Opinión

ANÁLISIS 

Tomás Flores Rosales 

De imperar las “ocurrencias” en el gabinete estatal, la administración de Delfina Gómez Álvarez estaría destinada a la fragilidad frente a millones de mexiquenses.

Convocar a ediles sureños a las llamadas “mesas de seguridad” implica el error más coyuntural que prevén los cánones dirigidos a enfrentar a la delincuencia organizada. 

Significaría el riesgo latente de infiltrar al enemigo o enemiga al Gobierno. 

Lo que más desean millones de mexiquenses es que el equipo cercano a la gobernadora , Delfina Gómez Álvarez , no sustente sus respectivas tomas de decisiones de interés público en ocurrencias .

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   Y es que mencionar, sin sustento formal, que los presidentes municipales del sur mexiquenses serán convocados a formar parte de la llamada “Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz”, como respuesta a la ola de violencia que padecen miles de familias mexiquenses de aquella región, podría significar una postura cómoda, que no abona a la solución del conflicto orquestado por grupos de la delincuencia organizada.

    Y es que si esa fuera la respuesta ideal al problema , entonces , el Secretario General de Gobierno, Horacio Duarte Olivares , habría de abocarse no solo a convocar a los ediles sureños , también se sentarían a la mesa en comentó los alcaldes del norte , del este y poniente de la entidad  , singular presencia significarían los presidentes y presidentas municipales de la zona conurbada con la Ciudad de México , léase Naucalpan , Tlalnepantla, Ecatepec , Nezahualcóyotl y hasta Texcoco , lugares  en donde las expresiones del crimen han efectuado también su correspondiente pase de lista .

    Y como consecuencia , Horacio Duarte Olivares , tendría en rededor de las “Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz” a más de la cuarta parte de los ediles de los 125 municipios que integran la geografía mexiquense  y , la verdad , la descrita, no se antoja una sólida estrategia , bien pensada , bien analizada , bien estudiada a profundidad por profesionales en la materia como lo merecen las y los mexiquenses de todas las partes de la entidad que a diario, con su trabajo , alimentan la arcas del gobierno para que los responsables , como lo es el funcionario mencionado , cumplan con responsabilidad sus obligaciones y , así, evitar ocurrencias de gran calado a las cuales ya acudió sin éxito el gobierno que antecedió al actual .

   Se entendería entonces que el Gobierno de la maestra Delfina Gómez Álvarez intenta endosar el problema que propicia la delincuencia organizada y que tiene “atrapados” a cientos de pobladores en diversas comunidades rurales del sur mexiquense y áreas urbanas con el cobro de piso o extorsiones,  a las autoridades edilicias que apenas resisten las embates del crimen con magros recursos económicos y escuetos e inexpertos grupos policiacos .

   Sería un tremendo “desaguisado” de parte del titular de la dependencia encargada de velar por las políticas internas del gobierno estatal en turno y, a la vez , dejaría mal parada a Delfina Gómez Álvarez, quien cada vez que puede insiste en que “regresará la tranquilidad “ a todas y todos los mexiquenses.

   Lo que debería hacer , Horacio Duarte Olivares , es establecer un mecanismo serio y contundente en donde de manera científica el gobierno de Delfina Gómez Álvarez, enfrente el flagelo de marras con diagnósticos , programas y objetivos ideados por expertos y especialistas , incluso , con los mejores estrategas del mundo , pues los millones de mexiquenses aportan recursos para eso y para otras tácticas de prevención de gran calado dejando al margen propuestas endebles y de nulo peso . 

   Diversos análisis de corte internacional establecen y plantean riesgos extremos sobre involucrar a ediles en estrategias que atañen a la inseguridad estructuradas desde los gobiernos encargados de combatirlas .

   Una buena auto asesoría impulsada por el mismo Secretario General de Gobierno para beneficio de la administración Delfinista , le permitiría al funcionario dilucidar en el sentido de que los cárteles , como el de “La Familia Michoacana” a combatir en el sur mexiquense,  son generalmente complejos y subordinan a presidentes municipales , a policías y gobiernos estatales y locales enteros y estas empresas delincuenciales  a la vez anidan sus peculiaridades , explíquese la zona metropolitana de Ciudad de México, asociada a territorio mexiquense, en donde actualmente la delincuencia organizada actúa silenciosamente para concretar tratos con funcionarios locales y federales , incluso con la arista para “lavar dinero” en complicidad oficial , eso es precisamente la esencia del crimen de alta alcurnia , mismo que no se abate con ocurrentes declaraciones , ni infiltrando en el Gobierno al que podría ser el enemigo o enemiga . 

   Cuidado .

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