España está estudiando la viabilidad de su primer portaaviones convencional. Podemos esperar sentados

Hubo una época en la que España fue una de las grandes potencias del mar. Atrás quedan esos tiempos en los que incluso EEUU temía, por diversos motivos, a la Armada Española, pero estos últimos tiempos ha resurgido el interés por reforzar la seguridad en este medio. Proyectos como el nuevo buque de combate BAC II son una nuestra de ello y, ahora, Navantia tiene un nuevo encargo: estudiar la viabilidad del primer portaaviones convencional de España.
No será fácil, pero el proyecto es tremendamente ambicioso.
Estudiando posibilidades. Hace unas semanas, y como leemos en El País, la Armada encargó al astillero público Navantia un estudio de viabilidad sobre la construcción de un portaaviones. El astillero deberá concretar las características técnicas del buque y pasar datos de presupuesto que, posteriormente, el Gobierno deberá aprobar, pero aunque faltan todos los detalles por concretar, como leemos en El Debate, ya hay quien apunta al moderno portaaviones francés Charles de Gaulle como inspiración.
Lo que quiere España. A diferencia del buque insignia francés, el nuevo portaaviones español no sería un portaaviones nuclear, pero sí contaría con unas dimensiones similares, con más de 260 metros de eslora y unas 40.000 toneladas. Lo que está claro es que, como decimos, será el primer portaaviones puro que tendrá la Armada, y hay que matizar esto.
En el 67, EEUU cedió el Dédalo a la Armada, luego Navantia construyó el ruinoso Príncipe de Asturias y, actualmente, contamos con el Juan Carlos I. Los tres tienen espacio tanto para helicópteros como para aviones, pero aunque tienen rampa, tienen una importante limitación: los aviones que pueden aterrizar y desplegar son los STOVL, los que inician el movimiento en vertical.
¿Y cuál es el problema? Que eso limita mucho el modelo que puedes operar, y con unos actuales AV-8B Harrier II que piden la hora, urge tener un portaaviones que sea capaz de albergar cazas más modernos y sin tanta dependencia de Estados Unidos. Por ejemplo, los FCAS desarrollados en conjunto por Francia, España y Alemania. Si al final cuenta con versión naval, claro. Según EFE, la intención de la Armada es que tenga una cubierta con capacidad para hasta 30 aviones de última generación.

Oficialmente, el Juan Carlos I es un «Buque de Asalto anfibio»
India entra en juego. Como apuntan en Infodefensa, el desarrollo de un portaaviones tradicional (sin ser electromagnético como los que ya operan China y Estados Unidos) o con propulsión nuclear como el mencionado Charles de Gaulle, no debería ser un reto para Navantia. “Simplemente” será caro, llevará tiempo y tendrá muchísimo acero, pero la tecnología está más que asentada.
Y aquí Navantia puede contar con una ventaja a modo de “entrenamiento”: Turquía. Navantia ya ha realizado algunos diseños para Turquía, como el TCG Anadolu que se convirtió en la joya de la corona de la marina turca y, como leemos en Infodefensa, la empresa española también estaría desarrollando junto a Turquía un portaaviones tradicional de más de 300 metros. Será algo que sirva para adquirir aún más experiencia en este tipo de vehículos.
Fortaleza estratégica. Contar con un portaaviones “puro” se antoja necesario para España en el contexto actual de tensiones geopolíticas, incluso con aliados que considerábamos tan cercanos como Estados Unidos. Dentro del proceso de rearme de Europa, también es algo que tiene sentido, tanto como que países como Francia y Reino Unido hayan colaborado para “sumar” sus arsenales nucleares.
Un portaaviones, aunque sea un vehículo con un mantenimiento carísimo, es un importante elemento de disuasión debido a sus implicaciones, algo que hemos visto recientemente en las tensiones en el mar de China Meridional. Hasta Japón, que durante años fue una nación desmilitarizada, ya empezado a moverse en este sentido y ya ha presentado su primer portaaviones desde la Segunda Guerra Mundial.
Para largo. Por otro lado, no hay prisa para este primer portaaviones español. Esas prisas llegarán cuando se retiren los Harrier, porque habría que depender de los F35B estadounidenses, pero como decíamos, queda camino por recorrer. Si todo se cumple, estaríamos hablando del primer portaaviones para dentro de unos quince años, pero para llegar a ese punto el informe de Navantia debe convencer al Gobierno y éste autorizar su construcción.
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