La isla de La Palma ha estado dos horas en cero energético. Lo más llamativo: es el cuarto apagón en poco más de un mes

La Palma se ha quedado sin luz. Toda la isla se fue a cero energético el martes a las 17:32, hora local de Canarias. Dos horas más tarde, 50.289 usuarios seguían sin suministro eléctrico a causa de una avería.
Cero energético. El origen del negro total en La Palma este 10 de junio fue el «disparo de una turbina de generación» en la central de Los Guinchos, en Breña Alta, según un comunicado de Endesa.
El fallo provocó el colapso completo del sistema, lo que como todos sabemos desde finales de abril se conoce como un «cero energético». La isla seguía sin suministro dos horas después, de acuerdo con el mapa de averías de la distribuidora.
Red Eléctrica ha estado informando en directo de los avances en la reposición del suministro: 6,2 megavatios de la demanda habían sido repuestos a las 19:10. Cincuenta minutos más tarde, a las 20:02, más del 90% del consumo había quedado restablecido: 34,4 megavatios.
Plan de emergencias. Puesto que podría haber personas atrapadas en ascensores y otras que dependan de la electricidad, el Gobierno de Canarias ha activado el «Plan de Emergencias de Canarias» (PLATECA) en situación de Alerta.
Mientras tanto, los técnicos trabajan en el arranque de la generación, todavía sin una previsión clara para el restablecimiento completo del servicio.
Cuarto apagón. Si bien es el primero que afecta a los más de 50.000 suministros de La Palma, este es el cuarto gran apagón que sufre la isla en poco más de un mes. El más sonado hasta ahora ocurrió el 8 de mayo, cuando un fallo en una subestación de la misma central de Los Guinchos dejó sin luz a 19.526 clientes durante casi dos horas.
Sin luz en la Isla Bonita. Los sistemas eléctricos insulares como el de La Palma son más vulnerables porque no están interconectados con grandes redes continentales, por lo que un fallo grave en una central de generación principal, como ha ocurrido hoy en Los Guinchos, puede provocar con más facilidad el colapso de toda la red.
Pero con el cero energético como gota que colma el vaso, la situación ha puesto de manifiesto la fragilidad de la infraestructura eléctrica de la isla. Después de cuatro apagones, la pregunta es qué medidas estructurales tomar para garantizar la estabilidad del servicio.
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