Acaba de caer otro gurú de las criptomonedas en EEUU: fundó una prometedora plataforma y acabó acusado de lavar 500 millones
El caso de Sam Bankman-Fried dejó una herida abierta en el sector cripto. Su ascenso meteórico al frente de FTX y su posterior caída marcaron un hito en la percepción pública sobre estas plataformas. Pero no fue el único. Ahora, otro magnate de las criptomonedas ha sido acusado de protagonizar un esquema masivo de blanqueo. Iurii Gugnin, fundador de las compañías Evita Investments y Evita Pay, habría facilitado cerca de 2.000 millones de dólares en transacciones, de los cuales más de 500 millones pasaron por el sistema financiero de Estados Unidos.
Las autoridades creen que convirtió su empresa en una red encubierta de financiación para bancos rusos sancionados y exportaciones tecnológicas sensibles.
Una plataforma en la mira. Según la acusación, Gugnin fundó en Estados Unidos dos compañías: Evita Investments, radicada en Delaware, y Evita Pay, con sede en Florida. A través de ellas habría movido aproximadamente 530 millones de dólares mediante bancos y casas de cambio de criptomonedas en EEUU, ocultando el origen y el propósito real de los fondos. Siendo Evita Investments la vía principal, con unos 365 millones canalizados a través de Tether.
El listado. El Departamento de Justicia lo acusa de un total de 22 delitos, entre ellos:
- Fraude bancario (pena máxima: 30 años de prisión)
- Conspiración para defraudar a Estados Unidos (hasta 5 años)
- Lavado de dinero (hasta 20 años)
- Violaciones de la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales (IEEPA) (hasta 20 años)
- Operación de una empresa transmisora de dinero sin licencia (hasta 5 años)
- No aplicar un programa efectivo contra el blanqueo de capitales (hasta 10 años)
- No presentar reportes de actividades sospechosas ante las autoridades (hasta 10 años)
Gugnin fue arrestado en Nueva York. Si es declarado culpable, podría enfrentarse a varias décadas de prisión, según la combinación de cargos.
Pagos en nombre de clientes rusos, chinos y emiratíes. La acusación detalla que muchos de sus clientes tenían cuentas en bancos rusos sancionados, como Sberbank, VTB, Tinkoff, Sovcombank e incluso Alfa-Bank, donde el propio Gugnin mantenía cuentas personales. También hubo clientes en China y Emiratos Árabes Unidos. Gugnin recibía criptomonedas, principalmente en la stablecoin Tether (USDT), las convertía en dólares o en otras monedas fiduciarias, y luego realizaba pagos en nombre de sus clientes.
Hacia Rusia. Como apunta Financial Times, algunos de esos pagos habrían servido para adquirir tecnología sujeta a control de exportaciones, como servidores diseñados por empresas estadounidenses, piezas para una empresa francesa de yates y componentes destinados a Rosatom, la corporación estatal rusa de energía nuclear. También habría canalizado pagos a Yiwu Vortex, una empresa sancionada por exportar equipos marítimos a Rusia.
Una fachada de legalidad. Según el Departamento de Justicia, Gugnin registró Evita Pay como empresa transmisora de dinero ante el estado de Florida y la red FinCEN, pero lo hizo falseando la información sobre la verdadera naturaleza de su negocio. Esa licencia, obtenida de forma fraudulenta, le sirvió para inducir a plataformas de intercambio de criptomonedas a procesar operaciones.
Además, engañó a bancos y exchanges asegurando que no trabajaba con entidades sancionadas ni con clientes rusos. La acusación afirma que nunca aplicó un programa efectivo de prevención de blanqueo de capitales, no activó controles internos, no reportó actividades sospechosas.
El “emprendedor en serie”. Gugnin residía en Nueva York y se presentaba públicamente como “emprendedor en serie”. Según la documentación judicial, era plenamente consciente de la ilegalidad de sus actos y buscaba en Google si le investigaba. Las autoridades tuvieron acceso a su historial de navegación, encontrando consultas relacionadas a sobre cómo saber si estaba siendo investigado, las penas por blanqueo de dinero, las sanciones relacionadas y cómo actuar en caso de estar bajo investigación policial.
Imágenes | Evita | DrawKit Illustrations | DoJ