China está cerca de un avance clave en submarinos: su tecnología apunta a reducir mucho el alcance del sonar enemigo

En el mundo submarino, el ruido puede ser una sentencia. Cuanto más silencioso es un sumergible, menor es la probabilidad de que sea detectado por sonar. Aunque la inteligencia artificial empieza a cambiar las reglas del juego, los esfuerzos por reducir aún más la firma acústica no cesan. Como apunta SCMP, el último avance llega desde China, donde un equipo de investigadores ha desarrollado una tecnología que, en condiciones de laboratorio, ha logrado recortar significativamente la vibración que se transmite del motor al casco.
La idea parte de sustituir los tradicionales soportes rígidos del motor por una estructura híbrida de aislamiento activo-pasivo. El sistema fue presentado en un estudio revisado por pares publicado en Noise and Vibration Control por investigadores de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, en colaboración con China State Shipbuilding Corporation (CSSC). Según citan los propios autores, una reducción de solo 10 decibelios en el nivel de ruido de un vehículo subacuático podría disminuir su alcance de detección en un 32%.
Un sistema doble con inteligencia de control. El sistema combina dos elementos. Por un lado, un anillo de acero-goma-acero que actúa como amortiguador pasivo. Por otro, una serie de 12 actuadores piezoeléctricos que rodean el motor y neutralizan micromovimientos con ayuda de palancas de precisión. Estos actuadores están diseñados para adaptarse al espacio reducido del montaje. La combinación permite reducir tanto vibraciones estructurales como sonidos de baja frecuencia, los más problemáticos para el sigilo.

El sistema está gobernado por un algoritmo FX-LMS, un método adaptativo que coordina los 12 actuadores y evita interferencias entre ellos. Gracias a esa gestión inteligente, el sistema puede ajustar su respuesta en tiempo real, lo que permite mantener el control incluso ante variaciones inesperadas en el comportamiento del motor. El método se basa en reconstruir la señal interferente para realimentar la cancelación de ruido.
Resultados prometedores, pero en laboratorio. Las pruebas se realizaron con un motor simulado de 200 kg montado sobre una carcasa metálica cilíndrica. El sistema fue diseñado para operar con un régimen de 1.500 revoluciones por minuto (25 Hz). A 100 Hz, el sistema pasivo logró reducir el ruido en 12 dB. Con el sistema completo, la atenuación llegó a los 24 dB. A 400 Hz, la reducción fue de 26 dB. Los investigadores explican que las frecuencias elegidas se corresponden con las líneas espectrales más habituales del motor.
Un desarrollo aún con interrogantes. El estudio también señala limitaciones. La rigidez del caucho empleado en el sistema pasivo puede verse afectada por variaciones de temperatura y presión, y aún no se ha verificado la durabilidad de los actuadores piezoeléctricos en condiciones reales de operación. Además, los investigadores no especifican qué tipo de submarino emplearía esta tecnología ni el impacto final que tendría sobre su perfil acústico global. De hecho, en todo el estudio se utiliza el término “vehículo subacuático”.
Es decir, no hablan de submarinos diésel-eléctricos o submarinos nucleares. Por ahora, se trata de un desarrollo experimental con resultados prometedores. La participación de CSSC sugiere interés estratégico, pero no hay confirmación de que este sistema se haya integrado en ninguna plataforma operativa. Lo que sí demuestra es que China continúa apostando por tecnologías avanzadas para reforzar su sigilo submarino, un factor importante en la guerra naval moderna.
Imágenes | Took-ranch (Wikimedia Commons) | Universidad Jiao Tong