ANÁLISIS 

Tomás Flores Rosales 

• Delfina , bajo observación. 

• Legitimarse o no legitimarse.

• Simular hacerlo para hacerse sentir. 

• El abrumador peso específico de Palacio de Gobierno estatal no es apto para no políticos. 

Si bien es verdad que los Presidentes de la República, antecesores de Andrés Manuel López Obrador, no llegaban a Palacio Nacional plenamente legitimados, se veían en la necesidad de alcanzar esa popularidad no consolidada en las urnas con sendos actos de gobierno tras rendir protesta :

   1.- Carlos Salinas de Gortari, inmediatamente después de colocarse la banda presidencial , ordenó la aprehensión de Joaquín Hernández Galicia, alias “La Quina”, un poderoso líder, icono de la corrupción sindical, acción de inicio de sexenio que fue escándalo nacional a favor del nuevo mandatario , pero no le alcanzó para auto legitimarse .

  2.- Ernesto Zedillo Ponce de León,  tras colocarse también la banda presidencial ordenó la aprehensión de Raúl Salinas de Gortari , hermano mayor de Carlos , lo cual también cimbró a la sociedad mexicana pero tampoco le alcanzó al egresado de la Universidad de Yale, Estados Unidos, para auto legitimarse .

   3.- Vicente Fox Quezada , rompió el protocolo de unción presidencial y besó , en cadena nacional , un Cristo , cuya escena conmovió a propios y extraños , pero jamás alcanzó la legitimidad que paradójicamente sí le habían dado las urnas .

    4.- Felipe Calderón Hinojosa, vistió la casaca militar y anunció una guerra contra el narcotráfico que le costaría a la sociedad mexicana “sangre, sudor y lágrimas “, hoy las y los mexicanos continúan padeciendo las secuelas de aquella advertencia presidencial : “costará mucho tiempo y muchos vidas “, dijo el entonces panista sin haber podido legitimar el 0.48 por ciento con el que se ungió en la Presidencia de la República .

   5.- Enrique Peña Nieto , sabía que jamás se legitimaría, pues el “reality show” que protagonizó para alcanzar la Presidencia de la República lo dejó con el único salvoconducto de permitir que la inercia sacará al PRI de “Los Pinos” por segunda ocasión y quizá para siempre. 

   Contextos de intentos de auto legitimación que no han sido necesarios en las transiciones electorales del Estado de México , pues las tácticas , estrategias , mañas y tufos de complicidades y trampas fincadas en rededor de la autoridades electorales permitieron que por casi 100 años el PRI se afianza en tierras del mítico “Grupo Atlacomulco “, por lo que estaba tan aceitada la maquinaria a favor del partido único que era casi imposible documentar o comprobar ilegitimidad de los ungidos en la gubernatura , de tal suerte , a comparación del cuadro descrito para la legitimación presidencial , que no era pertinente diseñar algo para hacerse sentir en la titularidad del poder Ejecutivo estatal .

   Luego entonces :

   1.- Alfredo Del Mazo González , llegó a Palacio de Gobierno estatal y no hizo nada .

   2.- Mario Ramón Beteta Monsalve, llegó a  Palacio de Gobierno estatal y no hizo nada .

   3.- Emilio Chuayffet Chemor, llegó al Palacio de Gobierno estatal y no hizo nada .

    4.- Arturo Montiel Rojas, llegó a Palacio de Gobierno estatal y no hizo nada .

    5.- Enrique Peña Nieto, llegó al Palacio de Gobierno estatal y no hizo nada .

    6.- Eruviel Ávila Villegas, llegó a Palacio de Gobierno estatal y no hizo nada .

     7.- Alfredo Del Mazo Maza, llegó a Palacio estatal y no hizo nada .

   Delfina Gómez Álvarez llegó al Palacio de Gobierno estatal y en 24 días en el cargo no ha hecho nada . 

   Y si bien la ex alcaldesa del municipio de Texcoco no debe legitimarse tras los comicios de junio 4 , debería simular hacerlo, quizá no ó sí con la contundencia de los expresidentes de la República enumerados en este análisis , pero sí en aras de su propia necesidad de hacerse sentir ante millones de mexiquenses que a diario la observan .