Hacía cuatro años que no tocaba un móvil plegable y he flipado con lo nuevo de Samsung
Por circunstancias del trabajo (y de la vida), desde finales el verano de 2021 no tenía un móvil plegable en mi mesa de análisis. Fue entonces cuando analicé el Samsung Galaxy Z Fold3 y el Samsung Galaxy Z Flip3, dos modelos que ya en su día me pareció que habían mejorado bastante con respecto a sus predecesores. Desde hace un par de días estoy en Nueva York con motivo del Galaxy Unpacked y lo confirmo: he flipado con los nuevos Galaxy Fold7 y Flip7. Tanto, que me han hecho cambiar de opinión.
Este Fold sí

Samsung Galaxy Z Fold3 y Galaxy Z Fold7
Aunque con el Fold3 ya habían refinado el diseño, me seguía pareciendo bastante ladrillo. Cuando lo plegaba, la sensación era de tener dos móviles en la mano, no uno. De hecho, esto era lo que menos me convencía de este formato. Al final no vamos a desplegar el móvil cada vez que lo queramos mirar y el grosor plegado era muy incómodo. Además, la pantalla exterior era demasiado alargada y el formato resultaba extraño. Por todo esto me gustaba mucho más el concepto del Flip: plegar para transportarlo, pero cuando queremos usarlo lo abrimos y tenemos en la mano un móvil normal.
Cuando vi el Galaxy Fold7 desplegado tuve que mirar dos veces para asegurarme, pero lo mejor vino al plegarlo y comprobar que ya se siente como un smartphone normal, sin formato extraño ni un grosor imposible. De hecho, estando plegado podría pasar por cualquier Galaxy S si no nos fijamos en el borde.
El Fold7 tiene un grosor de 8,9 milímetros cuando está plegado, solamente 0,7 milímetros más que el Galaxy S25 Ultra. Si lo comparamos con el último modelo que había probado, el salto es brutal: el Fold3 tenía un grosor de 16 milímetros plegado y pesaba 271 gramos. Ha adelgazado 7 milímetros y 56 gramos, que se dice pronto.
La pantalla externa que merecía el Flip

Samsung Galaxy Z Flip3 y el Samsung Galaxy Z Flip7
Cuando probé el Flip3, el formato me convenció mucho más que el del Fold; hacía años que no podía meter un móvil en el bolsillo sin que sobresaliera casi la mitad. Sin embargo, aunque era muy cómodo para transportarlo, tenía un problema: con el móvil cerrado no podíamos hacer casi nada. Aquel modelo ya había ampliado la pantalla de las primeras generaciones, pero seguía siendo una pequeña ventana donde podíamos ver las notificaciones y poco más.
El salto con el Flip7 es brutal, tanto en tamaño como en calidad. La pantalla ocupa todo el frontal y se ha perforado para colocar las cámaras, alcanzando las 4,1 pulgadas en diagonal y una resolución de 1.048×948. Además la tasa de refresco es de 120Hz. Por su parte, el Flip3 tenía una pequeña pantalla de 1,9 pulgadas con resolución 260×512. Lo malo es que las funciones aún están limitadas, es decir que no podemos usar cualquier app desde aquí.
El salto con el Flip7 es brutal, tanto en tamaño como en calidad. La pantalla ocupa todo el frontal.
El diseño también ha mejorado y es más delgado y ligero, pero aquí la diferencia no es tan abismal como con el Fold. Desplegado tiene un grosor de 6,5 milímetros y en el Flip3 era de 6,9 milímetros, Donde más se nota es al cerrarlo, pasando de los 17 milímetros del Flip3 a sólo 13,7 milímetros. El secreto está en la bisagra que por fin pliega la pantalla totalmente sin dejar un espacio.
Como decía, el Flip era mi favorito, pero viendo la evolución de ambos modelos en estos cuatro años, he cambiado de opinión. Mis quejas del Fold se han solucionado, mientras que el Flip no ha mejorado tanto y se ha quedado un poco estancado. Si tuviera que elegir un plegable hoy, sería el Fold sin duda.
La competencia ha espoleado a Samsung
No sería justo comparar a Samsung sólo consigo misma y con la ventaja que le dan cuatro años de evolución. Aunque fueron pioneros, otras marcas entraron en el mercado de los plegables más tarde y consiguieron mejorar esos aspectos negativos de los que a Samsung le ha costado desprenderse. Un ejemplo es la pantalla externa del Flip, que por fin ocupa todo el frontal pero es algo que ya vimos hace un año en el Motorola Razr 50 Ultra.
En cuanto al grosor, si sólo lo comparamos con el Fold3, la diferencia es abismal, pero la realidad es que por el camino ha habido marcas que se han adelantado a Samsung. Honor nos sorprendió hace más de un año con el Honor Magic V2 y sus 9,9 milímetros de grosor (plegado). También tenemos el OPPO N5 anunciaroHace apenas unos días, Honor anunciaba el Honor Magic V5 que baja hasta los 8,8 milímetros y le ha robado al Fold7 la posibilidad de anunciarse como plegable más fino del mundo. En su lugar, es “el Fold más delgado hasta la fecha”. Algo es algo.
Lo malo de renovar cada año
El efecto sorpresa en los lanzamientos de nuevos móviles hace tiempo que nos abandonó. Cada vez son más los móviles continuistas que apenas cambian con respecto a la generación anterior y a menudo nos preguntamos si tiene sentido mantener esta frecuencia de lanzamientos. Tiene sentido desde el punto de vista de estrategia empresarial, pero si lo que buscamos es que haya cambios sustanciales, no lo tiene.
Lo que me ha pasado a mí tras estos cuatro años alejada de los plegables es el ejemplo perfecto. Hablaba con compañeros de profesión que han seguido todas las presentaciones de los plegables de Samsung y a ellos no les parecía tan innovador. La delgadez del Fold7 era lo más comentado, pero poco más. Al final va a resultar que el secreto para que volvamos a flipar con los móviles nuevos es pasarnos unos cuantos años “en coma”.
Imágenes | Amparo Babiloni, Xataka
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