China tiene la última palabra en la guerra comercial con EUA: ha aniquilado las exportaciones de galio y germanio
A principios de año, China anunció que limitaría la exportación de galio y germanio a nivel mundial. Lo anterior como respuesta a las restricciones impuestas por Estados Unidos, Japón y Europa en la venta de chips y herramientas de fabricación de chips a China. El primero de agosto comenzó el cese de la venta de los elementos mencionados, cayendo su exportación a cero durante ese mes.
Las nuevas regulaciones que impuso China requieren que los exportadores obtengan una licencia para enviar galio y germanio. Dichas licencias deberán identificar a los importadores y declarar para qué se utilizará el material, endureciendo aún más una guerra comercial entre China y potencias occidentales que lleva años afectando ambos mercados.
Materiales preciosos
Pero, ¿cuál es la importancia del galio y el germanio? Ambos son elementos que no se encuentran de manera natural sino como resultado de la refinación de otros metales como zinc, bauxita, germanita, plata o incluso carbón. Su principal uso es en la rama tecnológica y tienen aplicaciones en telecomunicaciones, en la industria armamentística y la producción de tecnología para la creación de energía limpia. Razón por la cual califican a estos materiales como “de doble uso”.
Tanto el galio como el germanio son la materia prima con la cual se pueden fabricar semiconductores y tecnologías de punta, como paneles LED, paneles solares, radares, visores de visión nocturna, satélites, turbinas y hasta autos eléctricos. Como China vende ambos elementos a un precio bajo, han dominado la cadena de suministro, pero no solo de galio y germanio, también de cobalto.
Este bloqueo en la distribución de galio y germanio no sería tan importante si existiera competencia en su exportación, pero China mantienen una hegemonía casi absoluta en ambos materiales. Solo durante el año pasado, la República Popular China fabricó el 98% de la producción internacional de galio y el 68% de la de germanio, según información del US Geological Survey.
Una cadena irrompible
Según lo escrito por Marina Zhang, profesora asociada a la Universidad Nacional Australiana, en una entrada para el portal del Instituto de Relación entre Australia y China, construir una cadena de suministro independiente de China costaría más de 20 mil millones de dólares.
«Las tecnologías e instalaciones de refinado para procesar el galio y germanio no se construyen de la noche a la mañana, sobre todo teniendo en cuenta las implicaciones medioambientales de su extracción y minería. Por ello, para Estados Unidos y sus aliados, la construcción deuna cadena de suministro independiente para el procesamiento de estos materiales podría requerir una asombrosa inversión de más de 20,000 millones de dólares -bastante más significativa que los ingresos comerciales totales de los productos de estos dos elementos- y potencialmente años, si no décadas, de desarrollo. Incluso entonces, conseguir ventajas de costes comparables a las de China podría resultar difícil.»
Por lo que está claro que China tiene control de dos de los materiales más necesarios no solo para la manufactura de herramientas militares, sino también para la fabricación de tecnología amigable con el medio ambiente, que será determinante para la transición de los países hacia una producción de energía limpia. Tanto Estados Unidos, como Europa y Japón necesitarán re-negociar un acuerdo con China para salir de este mínimo de exportaciones en el que se encuentra el “gigante rojo” e intentar terminar con una guerra comercial que ha durado años.