Zaragoza fue testigo este fin de semana de un evento meteorológico de lo más singular: una supercélula
De una sequía extrema que asoló la península Ibérica durante más de un año hemos pasado a unos meses durante los cuales los fenómenos extremos han venido caracterizados por precipitaciones intensas. Hemos visto batir diversos récords de precipitaciones y también hemos visto la cara más trágica de estos eventos.
Un nuevo evento extremo. Aunque no llegara con el poder destructor de otras tormentas, la provincia de Zaragoza ha sido testigo durante el fin de semana de un nuevo evento extremo, una supercélula. Las supercélulas son tormentas con unas características definidas que las convierten en una suerte de ciclón en miniatura. Son más propias de zonas como las grandes llanuras de los Estados Unidos que de España, pero el sábado los aragoneses pudieron ser testigos de una de estas tormentas.
El domingo, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantenía alertas amarillas por fenómenos adversos en una buena parte de la zona comprendida entre el valle del Ebro y los Pirineos. Avisos que se materializaron en intensas tormentas. El mismo día, AEMET compartía a través de sus redes sociales algunas imágenes de esta singular tormenta.
Las supercélulas son fenómenos intensos pero no del todo extraños: el sábado anterior también se registraron en la región eventos similares, según explicaba en su momento la prensa local. En aquella ocasión, las tormentas llegaron a provocar un apagón en la ciudad de Huesca, señalaba el Heraldo de Aragón.
¿Qué es exactamente una supercélula? Las supercélulas son tormentas con una estructura organizada. En ellas, una corriente ascendente transporta, a veces con altas velocidades, aire cálido desde la superficie a zonas más altas. Ahí, el aire cálido y húmedo se junta con el aire frío y seco, lo cual lleva a precipitaciones que pueden ser intensas y resultar en granizadas.
La coexistencia de una corriente ascendente y otra descendente es una de las características de estas tormentas. Una que, además, implica que este tipo de eventos pueden prolongarse durante cierto tiempo.
Este encuentro entre el aire cálido y el frío tiene otro efecto: hace que la tormenta gire. Esto desencadena otra de las características propias de este tipo de tormentas, un mesociclón, es decir, un ciclón intermedio.
Del granizo a los tornados. Según explica el geógrafo Pedro de la Fuente a Meteored, este tipo de tormentas entrañan riesgos derivados de sus precipitaciones y de los vientos asociados a ellas. Estos fenómenos adversos incluyen granizo, que pueden llegar a alcanzar un importante tamaño; inundaciones, como consecuencia de las precipitaciones, o importantes ráfagas de viento descendiente.
Uno de los efectos más llamativos de este tipo de tormentas, son, sin embargo, los tornados. Estos no son frecuentes, incluso cuando se dan este tipo de tormentas, pero pueden ser una de las consecuencias más relevantes de las supercélulas.
Del Ebro al Mediterráneo. Si las tormentas en el valle del Ebro han sido protagonistas durante el fin de semana, el Mediterráneo podría tomar el relevo el jueves, señalan los meteorólogos. Las tormentas podrían afectar en particular a la zona sur de la Comunidad Valenciana, así como a Murcia, Albacete y al este de la provincia de Cuenca.
Imagen | Matthieu PRON