Netflix reinventó la forma de ver series. En Francia, ha firmado un acuerdo para volver a la tele de toda la vida
Antes de que el streaming lo cambiara todo, ver la tele era seguir unas reglas muy claras: esperar a que empezara tu programa, aguantar los anuncios y aceptar la oferta del momento. Así era el juego. Pero entonces llegaron plataformas como Netflix, prometiendo algo distinto. Y durante un tiempo, lo fue.
De repente, ya no hacía falta esperar al jueves por la noche para ver el nuevo capítulo de tu serie favorita. No había cortes publicitarios. Y si querías ver tres episodios seguidos, podías hacerlo sin que nadie te lo impidiera. Todo apuntaba a una nueva forma de consumir contenidos: más libre, más personalizada. Pero el tiempo ha hecho lo suyo, y poco a poco esa nueva televisión ha empezado a parecerse a la de antes.
La tele de toda la vida en Netflix
Primero llegaron los anuncios —aunque solo para quienes no pagan el plan más caro—. Después, los deportes en directo y los contenidos en colaboración con cadenas tradicionales. Ahora, el último paso: la televisión de toda la vida, con canales lineales incluidos. Y no es una metáfora. Netflix ha firmado un acuerdo histórico con TF1, la principal cadena privada de Francia, para incorporar sus canales en abierto directamente dentro de la plataforma.
A partir del verano de 2026, los usuarios de Netflix en Francia podrán ver en directo los cinco canales lineales de TF1, así como acceder a más de 30.000 horas de contenidos bajo demanda a través de TF1+. Esto incluye desde partidos de la selección francesa hasta realities, concursos, programas de entretenimiento y series de producción local.

Para Netflix, se trata de un movimiento estratégico: integrar lo que antes era su competencia directa y, de paso, ampliar su oferta en el mercado francés. Para TF1, es una forma de acercarse a una audiencia que lleva años alejándose de la televisión tradicional. Y para el espectador, otro síntoma de que las fronteras entre televisión en abierto y plataformas bajo demanda cada vez están más difusas.

Entre los programas que TF1 emite se encuentra Secret Story, uno de sus realities más populares
El acuerdo llega en un momento clave. Mientras Netflix lidera el negocio global del streaming con decenas de producciones propias, las cadenas tradicionales arrastran en gran medida una pérdida sostenida de audiencia y de ingresos por publicidad. Este tipo de alianzas podría permitir a ambas partes ganar tiempo. Pero plantea una pregunta. Al final, ¿la gran revolución del streaming ha terminado redescubriendo la televisión de siempre?
Por ahora, no hay detalles públicos sobre cómo se repartirán los ingresos ni si Netflix ha pagado algo por integrar estos canales en su plataforma. Tampoco está claro si veremos movimientos similares en otros mercados europeos, como el español. Lo que sí parece evidente es que el streaming y la televisión tradicional están destinados a encontrarse. Y cuando eso ocurra del todo, quizás ya no podamos distinguir dónde empieza una y termina la otra.