Las circunstancias … mandan

Crispación social
Por: Boghar González y González
-Ciudadanos enfadados y/o temerosos
-Riesgos sociales
-Mucho personal en los Ayuntamientos, pero poca autoridad
El evento de linchamiento en el municipio de Jiquipilco sucedido hace dos semanas, donde uno de los valerosos vecinos perdió la vida, desgraciadamente el miércoles de esta semana, la tragedia se agravó, al fallecer también su hermano, ambos considerados por la comunidad como héroes que hicieron frente a los delincuentes, antes que cualquier autoridad, la indignación y frustración es creciente entre los habitantes de las comunidades que se dedican a la agricultura y ganadería de traspatio. Ante estos lamentables hechos, habitantes del municipio empezaron a colocar lonas de advertencia a los delincuentes, que tomarán justicia por sus propias manos.
Esos avisos de advertencia los veíamos en las colonias de las ciudades, no en los municipios, que reflejan el sentir de la población ante la ausencia de actos de autoridad, cuando esto pasa, los electores empiezan a voltear y aprobar acciones más tajantes, como lo observado en el país de El Salvador con las pandillas, donde el Presidente Bukele, ofreció una solución; que incluso violando derechos humanos, de libertad de expresión, de libre manifestación, etc. la población termina apoyando electoralmente, ese es el famoso péndulo del comportamiento electoral, cuando tenemos gobiernos tolerantes o negligentes, pasamos al otro extremo: autoritarios y enfocados en resultados. En el sexenio del Presidente AMLO se dio la política de “abrazos, no balazos”, en todos los niveles de gobierno, se toleró en demasía a la delincuencia organizada y de bajo impacto, las consecuencias las estamos cosechando ahora, por eso el discurso de Trump empieza a tener eco, que las fuerzas armadas de nuestro vecino del norte entren a poner orden, más allá de la soberanía, se empieza a comentar entre familias y compañeros de trabajo dos aspectos: ¿Porque la presidenta se niega?, si es por proteger a políticos y/o delincuentes y segundo: que es necesario que se ponga orden, incluso con medidas más radicales de cero tolerancia.
Con este contexto, de ausencia de autoridad, se pueden cometer múltiples injusticias: ciudadanos que sean confundidos con delincuentes, que se arengue a la muchedumbre a cometer actos irracionales, ante sospechas o rumores, que se dé desconfianza entre vecinos ante sospechas de contubernio, que las actividades sociales y económicas sufran una baja ante el temor e incertidumbre o que los extorsionadores logren más fácilmente su cometido ante el temor de la sociedad. Este estrés en la población también provoca cada vez con más frecuencia: altercados viales, peleas y discusiones entre vecinos, entre comerciantes competidores establecidos y ambulantes, entre transportistas que por ganar un pasajero cometen imprudencias viales, etc. La intolerancia en su más cruda expresión.
Mientras lo anterior se da, seguimos observando que las administraciones municipales siguen con nóminas abultadas, entre los que no terminan por irse y los compromisos políticos que se quieren colocar, la aspiración es recibir una quincena segura, no proponer o resolver, los problemas se acumulan y no se ve una estrategia de solución.
Es urgente que los tres niveles de gobierno se coordinen y den respuestas a la mayoría de las demandas sociales, es muy cómodo repartir dinero público, es muy rentable políticamente, como ejemplo lo siguiente: escuchamos los días pasados que algunas diputadas federales de Morena se inconformaban con la Secretaria Federal del Bienestar por no poder dar ellas directamente las tarjetas de los programas sociales, para capitalizarlas políticamente, que Ariadna Montiel lo operaba con los servidores de la nación sin tomar en cuenta a las diputadas, cabe la pregunta: ¿no que eran diferentes?
Seguimos con las amenazas de Trump, incluso de acabar con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, nuestra realidad al interior del país con una inseguridad descontrolada, con un gobierno con menos dinero y proporcionando cada vez peores servicios públicos, la gente empieza a cuestionar y reflexionar que los apoyos sociales los tienen que gastar en servicios que antes fueron gratis… al parecer se confirma que “se propusieron muchos cambios para seguir….igual y en algunos casos: peor”
boghar@hotmail.com

