El pendulazo energético de Japón: tras intentar independizarse de sus nucleares, ha tenido que dar marcha atrás

14 años después del desastre de Fukushima, Japón ha pulsado el botón de reset en su política nuclear con una nueva ley que acaba de entrar en vigor y permitirá tener los reactores nucleares operando más allá de los 60 años.
Pendulazo energético. Tras el desastre de 2011, Japón impuso un límite estricto a la vida útil de las centrales nucleares: podían operar durante 40 años, con una posible extensión única hasta los 60 años si superaban unas rigurosas pruebas de seguridad. Ahora, esa barrera se ha desvanecido como solución a los desafíos energéticos que enfrenta el país.
Parar el reloj. La ley introduce una fórmula ingeniosa para alargar la vida útil de las centrales nucleares japonesas: los periodos en los que un reactor ha estado inactivo por «circunstancias imprevisibles» ahora no contabilizarán en su edad operativa. Esto incluye paradas para revisiones de seguridad o suspensiones judiciales, siempre que no se deban a una negligencia del operador.
El ejemplo más claro es el del reactor 1 de la central de Takahama. Inaugurado en 1974, es el más antiguo del país. Tras Fukushima, estuvo parado durante unos 12 años. Con la nueva ley, ese tiempo «no cuenta», lo que le permitiría, en teoría, seguir funcionando hasta 2047, alcanzando una vida útil de 72 años. Eso sí, la nueva ley viene acompañada de un fortalecimiento de la supervisión.
Las razones del cambio. El giro de 180 grados en la política nuclear japonesa responde a una tormenta geopolítica perfecta. La invasión rusa de Ucrania sacudió los mercados energéticos mundiales, evidenciando la peligrosa dependencia de Japón de los combustibles fósiles importados.
Demanda. Por otro lado, el gobierno prevé un aumento masivo de la demanda eléctrica impulsado por la inteligencia artificial y la fabricación de semiconductores, dos sectores estratégicos para el futuro del país. Como cuarta economía mundial y quinto emisor de CO2, Japón tiene el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. La energía nuclear, libre de emisiones directas, es ahora una herramienta indispensable para lograrlo.
El nuevo mix energético japonés. La hoja de ruta es clara: Japón aspira a que las renovables sean la principal fuente de energía para 2040, pero la energía nuclear desempeñará un papel fundamental. Para esa misma fecha, el país espera que la energía atómica represente alrededor del 20% del suministro energético del país, un salto gigantesco desde el 5,6% de 2022.
Imagen | Hirorinmasa (CC BY-SA 3.0)