El británico que perdió 700 millones en bitcoins al tirar su disco acaba de lograr lo que nadie vio venir: su propia serie
En el mundo hay un solo disco duro que nadie ha podido encontrar, pero muchos recuerdan. Contiene entre 7.500 y 8.000 bitcoins y, según su dueño, está enterrado bajo toneladas de basura en un vertedero de Newport, Gales. James Howells lleva más de una década intentando recuperarlo porque sus activos digitales superan los 700 millones de euros. No lo ha conseguido. Sin embargo, su historia ahora es más valiosa que nunca: una productora estadounidense ha comprado los derechos exclusivos para convertirla en docuserie, podcast y, si todo va según lo previsto, también en contenidos para las redes sociales.
Howells es ingeniero informático. Vive en Gales y lleva años obsesionado con la idea de recuperar ese dispositivo, que asegura que guarda las claves privadas de una fortuna digital generada en 2009, cuando el precio de la criptomoneda todavía no había subido estrepitosamente. Por entonces, Bitcoin era un experimento recién nacido. Se solía minar desde ordenadores domésticos y su valor era tan bajo que nadie imaginaba lo que llegaría a ser. Howells fue uno de los primeros en subirse a esa ola, y también uno de los primeros en perderlo todo sin haber vendido nada.
Un vertedero, una fortuna digital y una obsesión sin final a la vista
Según contó hace años a The Guradian, hace más de una década, mientras hacía limpieza en casa, confundió unos discos duros. Tiró el equivocado. Poco después, al ver cómo subía el precio del Bitcoin, se dio cuenta de lo que había hecho. «¿Sabes cuando tiras algo a la basura y piensas ‘es una mala idea’? De verdad que me pasó”, contó al periódico. Desde entonces está convencido de que el dispositivo acabó en el vertedero municipal de Docksway, gestionado por el ayuntamiento de Newport. Y desde entonces, también, ha intentado recuperarlo por todos los medios posibles.
A lo largo de los años ha presentado diferentes propuestas para buscar el disco. En 2022 llegó a plantear una operación de 10,7 millones de euros a ejecutar con un equipo de especialistas en recuperación de datos, ingenieros medioambientales y maquinaria específica. Su plan incluía el uso de inteligencia artificial, un brazo robótico para tamizar residuos e incluso perros robot de Boston Dynamics. Ofreció además repartir parte del dinero con las autoridades y con los ciudadanos de Newport.
Pero nada funcionó. Las autoridades siempre se han negado. Alegan que los riesgos medioambientales son demasiado altos, que la operación no garantiza resultados y que el coste público, en caso de fracaso, sería inasumible. En enero de 2025, el Tribunal Superior británico rechazó la demanda de Howells, alegando que no había “posibilidades realistas” de éxito. Poco después, el recurso también fue desestimado. Howells se representó a sí mismo en la vista, utilizando herramientas de IA para preparar su caso. No fue suficiente.

Ahora planea llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Y mientras tanto, considera otra opción: comprar el vertedero. El ayuntamiento ha anunciado que lo cerrará durante el ejercicio 2025–2026 y prevé reconvertir parte del terreno en un parque solar. Para Howells, esa decisión desmonta uno de los argumentos clave utilizados contra él en los tribunales: que suspender la actividad del vertedero para excavar causaría un perjuicio a los vecinos. Si el cierre ya está en marcha, sostiene, no debería haber más obstáculos. Dice haber hablado con inversores y asegura que tiene apoyo para adquirir la instalación “tal como está”.
Todo este recorrido es el que ha captado la atención de LEBUL, una productora con sede en Los Ángeles especializada en relatos multiplataforma. Como señalamos arriba, ha adquirido los derechos exclusivos de la historia de Howells para desarrollar lo que han titulado ‘The Buried Bitcoin: The Real-Life Treasure Hunt of James Howells’, un proyecto que combinará distintos formatos y canales. El objetivo no es solo contar el pasado, sino seguir también en tiempo real los próximos pasos del protagonista.

La iniciativa incluye “una docuserie de formato premium”, un pódcast narrativo y una estrategia de contenidos cortos para plataformas sociales. LEBUL define el proyecto como “una búsqueda del tesoro en directo” que mezcla tecnología, drama judicial y ambición personal con un telón de fondo muy actual: la promesa de las criptomonedas. Según ha explicado la compañía, se utilizarán efectos CGI y recursos narrativos de alto nivel para recrear los momentos clave de la historia y mostrar el plan técnico propuesto por Howells.
«Esto no es solo contenido», dijo Reese Van Allen, presidente de Unscripted Entertainment en LEBUL. «Es un thriller tecnológico de acción real con casi mil millones de dólares en juego, y LEBUL se enorgullece de traerlo al mundo». La empresa afirma que el proyecto ya ha despertado el interés de plataformas de streaming, patrocinadores globales y figuras relevantes del ecosistema cripto. De momento, no obstante, no sabemos en qué servicio podríamos verla, si es que se hace realidad.
«Después de ver el documental, la gente entenderá que no es una locura”
El rodaje está previsto para el verano de 2025, con estreno estimado entre octubre y noviembre. La productora también ha confirmado que el relato incluirá el intento de compra del vertedero, los últimos fallos judiciales y el estado actual del conflicto con el ayuntamiento. Para Howells, este proyecto representa una oportunidad única: “Es la primera vez que voy a poder enseñar con claridad lo que queremos hacer en el vertedero. Después de ver el documental, la gente entenderá que no es una locura”, contó a la BBC.
El caso ha llamado la atención de decenas de productoras a lo largo de los años. Según el propio Howells, llegó a recibir más de 200 propuestas, incluyendo algunas de ganadores de los BAFTA y los Emmy. Hasta ahora siempre dijo que no era el momento. Las batallas legales estaban abiertas, y el relato todavía no tenía forma. El anuncio de LEBUL marca un cambio. Por primera vez, su historia se convierte en un proyecto mediático con calendario, presupuesto y ambiciones distribución digital.
¿Está realmente allí el disco duro? ¿Sigue intacto después de más de una década bajo tierra? ¿Conservará las claves privadas? Son preguntas imposibles de responder, al menos de momento. Pero lo que empezó como un descuido doméstico, como una anécdota que se colaba cada tanto en la prensa, ahora tiene una nueva vida. No para recuperar el dinero, sino para contarle al mundo lo que ha sucedido.
Imágenes | LEBUL | James Howells (Instagram) + Photoshop | Kanchanara
En Xataka | El cifrado de Bitcoin y otras criptomonedas caerá. Y los responsables serán los ordenadores cuánticos