia de los cánidos.
La prueba de lo improbable. Para certificar el origen híbrido de Dogxim, los investigadores comenzaron por contar sus cromosomas: tenía 76, un número intermedio entre los 78 del perro y los 74 del zorro de las Pampas. El análisis del ADN mitocondrial reveló que su madre era una hembra de zorro, y el ADN nuclear confirmó una mezcla genética entre perro y zorro.
La combinación fue posible porque ambos pertenecen a la familia Canidae, aunque no al mismo género, lo que hace su cruce aún más insólito. En la naturaleza, los híbridos tienden a surgir entre especies cercanas evolutivamente, como coyotes y lobos. Sin embargo, este caso es más similar a un hipotético cruce viable entre humanos y chimpancés, algo considerado biológicamente inviable. Dicho de otra forma, el hecho de que Dogxim existiera, y fuera funcional durante al menos dos años, representaba una anomalía de alto interés evolutivo y conservacionista.
Dogxim
La influencia humana. Hay mucho más, ya que los investigadores subrayaron que la existencia de Dogxim parecía haber sido facilitada por la presión humana sobre los ecosistemas. El hábitat natural del zorro de las Pampas, caracterizado por extensas llanuras del sur brasileño, se ha visto cada vez más reducido por la expansión ganadera y urbana.
El fenómeno, al parecer, ha forzado un mayor contacto entre zorros y perros, particularmente los abandonados por sus dueños en áreas silvestres. Dicha superposición territorial, sumada al abandono de mascotas, aumenta la probabilidad de encuentros reproductivos entre ambas especies. Aunque los zorros no están en peligro de extinción, dicha interacción plantea riesgos, tanto para la integridad genética de la especie como para su salud poblacional, por ejemplo, al exponerla a nuevas enfermedades o genes perjudiciales.
Una criatura y sus límites. Si bien algunos científicos creen que este tipo de híbridos seguirá siendo extremadamente raro, el caso de Dogxim puso sobre la mesa el debate sobre los efectos de la hibridación en contextos de cambio ambiental acelerado. Aunque la criatura parecía saludable y fue trasladada a un centro estatal, murió en 2023 por causas aún desconocidas. Su color negro, herencia canina, contrastaba con el pelaje claro de los zorros de su especie, lo que probablemente la hacía menos apta para sobrevivir en su entorno natural.
Plus: los híbridos interespecíficos suelen presentar problemas genéticos, de fertilidad o de comportamiento, lo que los hace más vulnerables. A pesar de ello, su sola existencia sugiere que los límites de la hibridación natural podrían ser más flexibles de lo que se pensaba, sobre todo en un mundo donde los cambios ecológicos forzan contactos entre especies que antes no interactuaban.
Implicaciones. Es la última de la patas a analizar. Más allá de su valor anecdótico, Dogxim plantea preguntas cruciales sobre la conservación de especies y la alteración de sus dinámicas evolutivas por influencia humana. Si bien no hay evidencia de que estos híbridos puedan formar poblaciones estables, su aparición puede tener efectos indirectos, desde la introducción de patógenos hasta la dilución genética de poblaciones salvajes.
Quizás por ello, los investigadores instan a profundizar el estudio de las consecuencias ecológicas y evolutivas de este fenómeno. La criatura híbrida, al fin y al cabo, no fue simplemente una curiosidad genética, fue un recordatorio de los límites difusos entre especies en un mundo cada vez más alterado, donde lo improbable ya no es imposible.
Imagen | Errazking, Thales Renato Ochotorena de Freitas, Ariel Mergener Henckel
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