Clasismo y racismo
Por: Boghar González y González
-Sin argumentos ante insultos y agresiones
-Polarización insalvable
Estamos viviendo los efectos de la polarización política, social y económica no solo en México. En Colombia el atentado a un precandidato a la presidencia, da un ejemplo negativo en un país hermano latinoamericano, actualmente gobernado por un líder guerrillero histórico de izquierda de esa nación: Gustavo Petro. En Argentina hay una condena penal a Cristina Fernández de Kirchner, fomentada por el presidente ultraderechista Javier Milei, que le impedirá presentarse a las elecciones presidenciales. Y para colmo, las posiciones extremas de Trump en EE.UU. con los demócratas y empresarios globales, son un claro ejemplo que las narrativas extremas están dominando la conversación en diversas latitudes, se están acabando los argumentos a favor y en contra, los razonamientos fundamentados están cediendo, dando paso a las groserías e insultos de todo tipo, la inmediatez sustituye el análisis profundo, ya no tenemos tiempo para reflexionar y lo que es peor escuchar al otro, las imágenes y/o el fenotipo de las personas nos están llevando al error de prejuzgar sin escuchar siquiera su nombre, los estereotipos, están fomentando la descalificación con solo ver algo o a alguien, escasos segundos en la pantalla o en persona, da igual.
Lo anterior lo estamos viendo en tiempo real en la ciudad de Los Ángeles California, a través de los medios de comunicación tradicionales y digitales, solo por el aspecto de las personas son susceptibles que en las redadas los atrapen, los encarcelen y deporten, las manifestaciones contra estos operativos, han sido acompañados de saqueos, quema de patrullas y desorden social, al extremo de declarar el pasado martes, toque de queda para el primer cuadro de la ciudad, algunos medios narran que es la comunidad latina la más afectada, los policías califican a los ciudadanos por el tono de la piel y/o su acento, seríamos ingenuos si no tomáramos en cuenta para este análisis, las posiciones políticas e intereses económicos del presidente republicano Trump quien pretende captar sufragios infundiendo miedo a los electores apelando a los riesgos que, según él, representan los migrantes latinoamericanos, por lo que es necesario poner orden con el uso de la fuerza. Y la del gobernador y alcaldesa demócratas de cara a las siguientes elecciones, quienes consiguen votos fomentando las ciudades santuario y la atención a comunidades latinas y causas progresistas.
Lo anterior no está nada lejos de lo que sucede en nuestro entorno, en las comunidades y tristemente hasta en las familias mexicanas, nos estamos olvidando de dialogar, reflexionar y buscar el bien común, cada vez es más notorio que las posiciones ante diversos eventos polarizan a los llamados “fifis” de los “chairos”, no hay matices, puntos intermedios, se está a favor o en contra de la 4t: de sus gobiernos en los tres niveles, en el poder legislativo, judicial, medios afines, analistas e intelectuales orgánicos, caricaturistas, opinantes, lectores de noticias, etc. Las narrativas y los debates entre ambos grupos son irreconciliables, en las mesas de análisis de los medios tradicionales y digitales están tomando partido, los conductores muchas veces editorializan con miradas y/o sonrisas, los miembros de la 4t cuando se sienten acorralados recurren a la popularidad de la presidenta Sheinbaum y las malas actuaciones de los últimos presidentes del PRI y del PAN, y los de oposición a las megaobras que aún no funcionan, de la deuda contratada en el sexenio de AMLO y ahora en los acordeones usados en la elección del poder judicial.
Aunado a todo lo anterior estamos observando que las descalificaciones están siendo sobre la persona que trata de emitir una opinión, cuestionando su origen, nivel de estudios, escuelas donde se formaron, forma de expresarse, origen étnico o geográfico, edad, sin analizar su argumento, pero por si esto no es poco está escalando a agresiones públicas verbales y físicas, hace un par de días al integrante de 80 años de edad, del nuevo órgano de control del poder Judicial, Mtro. Bernardo Batíz en una ponencia ante integrantes del mismo poder judicial le gritaron “hipócrita”, trato de defenderse pero el griterío lo apabulló, circulan en redes sociales videos donde se ven distintas agresiones físicas a funcionarios de diferentes niveles, a empleadas del IMSS por atender más a su celular que a los derechohabientes, a policías de distintas corporaciones siendo agredidos por la turba de taxistas y camioneros, etc. Desde esta columna recomendamos serenar los ánimos, el país está en una coyuntura muy explosiva por el contexto interno y externo. No podemos perder la calma,
pero tampoco la dignidad. boghar@hotmail.com
