Morena y el Partido Verde dejan que avance la tala clandestina: los bosques del Edomex, en crisis

Gobierno morenista ignora la destrucción ambiental en municipios boscosos; el Partido Verde, más enfocado en el poder que en proteger el medio ambiente
Staff
Estado de México, noviembre de 2025.– La tala clandestina en los bosques del Estado de México se ha convertido en una crisis ambiental y de seguridad sin precedentes, mientras el gobierno estatal de Morena y los municipios bajo su control permanecen inactivos. La destrucción avanza en zonas como Jilotzingo, Ocuilan, Isidro Fabela, Villa del Carbón y Amanalco, donde los talamontes operan a plena luz del día con total impunidad.
Habitantes y activistas ambientales denuncian que los grupos dedicados a la tala ilegal amenazan y agreden a quienes se atreven a reportarlos, mientras las autoridades se limitan a declaraciones y operativos simbólicos. La Secretaría del Medio Ambiente del Edomex, junto con las policías municipales y la Guardia Nacional, han sido incapaces de contener la devastación que está acabando con los bosques mexiquenses.
“Denunciamos la tala desde hace años y nadie hace nada. Nos sentimos abandonados por todos los niveles de gobierno”, expresó una vecina de Jilotzingo, quien pidió el anonimato por temor a represalias.
El abandono institucional se extiende también al ámbito político. El Partido Verde Ecologista de México, que debería ser el principal defensor del medio ambiente, ha renunciado a su papel, prefiriendo las alianzas políticas antes que las soluciones ecológicas. Su dirigente estatal, José Alberto Couttolenc Buentello, ha sido señalado por organizaciones ambientales y por militantes de su propio partido de buscar el control político y los recursos públicos, sin generar propuestas reales para frenar la tala clandestina ni proteger los ecosistemas.
El deterioro forestal ya provoca sequías locales, pérdida de biodiversidad y afectaciones en el ciclo de lluvias, mientras las comunidades rurales padecen la escasez de agua y el aumento de la inseguridad. Ambientalistas advierten que, de continuar esta omisión, el Estado de México podría enfrentar una crisis ecológica irreversible.
“El bosque está desapareciendo, y con él el equilibrio ambiental que sostiene a la región. No hay voluntad política ni interés real por detenerlo”, declaró un activista de Ocuilan.
La situación revela un patrón de indiferencia y complicidad política: Morena gobierna sin resultados visibles y el Partido Verde calla ante la destrucción ambiental. Ninguno de los dos partidos —ni sus autoridades locales o estatales— ha presentado una política integral que proteja los recursos naturales ni a las comunidades que los habitan.
Mientras el gobierno estatal mira hacia otro lado y el Partido Verde persigue intereses de poder, los bosques del Edomex se extinguen árbol por árbol. Lo que hoy parece un problema ambiental, pronto será una emergencia social que ningún discurso político podrá ocultar.












