El PC llevaba años ganando terreno a las consolas. Steam Machine es directamente un meteorito para extinguirlas

Ha ocurrido lo que se llevaba tiempo rumoreando alrededor de Valve. No, no ‘Half Life 3‘, sino el regreso de las Steam Machines. Era algo que llevaba tiempo circulando, pero ayer parecía el día y Valve no decepcionó. Presentaron un nuevo Steam Controller (con mejor pinta que el primero), las gafas Steam Frame y la guinda para muchos: su nueva Steam Machine. 

Su apariencia es la de una Xbox Series X, pero más chata, y no es sólo que tenga toda la pinta externa de ser una consola, sino que apunta a ser el dispositivo que, por fin, plante al PC como una seria amenaza para el segmento consolero. ¿Su argumento? Que tiene la facilidad de uso de una consola, pero también la versatilidad de un PC.

No nos vamos a poner a desgranar sus características porque ya hemos contado todo lo que hay que saber sobre el interior de la Steam Machine y ya se estima que su rendimiento sería similar al de una PS5. Lo que sí voy a hacer es teorizar sobre por qué la nueva consola de Valve puede ser el meteorito para las consolas.

Y para los PC con Windows.

Ahora sí puede funcionar la Steam Machine. Lo hemos visto en Steam Deck

Esto de las Steam Machines no es nada nuevo. No sólo la Steam Deck es una «máquina de Steam», sino porque hace una década ya existieron las Steam Machines. A finales de 2013, Valve presentó Steam OS, un sistema híbrido entre Linux y Steam enfocado en los videojuegos. Estaba verde, pero querían que fuera el corazón de las, también recién presentadas, Steam Machines.

En su día, estas primeras máquinas no eran más que ordenadores premontados gracias a la asociación de Valve con marcas como Dell, Asus, Gigabyte o AlienWare. Tenían Steam OS, eran potentes, se podría actualizar el hardware y… no tenían sentido. Su elevado precio, que en su día no estaba tan desarrollado el ‘gaming’ en Linux y que para comprar un PC así, te montabas uno por piezas, hizo que las Steam Machines no terminaran de despegar.

Los frontales serán personalizables

De hecho, todo el hardware de Steam tropezó, desde los ordenadores hasta el curioso Steam Controller, pasando por un Steam Link que se llegó a liquidar en Steam junto al mando. No cuajó, pero Valve siguió desarrollando la idea y las cosas fueron diferentes con Steam Deck. Siguiendo el modelo de Switch, la Steam Deck era una portátil, pero también podía sacar imagen a un televisor.

Corre los juegos muy bien, ha generado una gran comunidad y que no tenga Windows, sino Linux y Steam OS ha sido su gran fortaleza. Lo que no funcionó hace una década, sí funciona ahora gracias a que Steam ha puesto mucho empeño en que todo se pueda jugar en la Deck: desde los juegos nativos para Linux como juegos para Windows que se ejecutan a la perfección con algo llamado Proton. A grandes rasgos, es un «traductor» de las instrucciones de Windows para que Linux las entienda y, así, poder ejecutar sus juegos.

Además, todo es fácil, intuitivo y si sólo quieres jugar, no tienes que hacer cosas raras con la Deck. Llevar ese concepto de una portátil a un PC de sobremesa era el paso natural, y la nueva Steam Machine tiene algo que no tenían las anteriores. respaldo absoluto por parte de Valve.

El ecosistema

Es decir, la empresa quería que las anteriores funcionaran, pero ni Steam OS estaba maduro ni tenían el control sobre lo que las empresas de hardware hacían. La nueva Steam Machine ES de Steam, y eso implica que ellos han optimizado software y hardware para que funcione a la perfección. Es algo similar a lo que hace Apple o a lo que Sony y Microsoft hacen con AMD: componentes similares a los de PC, pero ajustados y afinados para que cumplan sus necesidades en consolas.

La propia Valve ha confirmado que se encuentran afinando ahora mismo algunos componentes, como la GPU, con AMD. El TDP de la GPU discreta es de 110 W, pero han confesado que están trabajando en un rango entre 110 y 130 junto a la compañía de hardware. Ese control total era algo que no tenían en el pasado, y algo que tampoco ocurría hace años era que los componentes duraran tanto.

Guste más o menos, la llegada de las herramientas de inteligencia artificial a los videojuegos están demostrando que un hardware obsoleto (como la Steam Deck) se mantenga fresca gracias a herramientas de reconstrucción de imagen y a la generación de fotogramas. Cuando la Steam Machine llegue a comienzos de 2026, su hardware no será puntero (de hecho, la GPU está basada en RDNA3, no en RDNA 4), pero esas herramientas con IA es lo que da la confianza a valve de que todo correrá a 4K60 gracias a FSR. 

Apunta directamente al salón

Es exactamente la misma filosofía que una consola:

• Hardware cerrado.
• Componentes ajustados por el que diseña el sistema.
• Sistema operativo optimizado para esos componentes.
• Apoyo directo de la compañía que lanza el hardware.

Y, como decía, Valve ahora sí tiene una reputación apoyando al hardware de juegos, algo que lleva años demostrando con Steam Deck.

La Steam Machine es una amenaza a las consolas, a Xbox y… al PC

Ese es el motivo por el que una Steam Machine que no funcionó en 2015 sí puede funcionar en 2026, pero hay algo más: el propio mercado. Aunque las consolas siguen teniendo una cuota alta (Sony ha confirmado que una PS5 que está teniendo una generación bastante floja en lanzamientos ya ha vendido más de 80 millones de unidades), las cosas son muy diferentes ahora.

Se acabaron los grandes exclusivos: todo sale en PC. Excluyendo a una Nintendo que, con Nintendo Switch 2 y sus propiedades intelectuales, va a su aire, claro. Xbox lanza sus juegos directamente en ordenadores y consolas (de hecho, ya es más third que first, convirtiéndose en un peso pesado dentro de los videojuegos de la propia PlayStation) y Sony lleva años lanzando sus grandes sagas en PC, concretamente en Steam.

Al final, es un PC

No llegan el mismo día que a PS5, pero terminan llegando y, de hecho, se acaba de desvelar un MMO de ‘Horizon’, la saga más importante de Sony a nivel de ventas estos últimos años, y no llegará a su consola, sino directamente a PC. Estamos en un escenario en el que el PC se ha convertido en la plataforma en la que más juegos están disponibles, donde hay más libertad para comprar y, aunque la Steam Machine integre su propia tienda, sigue siendo un PC en el que jugar a tus juegos de Epic Games o Good old Games.

Es más, los rumores apuntan a que la próxima Xbox será muy parecida a un PC, incluso con online gratuito, por lo que Valve sólo está llegando la primera a un hueco que otras quieren explorar. Llegar la primera es clave, algo que hemos visto con Steam (con Amazon intentando entender por qué, con todo el dinero del mundo, no pueden competir contra Steam) y con una Steam Deck con la que comparamos todos los PC consolizados con Windows.

Y ahí está otra clave: Windows. Aunque sigue siendo el sistema más versátil, cada vez parece el menos indicado para jugar. Consume muchos recursos de fondo que no se dedican a la ejecución de videojuegos y, de hecho, en el análisis de la ASUS ROG Xbox Ally X, una consola que acerca a Xbox al segmento de la Steam Deck, ya comentamos que había quien había instalado Steam OS en lugar de Windows y los juegos corrían un 30% más rápidos.

Siempre es complicado saber qué ocurrirá en el futuro, pero tengo claro que la Steam Machine que se pegó tremendo guantazo diez años atrás, ahora puede ser un puñal tanto para el segmento consolero como para el propio PC. Los componentes están carísimos debido al auge de la IA, sigue siendo un PC con la versatilidad que ello implica (Valve ha confirmado que puedes instalar otros sistemas operativos, como Windows) y su formato hace que sea potente y pequeña, ideal para el mueble de la tele del salón.

Faltan detalles por conocer como el precio, que siempre es fundamental y del que ya se está hablando de una horquilla de entre 500 y 800 euros, ver pruebas directas de rendimiento y comprobar cómo se estiran unos componentes que no son punteros. Pero teniendo en cuenta cómo funciona Steam Deck, no es de extrañar que la comunidad esté muy interesada en este movimiento de Valve.

Con unas consolas que son más caras hoy que en su lanzamiento hace cinco años, unos juegos que se han asentado en los 80 euros (y veremos qué ocurre con GTA VI) y servicios más caros, esa idea de tener un PC-consola con Steam y lo que ello implica a nivel de libertad de tiendas y ofertas es algo en lo que muchos ya tenemos un ojo puesto.

Y lo más importante: ahora, parece que Valve va con todo, que es lo que no hizo hace 10 años.

Imágenes | Steam

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