Toyota está por detrás en el desarrollo de software para coches. Así que ha recurrido al referente en la materia: China
Toyota es el mayor fabricante de coches del mundo. Las cuentas dicen que el año pasado puso en el mercado casi 11 millones de vehículos. Pero sus ventas de 2024 tienen dos lecturas.
La optimista es que, pese a preconizar la llegada del coche eléctrico, Toyota sigue apostando por los híbridos y eso le permite ser el fabricante con mayores ventas del mundo. La presencia de Toyota en esa tecnología es mínima pero el objetivo es llegar en el momento exacto o, de llegar tarde, llegar mejor que los rivales.
La pesimista es que Toyota está perdiendo fuelle. La caída en las ventas globales fue de un 3,7% y aunque en Estados Unidos avanza con paso firme gracias a los híbridos, en China se dejó un importante 6,9%. No solo eso, el mercado es tan competitivo que amenaza con expulsar a algunas marcas y perder comba en el mercado nacional más grande del mundo puede ser una rémora difícil de superar en el futuro.
El 2024 fue el tercer año consecutivo en el que Toyota se dejó ventas en China. El país es el lugar del mundo donde más coches eléctricos se compran. Allí, la presencia de Toyota ha sido casi testimonial hasta este mismo año. Hasta este 2025, apenas vendía el Toyota bZ3 en China.
Ahora ha confirmado que pondrá a la venta los Toyota bZ3X (más enfocado al mercado SUV asequible) y el Toyota bZ7, ambos en colaboración con la local GAC. Con todo, tres modelos eléctricos es algo claramente insuficiente comparado con gigantes como BYD o todo el potencial que tiene Geely con sus innumerables marcas.
Y a esto se suma que el mercado chino no sólo está premiando a quienes ponen en el mercado un buen coche en relación a su autonomía. China ha dado un paso importante en las calidades de sus habitáculos y, sobre todo, los clientes están premiando el software que se utiliza en el interior, con múltiples ofertas que van desde la clásica información hasta convertir el interior del coche en un karaoke.
Esto último ha puesto contra las cuerdas a los fabricantes occidentales que no terminan de dar con la tecla de lo que allí se lleva. La solución de Toyota: aliarse con los que más saben.
Toyota, de la mano de Xiaomi y Huawei
Ante esta última tesitura, Toyota ha optado por la vía rápida pero, quizás, extremadamente inteligente. Una alianza con Xiaomi y Huawei le permite posicionar el producto como una parte más del ecosistema digital de quienes cuentan con un arsenal de productos de esa misma familia.
Desde que se presentara el Xiaomi SU7, la compañía ha puesto un especial énfasis en la conversación entre el teléfono móvil y el coche, convirtiendo a éste en una extensión más de una familia de productos que ya es omnipresente en el hogar. Su baza es HyperOS.
Contaba mi compañero Ricardo Aguilar en Xataka que la integración entre el sistema y el teléfono móvil es mucho más profunda que Apple CarPlay o Android Auto. El sistema operativo replica en hasta cinco pantallas la información relevante para cada una de ellas, cuenta con aplicaciones propias y permite mostrar la información del teléfono en modo espejo.
Incluso, el sistema permite combinar Apple CarPlay con el sistema operativo de base y bien mostrar esta última en la pantalla central y las traseras (al tiempo que HyperOS trabaja por debajo en el cuadro de instrumentos o el Head-Up Display) o enviar contenido a la misma mediante AirPlay. Lo mismo sucede con Android Auto.
Lo mismo pasa con HarmonyOS, el software para vehículos que emplea Huawei en coches que lanza al mercado en colaboración con fabricantes de vehículos como Aito, Chery o JAC. En este caso, incluso, tiene más miga porque utilizan sus propios chips con el objetivo de independizarse de las compañías estadounidenses.
En 2021, Huawei ya enseño la pata con la presentación de HarmonyOS. Ese software multiplataforma tenía la clara vocación de integrar todos los productos en una misma familia. Es decir, que quien tuviera un teléfono de Huawei se lanzara directo a por un coche que le permita vivir la experiencia de usuario completa.
Igual que Xioami, Huawei repite fórmula presentándose como una opción atractiva para atraer a clientes en los vehículos de gama alta o de lujo, como el que podemos ver en este vídeo.
La aproximación de ambas compañías chinas es radicalmente diferente a la de Toyota cuya inversión en el software está siendo mínima hasta ahora. Y aunque hace unos meses confirmaron que estaban invirtiendo mayores recursos en un sistema operativo propio, son conscientes de que la competitividad quina puede pasarles por encima.
La solución pasa por aliarse con ambas tecnológicas chinas. Así, el Toyota bZ7 podrá utilizarse con ambos sistemas operativos. Cada uno trabajará con sus propios desarrollos de inteligencia artificial y, por ejemplo, Toyota promete que con Huawei se está trabajando en una identificación personal de los individuos para que, con un simple comando de voz, podamos activar el perfil deseado al instante.
Además de Xiaomi y Huawei, Toyota también se ha asociado con Momenta. La compañía china le permitirá ahondar en los sistemas de conducción autónoma, un mercado altamente deseado en China. De hecho, el propio Gobierno ha tenido que dar un toque de atención a los fabricantes para que no sobrestimen sus capacidades de cara al usuario.
Foto | Toyota