Hay una influencer cagando en todos los baños públicos de España para que los demás no tengamos que hacerlo
Ali Blackbet es un caso único dentro de los creadores de contenido. Sus cuentas en redes sociales, especialmente las de TikTok, han terminado encontrando un nicho único, un espacio reservado a los más grandes: el testeo de retretes públicos, que ejecuta con un estilo personalísimo e hilarante. Su sentido del humor y lo sofisticado de su edición y locuciones la convierten en una auténtica rareza… y en una cita imprescindible si te interesa el humor de mal gusto.
Siete meses en retretes. Ali Blackbet arrancó con su cuenta de TikTok en 2021 (o al menos, el histórico nos lleva hasta allí), pero llevaba desde 2012 en Instagram. Hasta el año pasado, sus contenidos se centraron en lo que claramente le interesaba: divulgación sobre ocultismo e historia oscura, típicas entradas de diario cotidiano influencer y multitud de imágenes de conciertos de tres bandas donde canta y toca el bajo, Brothers Till We Die, Grim Death y Pirate Queen. Aunque en Instagram aún desliza su contenido más personal y estético, es en TikTok donde ha dado el giro total hacia el análisis de servicios públicos.
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Germinar un calçot. Titulando siempre sus vídeos como ‘Kgando en lugares públicos’ y arrancando con un número de serie disparatado («Día 2302…»), Ali Blackbet frecuenta servicios públicos especialmente inaccesibles o retorcidos: el Ayuntamiento de Madrid, el mercado de El Nacional, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Palacio Real, un avión… y lo hace con una gracia muy especial, empezando por la misma denominación del acto («doblar el andamio», «orquestar una zarzuela», «liberar la chulapa», «comer blando y mear duro») y siguiendo por la frenética edición, llena de sorpresas, guiños y hasta planos de una milésima de segundo que parecen sacados de un videoclip de metal oscuro.
El humor habla. Lo más singular del caso es que Ali Blackbet realmente analiza los baños, y acaba haciendo que el espectador tenga a su disposición un criterio humorístico, pero bastante firme, de qué esperar en cada servicio público. Todo ello gracias a la variedad y concisión de los parámetros de valoración: limpieza, iluminación, temperatura del agua, grosor del papel higiénico, forma del retrete, funcionamiento de la cisterna, ubicación, acceso… Resultado: 187.000 seguidores en TikTok y vídeos que andan entre las 200 y las 600.000 visualizaciones.
Nuevos humores. Ali Blackbet pertenece a una nueva generación de creadoras, que recogiendo el testigo de una generación previa de humoristas cuyo trabajo se ha diversificado en otros medios, como Victoria Martín, Gakian, Esty Quesada o Lalachus, han radicalizado las propuestas previas. Con aún menos complejos y lanzándose a un humor mucho más disparatado y que no tienen miedo a resultar chocantes u ofensivas, hay toda una generación de creadoras que a menudo no tienen nada que ver entre sí pero que están haciendo germinar perfiles muy interesantes.
Destacan casos como el de Magdalenita y su rotunda retransmisión de las fiestas de Mérida, los tronchantes unboxings de juguetes de Beh Joestar o los lip-syncs esquinados de Teresa Aranguiz. O esta Ali Blackbet que, sin ser exclusivamente una cuenta de humor, ya ha puesto sobre la mesa la expresión «entrenar a tu dragón». Hay días a los que no le podemos pedir más.
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