Juez de distrito invalida permisos para construir 20 mil viviendas y talar más de 200 mil encinos en el Bosque Diamante Jilotzingo, México.

EULALIO VICTORIA

JILOTZINGO, Méx. Un juez de distrito del Estado de México determinó invalidar todos los permisos para construir 20 mil viviendas y derribar más de 200 mil encinos en 236 hectáreas del Bosque Diamante Jilotzingo, cuya superficie forma parte de las regiones hidrológicas del Pánuco y Río Lerma que suministran de agua a municipios de los Valles de México y Toluca, así como a la Ciudad de México.

El amparo otorgado por el Juez Décimo de Distrito del Estado de México a ejidatarios y a la asociación civil Trabajando por el Desarrollo de Jilotzingo, argumentó que tras solicitar a las Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) información sobre el caso, la dependencia informó que no existía ningún tipo de estudios que exige la Ley Forestal para autorizar la construcción de casas en esa zona.

Asimismo, la autoridad judicial anuló los permisos emitidos por los gobiernos estatal y municipal, como el cambio de uso de suelo, impacto ambiental, de construcción y factibilidad para el suministro de agua potable.

Miguel Miramontes Lira, asesor jurídico de la asociación civil “Amigos por el Bosque”, y uno de los abogados que presentó la solicitud de amparo, explicó que la empresa inmobiliaria Bosque Diamante, propiedad de la familia Fontanet, “proponía como compensación ambiental, fuera de toda lógica, replantar en el municipio de Zinacantepec 200 mil árboles de diferentes especies que nada tiene que ver con el ecosistema del bosque de esa localidad.

En ese sentido, dijo que la falta de estudios ambientales y de procedimientos para evitar un ecocidio en la zona por la edificación de inmuebles y tala de miles de árboles, fue fundamental para dictar sentencia favorable al medio ambiente.

Miramontes Lira resaltó que la Semarnat “se portó de manera justa porque cuando le pidieron informes sobre el caso, dijo la verdad sin fabricar pruebas como ocurría en el pasado, y eso nos dio el triunfo sólido con el que contamos para suspender cualquier tipo de construcción en esa zona de bosque de agua”,

2017

Explicó que en 2017, cinco días antes de que el entonces gobernador mexiquense Eruviel Ávila Villegas dejará su cargo, fue publicado en la Gaceta del Gobierno del Estado de México que todos los permisos para la construcción del mega fraccionamiento residencial ya estaban autorizados, “y esa inercia la siguió el nuevo gobierno estatal y el ayuntamiento de Jilotzingo, con la venía de las entonces autoridades de la Semarnat”.

Ante este hecho, ejidatarios, comuneros y ciudadanos de varias localidades organizaron una asamblea ciudadana para defender el Bosque Diamante Jilotzingo, y el entorno del área natural protegida denominada “Espíritu Santo”, que consta de aproximadamente 240 hectáreas y se encuentra a un costado de donde se construiría el exclusivo fraccionamiento y un centro comercial.

En un principio la defensa jurídica del bosque estuvo representada por la organización “Mexicanos contra la corrupción y la delincuencia” del empresario Claudio X. González, “pero a medio proceso, por intereses particulares, les dijeron a los ejidatarios que se iban a quedar solos, que ya no los iban a representar, lo que aprovecharon las entonces autoridades de los tres niveles de gobierno para otorgar periciales a favor de la depredación y de la inmobiliaria “Bosque Diamante”.

El abogado y activista social apuntó que si bien, el amparo aún puede tener una revisión, ya que el juez le otorgó a la empresa el beneficio de volver a solicitar los permisos siempre y cuando la autoridad los otorgue en términos de respeto a la biodiversidad, advirtió que van a seguir puntualmente lo que haga el Tribunal Colegiado “para defender nuestra sentencia”.

ECOSISTEMA DE AGUA, BOSQUE Y FAUNA

Eduardo Espinoza Medel, Maestro en Urbanismo y Gerente Operativo de la Comisión de Cuenca Presa Madín, afirmó que la construcción de 20 mil viviendas, que tendrían un costo unitario de aproximado de 10 millones de pesos, en el Bosque Diamante Jilotzingo, supondría la tala de 248 mil árboles, 48 mil más de las proyecciones que se han realizado hasta el momento.

“Tirar 248 mil árboles significa en términos de filtración de agua al subsuelo y de C02, mil 840 millones de pesos de impacto ambiental, y hay que ponerlos en términos monetarios para que pueda ser resarcido el daño, sin embargo, esta cantidad debe multiplicarse por 30 ya son los años que tarda en crecer un árbol”.

El activista social, que cuenta con experiencia de 30 años de trabajo en la Comisión Nacional de Agua (CNA), afirmó que la construcción del mega fraccionamiento impediría que alrededor de mil millones de metros cúbicos de agua anuales se filtren al subsuelo, “cuando este bosque de agua es la zona de recarga del acuífero Ciudad de México, lo que afectaría a 10 millones de habitantes de 16 municipios del Estado de México y varias alcaldías de la capital del país”.

Explicó que el agua baja por toda la Sierra de la Cruces, pasa por Ciudad Satélite, y llega hasta la delegación Atzcapotzalco, y es la misma agua que llega por el subsuelo a los municipios de Tlalnepantla, Tultitlán, Naucalpan, Atizapán, entre otros.

Actualmente se tiene registro de que mil 500 especies de animales e insectos habitan la zona de Bosque Diamante Jilotzingo y la reserva natural protegida de “Espíritu Santo”. En este sentido, Eduardo Espinoza dijo que estas especies tendrían que salir del lugar porque simplemente su hábitat desaparecería, “y prácticamente ya no tendrían a donde ir, se verían obligadas a migrar a las zonas urbanas”.

Este fenómeno ya se puede observar en especies de mamíferos como cacomixtles, mapaches y coyotes, quienes a falta de comida y la reducción de sus zonas de caza, se ven obligados a buscar alimento y resguardo en zonas altamente urbanizadas, donde corren gran peligro de ser arrollados por vehículos, o envenenados por la gente.

Finalmente apuntó que los peritos que realizaron el impacto ambiental para la construcción del fraccionamiento residencial, “no hablaron de la hidrología y la importancia de las aves y la fauna porque se saltaron la ley federal de bosque sustentable, que te dice que para cambiar el uso de suelo debe ser por excepción y demostrar que no hay impacto ambiental.