Estados Unidos ultima su plan para bombardear la frontera de México. No con armas letales, sino con moscas
Estados Unidos quiere frenar a la Cochliomyia hominivorax, una mosca que cuando está en fase larvaria causa una enfermedad parasitaria que afecta sobre todo al ganado (aunque también puede afectar a humanos). Hace unos días hablamos del plan para acabar con ella: lanzar millones de moscas estériles para frenar su expansión. Lo curioso es que no van a hacerlo usando edición genómica, sino que para ello usarán una tecnología de hace décadas.
Rayos X y avionetas. El objetivo de esta iniciativa es frenar la expansión de esta plaga y para ello lo que van a hacer es esterilizar millones de moscas. ¿Cómo? Con una tecnología que se lleva usando desde los años 70 para combatir esta plaga: rayos X. Después de criar las larvas y que éstas se transformen en pupas, se colocan dentro de un cilindro de metal que se introduce en una cámara de irradiación gamma con una dosis de entre 40 y 65 Gray, suficiente para alcanzar el 95% de esterilidad sin comprometer su supervivencia.
Una vez esterilizadas, hay que hacerlas llegar a las zonas afectadas, en este caso el sur de Texas y México. Para asegurar que llegan en la fase adecuada, las pupas se mantienen a 10 grados de forma que se ralentiza su metamorfosis a adultas. Se sueltan desde aviones y, cuando la temperatura sube, emergen los machos estériles.
¿Por qué no moscas transgénicas? La esterilización de insectos mediante radiación tiene décadas de eficacia probada. La modificación genética es potencialmente más económica y eficiente, pero todavía está en fase experimental y no está lista para la producción masiva. Además está el tema de la regulación, más complicada en este caso porque requiere aprobaciones de dos países: Estados Unidos y México. El actual marco legal bajo el cual se liberan insectos estériles no contempla la modificación genética y conseguir la aprobación podría llevar años y costar millones de dólares.
La amenaza. El conocido como «gusano barrenador del ganado» es una especie devastadora, especialmente para el ganado. Las hembras depositan sus huevos en heridas y mucosas de los animales y, al eclosionar, las larvas empiezan a alimentarse de la carne, provocando heridas que llegan a ser mortales. Según el responsable de la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria, pueden matar una vaca de 450 kilos en dos semanas. Esta plaga afecta sobre todo a países de América del Sur, pero no es la primera vez que Estados Unidos tiene que lidiar con ella; en 1966 ya lo erradicaron y en 2017 hubo un pequeño brote en los Cayos de Florida.
Hay prisa. Aunque la reducción de costes de la técnica transgénica suene atractiva, la realidad es que no hay tiempo que perder. El gusano barrenador ha vuelto a aparecer en el sur de México y, aunque no se ha detectado cerca de la frontera, desde Estados Unidos no quieren correr riesgos. Además de la suelta de las moscas estériles, también van a tomar otras medidas como endurecer los controles en el traslado de animales, colaborar con México para mejorar la vigilancia y proporcionarles trampas para atrapar larvas.
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