Las circunstancias mandan
Boghar González y González
Humor social y manipulación colectiva
Muy preocupantes resultan las discusiones de los temas que los medios masivos y las redes sociales magnifican, con el objetivo de distraernos de lo verdaderamente importante y/o que fomentar la polarización de opiniones, con el afán de atrapar audiencias, likes o compartidos, con el fin de monetizar sus contenidos, sin matizar o clarificar puntos medios que nos mejoren como sociedad y país.
Los algoritmos de las redes sociales están diseñados para que “aparezcan” los contenidos que ratifiquen nuestras creencias y percepciones, en la medida que buscamos, aceptamos, damos likes, compartimos, etc, alimentamos a esos medios de comunicación con información personal de nuestros gustos e ideología, que se traduce en contenidos patrocinados y ventas.
Es de llamar la atención y analizar, que ciudadanos con educación superior, edad madura, posibilidades de acceso a información de calidad, de consultar medios con reputación, de participar en círculos sociales que se espera, deben ser serenos por ser parte de un país que en los últimos cuarenta años ha vivido crisis económicas, sociales, de salud, políticas, etc. Emitan juicios u opiniones y las publique o compartan en sus contextos sociales, con base solamente en fraseología que se maneja en los medios para atrapar audiencias, sin leer y analizar la información o datos de origen de manera completa.
Sin duda, la ansiedad por la inmediates, está afectando a toda la sociedad, es falso que solo a una generación, que incluso, se ha estigmatizado por ese afán de estar participando en cualquier cosa, prácticamente en tiempo real. La necesidad de reconocimiento y pertenencia, propicia una serie de errores e imprudencias que repercuten a nivel familiar, social y como país.
Como se ha escrito en columnas pasadas, los grandes cambios inician de forma personal, es necesario pensar nuestras acciones más de una ocasión, valorar consecuencias e informarnos de mejor manera y no ser un eslabón de comunicación que fomente la división y polarización, incluso en casa, centros de trabajo, en reuniones sociales, etc.
Todo lo anterior es el inicio del humor social negativo que estamos viviendo y que propicia que algunos padres, agredan físicamente a los docentes, que un experto en artes marciales golpe a un menor, que un incidente de tráfico termine en asesinato, que un novio despechado arroje acido a una mujer, que un grupo de vecinos agredan a los policías o integrantes del ejército, incluso desarmándolos y exhibiendo de forma grotesca y masiva sus acciones, como si fuera un logro comunitario.
Por lo anterior, hay que tener cabeza fría, responsabilidad social y tener presente, en todo momento, que una sociedad dividida es completamente manipulable. Seamos ciudadanos responsables con formación cívica inquebrantable. Es por nuestro bien.
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